
Traducido por Marco Gámez
La agencia libre finalmente, esta semana, encendió la actividad de transacciones, dándonos una pequeña degustación de noticias de béisbol en lo que parecía convertirse en una temporada de descanso muy larga. Pero, incluso con esta cantidad de jugadores firmando contratos, pareció que las transacciones estuvieron moviéndose solo a media máquina. Cada potencial firmante parecía estar vinculado a solo unos pocos destinos posibles: los Mets, los Yankees, Houston y Toronto eran los más rumoreados, mientras que gran parte de la liga permanecía inactiva.
Un análisis del mercado de agentes libres de la última década confirma esa tendencia. Los equipos de los grandes mercados son responsables de un porcentaje creciente del gasto total, mientras que cada vez más oficinas de equipos han decidido dejar de gastar casi por completo. El efecto de estas decisiones es deprimir algunos salarios más que otros: los agentes libres de nivel inferior, que solían estar disponibles para todos los equipos, son los que más sufren.
La forma del gasto en fichar agentes libres ha cambiado drásticamente durante aproximadamente media década. Anteriormente era un lugar próspero para que los jugadores de nivel intermedio ganaran mucho dinero, las expectativas para los agentes libres han bajado bastante en los últimos años y la pandemia amenazó con detener casi por completo la inversión. La cantidad total de dinero invertida hasta ahora está en camino de hacer de esta temporada de descanso una de las más bajas, si acaso no el año de gasto más bajo.
Pero no se trata solo de que la cantidad de dinero sea menor. La forma en que los equipos ofrecen contratos también ha cambiado. Usé el rastreador de agentes libres de ESPN para recopilar datos sobre nuevos contratos desde la temporada de descanso de 2006 y específicamente quienes los estaban ofreciendo. Los equipos más grandes —los Yankees, los Dodgers, etc.— todavía están gastando, pero los equipos más pequeños se han ido. (Una limitación importante es que estos números no contienen los salarios de los acuerdos de ligas menores, que a veces no se revelan. Dado que esos salarios tienden a ser pequeños, no deberían afectar las conclusiones). Este gráfico muestra la media móvil durante tres años del porcentaje de gasto en agentes libres de los diez equipos más activos de 2006 a 2020.

Los 10 equipos que más gastan cada temporada son cada vez más responsables del gasto total en los últimos años de lo que solían ser (el gráfico anterior muestra una media móvil de tres años, para reducir parte de la distorsión). En general, es el mismo grupo de empresas de grandes mercados cada año: Yankees, Dodgers, Phillies, Angels, etc. Esta temporada de descanso luce anormal hasta ahora, posiblemente porque quedan muchos agentes libres por firmar y, tal vez, porque se suspendió el reparto de ingresos compartidos, ampliando las diferencias entre los equipos más ricos y más pobres. Pero, incluso si se excluye 2020 del cuadro anterior, los 10 equipos principales también fueron responsables del porcentaje más alto del gasto total en 2019 (84 %).
La otra cara de que los equipos de la parte superior en la tabla de inversión gastan más es que los equipos ubicados en la parte inferior de la inversión gastan menos. Los 10 equipos que menos gastaron en 2019 fueron responsables de solo el 2,13 % del gasto total en 2019, el porcentaje más bajo desde al menos 2006 (el primer año del que tengo datos). Tan recientemente como en 2016, habían absorbido más del 7 % del gasto total, por lo que se trata de una disminución bastante reciente (y drástica).
Y el número de equipos que parecen estar “fuera” del mercado por completo está aumentando. Todos los equipos desde 2007 han firmado al menos un agente libre por temporada de descanso, pero algunos gastan tan poco que, en términos prácticos, claramente no están haciendo ofertas serias a muchos jugadores disponibles. Uno puede medir esto usando una variedad de límites: gastando menos de $5 millones, o $10 millones, o $7.5 millones, o lo que sea, pero independientemente de dónde coloque el límite, 2019 tuvo la mayor cantidad de equipos totalmente fuera de la agencia libre durante al menos una década. Por supuesto, es posible que los gerentes generales de estos equipos ofrezcan a cada agente libre disponible un contrato que esté perfectamente en línea con el mercado y que sea rechazado cada vez, pero es difícil creer que esto está sucediendo cada vez más cada año.
Todos conocemos los principios detrás de la oferta y la demanda. Una de las razones por las que la agencia libre solía ser un mercado lucrativo para que los jugadores lograran contratos de alto valor era que el suministro anual era fijo (solo había cierta cantidad de buenos jugadores disponibles) y la demanda era alta: los 30 equipos podían ofertar por cada jugador. Pero la reciente tendencia de que muchas oficinas de equipos se retiren por completo del mercado golpea fuertemente el lado de la demanda de esa ecuación. Los equipos que siempre han gastado mucho continúan haciéndolo (al menos cuando no tratan de quedarse por debajo del impuesto al lujo), pero los que solían pujar por un determinado grupo de jugadores ahora no lo hacen.
Y esto ayuda a explicar cómo se han distorsionado los salarios de los agentes libres. La cima del mercado no se ha visto relativamente afectada, como lo demuestran los grandes acuerdos otorgados a jugadores como Gerrit Cole, Bryce Harper, y Manny Machado. La cruel economía del béisbol dicta que equipos como los Pirates y los Orioles probablemente nunca habrían estado pujando por jugadores de ese calibre de todos modos. Pero los agentes libres de nivel medio y medio-bajo, cuyo valor solía ser impulsado por ser asequible para la gran mayoría de la liga (independientemente de la nómina), han visto cómo su grupo de posibles pretendientes se redujo significativamente. Y sus salarios han bajado por esa situación.
Muchos de los problemas principales de la MLB nacen del hundimiento y de los incentivos económicos que lo impulsan. Parte de la forma en que los Gerentes Generales venden el hundimiento a los propietarios de los equipos donde laboran es diciéndoles que las nóminas serán bajas hasta que vuelvan a la contienda. Y ejecutan ese plan, tanto al deshacerse de sus jugadores con altos salarios (ver la reciente venta por liquidación de los Cubs) como al retirarse realmente del mercado de agentes libres. Los efectos secundarios de estas decisiones son un castigo tanto para los fanáticos, que siguen a algunos equipos de béisbol muy malos y sin esperanzas, como para los jugadores, que ya no pueden contar con una lista completa de 30 equipos como potenciales destinos para sus servicios.
Es importante señalar que el hundimiento no tiene por qué venir acompañado de un retiro completo de la agencia libre. De hecho, algunos equipos “exitosos” que practicaron el hundimiento (los Cubs y los Astros) continuaron contratando jugadores en medio de sus peores temporadas, solo para volver a firmarlos más adelante (cuando se hicieron competitivos) o si tuvieron éxito cambiarlos por prospectos. Se puede contratar a un montón de agentes libres mediocres con contratos de uno o dos años y entregarlos en busca de ayuda futura si ellos tienen una temporada excelente. Hundirse es realmente una excusa para retirarse de la agencia libre; el problema fundamental es el deseo de reducir los costos al mínimo posible. Hasta que se resuelva ese problema, es probable que el mercado de agentes libres de MLB continúe enfermándose y los impactos en cadena sobre la asistencia y la competitividad continuarán empeorando.
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