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Image credit: USA Today Sports

Traducido por Marco Gamez

En estos días, cada tendencia parece aumentar la ventaja que los lanzadores tienen sobre los bateadores. Las bolas rápidas son cada vez más rápidas, los envíos quebrados se están moviendo más, y los lanzadores han desplegado una serie de herramientas para desarrollar sus habilidades en la mayor medida posible. Sin los cambios en el beisbol que han impulsado cientos de jonrones adicionales, probablemente estaríamos sufriendo algunas de las peores temporadas ofensivas de todos los tiempos.

Hay por lo menos un ajuste que los bateadores están haciendo para contrarrestar esta tendencia. Los bateadores de toda la liga han mejorado su disciplina al plato, tratando de conectar más a menudo envíos que serían strikes seguros y dejando pasar aquellos lanzamientos alejados de la zona de strike. Es la culminación de una tendencia de 10 años y una prueba de que, aunque todavía la situación está en contra de los bateadores, se mantienen en la lucha.

En su esencia, la disciplina en el plato es la habilidad de determinar qué lanzamientos se deben atacar. Eso es complicado para los lanzamientos que están en el borde de la zona de strike, allí un bateador tiene que sopesar la probabilidad de un strike sentenciado contra la posibilidad de un contacto débil si lo conectan. Pero es una tarea más simple cuando los lanzamientos están en el medio, donde en la mayoría de las situaciones el movimiento correcto es intentar batearlo.

Los bateadores están ofreciendo más a estos lanzamientos, que estoy definiendo como aquellos con una probabilidad de ser strikes mayores o igual a 90%, que en cualquier momento de los últimos 10 años. (Aquí excluyo los intentos de toque de pelota).

Desde un bajo punto de poco menos del 64%, la tasa de swing ante estos lanzamientos ha aumentado de manera constante hasta esta temporada, cuando se disparó a más del 67%. Visto de manera global, es un pequeño cambio: solo tres puntos porcentuales. Pero, si se toma en cuenta que el cambio es en todas las grandes ligas, esos tres puntos porcentuales corresponden a aproximadamente 4,000 swings más por año.

Intentar batear lanzamientos como estos, que tienden a estar cerca de la mitad de la zona, suele ser extremadamente productivo. Cuando se hace swing a estos lanzamientos se tiene aproximadamente el doble de probabilidades de hacer contacto, un 15% menos probabilidades de convertirse en un out y un 50% más probabilidades de resultar en jonrón. Así que un extra de 4,000 swings por año no puede menospreciarse: es suficiente para explicar una docena de jonrones y cientos de dobles adicionales. Eso es solo una pequeña parte de los 1,200 cuadrangulares adicionales que han constituido la oleada de jonrones, pero es otra razón por la que las carreras anotadas han logrado mantener su ritmo ante los arsenales en constante aumento de los lanzadores.

Y una tendencia inversa se está produciendo contra los lanzamientos fuera de la zona. Los bateadores los están evitando, reduciendo en aproximadamente un punto porcentual su tasa de swing ante lanzamientos con probabilidades de ser strike sentenciado de menos del 10%. Aunque es un cambio más pequeño, evitar ir tras los malos lanzamientos es la otra cara de la misma moneda: los resultados cuando se batean estos lanzamientos son malos, por lo que evitarlos ayuda a aumentar la producción ofensiva de los bateadores.

La explicación de la disciplina mejorada en el plato no está en que los bateadores vean más o menos strikes que seguro serían sentenciados y se vean obligados a hacer que los que ellos ven cuenten. La tasa de lanzamientos con probabilidad de strike cantado superior al 90% no ha cambiado mucho en los últimos años, subiendo y bajando sin una dirección consistente en alrededor de un punto porcentual en cada temporada.

Se puede encontrar una explicación con mayor respaldo en los tipos de lanzamientos contra los que los bateadores están mejorando. Las bolas curvas han visto el mayor incremento en la tasa de swing ante envíos que serían strike seguro, aumentando más de cinco puntos porcentuales en la última década.

El aumento en estos lanzamientos es más irregular que el gráfico anterior: la tasa de swing aumentó lentamente hasta 2016, pero desde entonces ha aumentado en más de tres puntos porcentuales. El aumento en la disciplina en el plato contra las bolas curvas coincide con un cambio en el uso de ese lanzamiento. Los lanzadores empezaron a lanzar más bolas curvas casi al mismo tiempo que los bateadores comenzaron a hacer swing con mayor precisión. Por lo tanto, la mejora en la disciplina puede estar relacionada con la exposición: a medida que los bateadores veían más y más envíos quebrados, mejoraban y decían cuáles serían strikes y cuáles no. (Esa no es la única explicación, ya que los bateadores han mejorado su disciplina contra todo tipo de lanzamientos, aunque en menor grado).

Las tendencias opuestas en el uso y la efectividad de los lanzamientos apuntan hacia la competencia actual entre las armas de los bateadores y las de los lanzadores. Los lanzadores siempre están diseñando nuevas tácticas para dominar a los bateadores, pero los bateadores tampoco son víctimas indefensas; Ellos también se ajustan.

A medida que la tecnología deportiva que utilizan los jugadores para desarrollar sus propias habilidades avanza, pueden obtener más datos detallados para configurar su enfoque y habilidades. A veces, sin embargo, todo lo que se necesita es ver más de un tipo de lanzamiento para reducirle la efectividad a ese tipo de lanzamiento. Parte de la utilidad de cualquier nueva estrategia es su novedad, que se desvanece invariablemente a medida que la estrategia se adopta más ampliamente. Cada nueva tendencia se convierte en víctima de su propio éxito.

Esa es una de las cosas que hace que el aumento masivo en la velocidad de la bola rápida sea más problemático para el béisbol: gracias a la física, no es fácil contrarrestarla. Los bateadores no mejoran automáticamente para batear las bolas rápidas de 100 mph (161 kph) al enfrentar a más de ellas encendidas. Así que el aumento de la velocidad está inclinando la balanza contra los bateadores. Pero tampoco están totalmente indefensos. Al aumentar sus habilidades de disciplina en el plato, están haciendo que los lanzamientos que vienen dentro de la zona que sean conectados produzcan mejor resultado.

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