keyboard_arrow_uptop
Please vote for the 2025 SABR Analytics Conference Research Awards!
Image credit: Joe Nicholson-USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

Las victorias de los lanzadores han sido una bestia negra para nosotros, los estadistas, durante décadas. Reflejan el apoyo de cada anotación más que cualquier cosa. Pregúntale a Jacob deGrom si no me crees. De 60 lanzadores de la Liga Nacional con al menos 20 inicios en 2019, sólo ocho tuvieron peor apoyo de carreras anotadas que las 4.1 carreras por 27 outs que los Mets anotaron para él. En 2018, 64 lanzadores de la Liga Nacional tuvieron más de 20 aperturas, y las 3.5 carreras de apoyo para deGrom fueron las cuartas más bajas. Su 15.8 WARP (y dos trofeos Cy Young), líderes de la Liga en esas temporadas, reflejan su calidad mucho mejor que su récord de ganados y perdidos combinado de 21-17.

Pero no es sólo una cuestión de apoyo a las carreras. La regla 9.17(a) de la MLB (10.17(a) en español) dice:

El anotador oficial deberá acreditar como lanzador ganador aquel lanzador cuyo equipo asume la delantera mientras ese lanzador está en el juego, o durante la entrada a la ofensiva en que dicho lanzador es removido del juego y no pierde la ventaja, a menos que…tal lanzador es un lanzador abridor y la Regla 9.17(b) aplica…

Y esto es lo que dice la regla 9.17(b) (10.17(b) en español):

Si el lanzador cuyo equipo toma la delantera mientras tal lanzador está en el juego, o durante la entrada a la ofensiva en la cual dicho lanzador es removido del juego, y no pierde dicha ventaja, es un lanzador abridor que no ha completado

    1. cinco entradas de un juego que dura seis o más entradas a la defensiva, o
    2. cuatro entradas de un juego que dura cinco entradas a la defensiva,

 entonces el anotador oficial acreditará al lanzador de relevo como el lanzador ganador, si hay un solo lanzador de relevo, o si hay más de un lanzador de relevo, al lanzador de relevo que a juicio del anotador oficial haya sido el más efectivo.

Probablemente sabías todo esto, pero vale la pena resaltarlo. Si un lanzador inicial no completa al menos cinco entradas, no se le puede acreditar una victoria. Digamos que Aaron Nola abre un juego para los Phillies y que, después de cuatro entradas, ha permitido sólo un hit y ha ponchado a siete. Supongamos que está en 87 lanzamientos y que los Phillies ya han anotado 11 carreras. Entonces Joe Girardi lo saca, dándole un descanso. Los siguientes cinco relevistas lanzan una entrada cada uno, permitiendo dos carreras cada uno. (¡Esto es bastante realista!) Los Phillies ganan 11-10. Nola fue indiscutiblemente el mejor lanzador. Pero según la regla 9.17(b), no puede obtener la victoria.

El mínimo de cinco entradas es un factor de entrada. Si un abridor no dura cinco innings, no puede conseguir la victoria. Punto.

Por supuesto, la mayoría de los abridores tiran al menos cinco entradas. Aquí hay un gráfico que muestra el porcentaje de arranques que duraron al menos cinco entradas entre 1998 y 2019:

No es sorprendente. Las aperturas de los lanzadores de cinco o más entradas rondaron el nivel del 80%, pero recientemente han sido reducidas por los relevistas abridores, los bullpens expandidos, y la penalización de las apariciones a través del orden de bateo. Pero aún así, más de dos tercios de las salidas pasaron el umbral de cinco entradas.

Pero mira lo que pasó en 2020:

El porcentaje de salidas en las que el lanzador obtuvo al menos 15 outs se desplomó. Fue del 71% en 2019, y fue sólo del 58% en 2020.

Como con mucho de lo que pasó en 2020, puede ser un bache de un año. Los lanzadores abridores arrancaron la temporada con un entrenamiento abreviado, no completamente estirados. Las plantillas, que se iban a expandir de 25 a 26 este año, empezaron y 30 jugadores y fueron de 28 durante la mayor parte de la temporada, lo que dejó espacio extra para los brazos de relevo. Los equipos afectados por las infecciones de COVID-19 se apresuraron a buscar a lanzadores que pudieran abrir partidos. Todos estos factores ayudan a explicar la disminución de los inicios de cinco entradas. Pero aún así sucedió.

En lo que respecta a las victorias de los lanzadores, provocó dos efectos. Primero, como ya mencioné, un lanzador abridor tiene que durar cinco entradas para conseguir una victoria. Sin embargo, no tiene que durar cinco entradas para cargar con la derrota. El porcentaje de ganados y perdidos por lanzador fue el más bajo de todos los tiempos:

Esto no es una cuestión de calidad, sino de oportunidad. Si los abridores no lanzan cinco entradas, no pueden conseguir victorias.

Si los lanzadores abridores no consiguen victorias, ¿quién lo hará? Puedes adivinar la respuesta.

En 2019, los lanzadores abridores fueron acreditados con 1,449 victorias y los relevistas con 980. Fue una división del 60/40. Es la división más baja de la historia, pero las victorias cayeron para los lanzadores abridores.

En 2020, los lanzadores iniciales obtuvieron 469 victorias y los relevistas con 429. Los abridores ganaron apenas el 52% de los juegos.

Para obtener una victoria, un lanzador abridor tiene que lanzar cinco entradas. Esa limitación jugó un gran papel en el 48% de las victorias de 2020 para los relevistas. La aparición victoriosa promedio de un relevista comprendió una entrada. Esos lanzadores ganadores no lanzaron cinco entradas; lanzaron a un promedio de cinco bateadores.

No es un gran anuncio para las victorias de los lanzadores. La bestia es todavía más negra.

Los datos fueron recabados en Baseball-Reference y Stathead Baseball. La investigación fue inspirada por un ensayo en el gran Manual 2021 de Bill James.

Thank you for reading

This is a free article. If you enjoyed it, consider subscribing to Baseball Prospectus. Subscriptions support ongoing public baseball research and analysis in an increasingly proprietary environment.

Subscribe now
You need to be logged in to comment. Login or Subscribe