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Image credit: USA Today Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

Tras 12 años de carrera en las Grandes Ligas, Joakim Soria encontró una nueva posición para el ángulo de su brazo de lanzamiento durante la primavera. Como lo reportó en junio James Fegan en The Athletic, Soria bajó su brazo durante un largo enfrentamiento contra el 2B de los Orioles Jonathan Schoop, y ha mejorado radicalmente desde entonces.

Sin embargo, el cambio del punto de salida no ha sido uniforme; alteró su movimiento de lanzamiento mucho más en un ofrecimiento (dentro de un repertorio atípicamente profundo, al menos para un relevista) que en los demás. Después de más de una década como lanzador de bolas rápidas-cambios de velocidad y mezclando bolas curvas de igual manera para presentar exhibiciones en miniatura de lanzador inicialista durante las partes finales de los partidos, Soria finalmente se convirtió en un relevista verdadero, moderno, dominante de un inning, quizás el más común: es un monstruo del slider.

Estos son los puntos de salida verticales promedio de cada lanzamiento de Soria por mes, desde el principio de 2015:

Y aquí está su utilización de lanzamientos durante el mismo periodo:

Hasta esta última revelación, Soria tundía a sus rivales con bolas rápidas, y cuando optaba por sus lanzamientos secundarios era estrictamente para mantenerlos fuera de balance. Incluso a finales de 2016 y durante todo el año pasado, al experimentar con el uso mayoritario de su cambio de velocidad, Soria dependía en su capacidad para agrupar sus puntos de salida, la secuenciación de sus lanzamientos, su control y la tunelización de ellos, convirtiéndoles en algo difícil de conectar.

El nuevo ángulo del brazo y el aumento al uso del slider—ya lanzó más sliders este mes que en cualquier otro desde agosto de 2015 y los ha lanzado a una mayor tasa que en cualquier otro punto desde 2013—le hacen un lanzador completamente distinto. Todavía es capaz de colocar su bola rápida pero de mayor manera, esta ahora es la que tiende la cama, y el slider es la que manda a dormir a los bateadores.

Con el cambio de ángulo de su brazo, Soria generó más movimiento en su slider que casi cualquier otro lanzador en el juego. De los 317 lanzadores quienes han tirado al menos 10 sliders durante el mes de julio, ninguno ha logrado más movimiento horizontal que Soria, y sólo 22 de ellos lograron más movimiento vertical. El único quien se le acerca, en términos de movimiento en ambos planos, es Brad Hand—un nombre con matices interesantes, dado lo que podría ocurrir con Soria la semana entrante.

Soria ya pagó el precio (al menos teóricamente) del aumento de movimiento. Nuestros números de tunelización reflejan que la diferencia de puntos de salida entre sus bolas rápidas y sus sliders se incrementó drásticamente. También existe una diferencia más grande en el tiempo de vuelo entre ambos lanzamientos.

Secuencias de bolas rápidas-sliders vs. bateadores diestros, 2008-2018

Año Cuenta DistRel MáxPre Tiempo de MáxPre DistPlato Dif FT Plato:MáxPre
2008 66 2.2 1.77 0.157 14.95 0.0652 8.5
2009 26 2.29 1.54 0.156 16.78 0.0614 10.9
2010 46 3.06 1.48 0.155 20.46 0.0533 13.8
2011 42 2.67 1.87 0.16 19.06 0.0542 10.2
2013 34 2 1.86 0.154 13.81 0.0594 7.4
2014 23 2.15 1.95 0.156 21.24 0.0672 10.9
2015 48 2.14 1.74 0.155 19.69 0.0739 11.3
2016 47 2.33 1.86 0.158 21.31 0.0606 11.4
2017 21 2.2 1.95 0.156 18.44 0.0589 9.4
2018 35 5.05 1.65 0.158 18.23 0.0801 11.1

El costo de este cambio radical, el cual permite a los bateadores identificar al slider al salir de la mano mucho más fácil, es prácticamente inexistente. Los bateadores siguen haciendo swings y fallando muchísimo con ese lanzamiento. En 23 apariciones desde que debutó su nuevo movimiento, Soria ya tiene 23 1/3 innings, 89 bateadores enfrentados, 29 ponches y 0.81 DRA-, ósea sus mejores números. Cuenta con el mejor dato de cFIP desde 2009, cuando era un cerrador de élite, y su DRA- actual es el mejor de su carrera. Pues si, a sus 34 años de edad, Soria está lanzando como cuando tenía 24 y es ahora uno de la mejor docena de todo el béisbol.

Considera esto como una lección objetiva sobre la naturaleza del lanzamiento de relevo. Soria lleva tiempo siendo un artesano de este oficio, confinado a un cometido de relevo básicamente por culpa de la inercia que por cualquier otro factor. Realizó todo lo que se le pide a un lanzador para ser exitoso al mismo tiempo que con pausa, vio cómo sus coequiperos cambiaron varias veces; esto contribuyó a su longevidad. Sin embargo, al aproximarse al final de su carrera, Soria lanza ahora con mejor repertorio y sin depender tanto de sus artimañas. Los relevistas pueden conseguir el éxito sin obtener buenos datos de tunelización, sin secuenciar con cuidado y sin contar con control exacto. Es por eso que existen tantas avenidas hacia el éxito para un relevista bien pulido.

A Soria todavía se le deben cerca de $3 millones de dólares por esta temporada y cuenta con una opción por parte del equipo para 2019 con valor de $10 millones, con una cláusula de salida de $1 millón. Es extremadamente probable que los White Sox realizarán un intercambio con Soria durante los próximos cuatro días, y quien se lo lleve obtendrá a un relevista top a un precio de ganga. Incluso con Hand, Zach Britton y Jeurys Familia ya fuera del mercado, hay opciones más elevadas que Soria. Ryan Pressly de los Twins podría estar disponible. Por un ojo de la cara, A.J. Preller podría prescindir de Kirby Yates y sus más de dos años de control por parte del equipo.

Si un equipo necesita una mejora a su cuerpo de lanzadores relevistas intermedios y preferiría gastar dinero que prospectos, Soria es una estupenda opción. Hay al menos dos equipos a los cuales les queda ese saco a la perfección, así que los White Sox deberían hacer que se enfrenten entre ellos para ver cual de los dos ofrece al mejor prospecto a cambio del nuevo y mejorado Soria.

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