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Image credit: Paul Rutherford - USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

Los Mets no se hacen ilusiones cuando se trata del guante de Dominic Smith en el jardín izquierdo. Cuando se le preguntó si consideraba a Smith como su jardinero izquierdo titular, el gerente general de los Mets, Zack Scott, se abstuvo de nombrar a los jugadores en sus posiciones, dejando eso en manos del mánager Luis Rojas. Luego, agregó: “Dom obviamente ha mostrado ser muy buen bateador. El hecho de que se haya movido de la primera base al jardín le da mayor versatilidad. Sé que es algo en lo que quiere seguir trabajando, algo en lo que [el entrenador de los Mets] Tony Tarasco trabajará con él.”

Sin embargo, Smith no solo se mudó al outfield este invierno pasado. Smith registró por primera vez tiempo de juego allí en 2018, y ya tiene 470 y 1/3 entradas en el jardín izquierdo en su haber. No le ha ido bien, al menos defensivamente.

De los 406 jugadores con al menos 400 innings jugados en el jardín izquierdo desde 2002, cuando se registró por primera vez la estadística UZR/150, Smith tiene el cuarto peor índice (-25.0) entre ellos. Sólo Chris Carter, Jason Grabowski y Kevin Millar lo han hecho peor. La versión corta de ese trío: dos jugadores de hace casi dos décadas, y uno en un equipo armado para perder. En consecuencia, nuestras proyecciones calculan que Smith obtendrá sólo el 10% del tiempo de juego en el jardín izquierdo de los Mets en 2021.

Pero esa puede no ser toda la historia en relación con las perspectivas de Smith para el 2021. Una combinación de la historia de desarrollo de Smith y el estado actual de los Mets le da una oportunidad real de jugar regularmente en el jardín izquierdo. Esto es diferente de los experimentos de los Mets fuera de posición del pasado reciente, aunque hay ecos de esos fracasos en los datos actuales. Los Mets de principios de la década del 2010, recordarás, tenían un par de jugadores de primera base en Lucas Duda y Ike Davis, junto con un grupo de propietarios que era a partes iguales parsimonioso e incapaz de autorizar el movimiento fácil de construcción de la plantilla.

La solución fue mantener a Davis en la primera base, donde su futuro similar al de Freddie Freeman era realmente un escenario realista antes de sufrir un infección conocida como la fiebre del Valle, y mover a Duda al jardín derecho en 2011 y 2012. No funcionó, así que los Mets, por tercera temporada, mandaron a Duda… al jardín izquierdo. En caso de que te lo estés preguntando, el UZR/150 de Duda en el jardín izquierdo fue de -23.1 durante ese lapso. Por lo tanto, mejor que Smith ha realizado hasta ahora.

Pero el experimento de Duda no es el contexto adecuado para Smith. Esos fueron años en los que los Mets construyeron en gran medida eligiendo a jugadores que casualmente estaban en su sótano, metidos al azar en cajas de cartón. Smith, por otro lado, simplemente ha tenido la mala suerte de desarrollarse en el momento y lugar equivocados.

Los Mets seleccionaron a Smith en la primera ronda con el plan de convertirlo en el jugador de primera base del club en el futuro. Su bate no se mostró durante varios años, sin mostrar poder. Y en ese tiempo, apareció en escena un Oso Polar. Incluso en 2019, cuando Smith finalmente comenzó a controlar la zona de strike, elevando su DRC+ a 112, fue Alonso quien se cimentó en los planes del equipo con 53 cuadrangulares.

Parecía que las cosas podrían funcionar cuando, en 2020, la Liga Nacional finalmente instauró al bateador designado. Pero, de forma casi insondable, las Grandes Ligas se pasaron el invierno abrazando la incertidumbre, reteniendo al bateador designado de los jugadores tratando de obtener concesiones para la temporada 2021. Esto condujo a un escenario sin salida para todos los equipos de la Liga Nacional, particularmente los Mets. ¿Cambiarían un futuro bateador designado y perderían flexibilidad para 2022 y más allá, si no para 2021? ¿O se quedarían con ese futuro BD y se enfrentarían a la cuestión del tiempo de juego que los Mets tienen ahora con Dom Smith?

Existe la posibilidad de que Smith sea el mejor prospecto a largo plazo incluso que Alonso. Smith registró un DRC+ de 120 en 2020, por delante del 107 de Alonso. No, Smith no ha hecho una temporada completa similar a los 141 DRC+ de Alonso en 2019, pero Smith también es seis meses más joven que Alonso.

Lo que sí significa, tanto para los equipos de fantasía como para los Mets reales, es un acto de equilibrio entre el bateo y la defensa que debería ser familiar, y uno que no ha impedido que muchos equipos ganen a lo largo de la historia del béisbol. Aunque PECOTA tiene a Smith regresando todas sus ganancias, y más, de 2019 y 2020 en su percentil 50, en su percentil 90 sigue siendo el jugador que fue la temporada pasada. Y tampoco los Mets tienen maneras obvias de suplantarlo en el jardín izquierdo. Jeff McNeil está ocupado aprendiendo a bailar el doble play con Francisco Lindor; J.D. Davis parece ser el titular en tercera base; y Brandon Nimmo será necesario en el jardín central mientras Albert Almora y Kevin Pillar estén limitados ofensivamente con rendimientos defensivos decrecientes. En cuanto a este último punto, es razonable esperar que Nimmo esté comprometido de otras maneras durante todo el 2021.

Así que la forma de pensar en estos Mets es similar a la de los Phillies de Filadelfia de finales de la década de los 1970s con Greg Luzinski en el jardín izquierdo, cuya ofensiva rutinariamente colocó a los Phillies en la postemporada y a Luzinski en las boletas del Jugador Más Valioso, mientras que su defensa … ¡oye mira, Luzinski bateó otro cuadrangular! O, digamos, los Tigers de Detroit de 1940, que enviaron al torpe Hank Greenberg al jardín izquierdo para que aprendiera la nueva posición, haciendo sitio para Rudy York en la primera base y teniendo a ambos en la alineación. Greenberg ganó el premio al Jugador Más Valioso, los Tigers ganaron el banderín de la Liga Americana y el jardinero central Barney McCoskey terminó quinto en la Liga en putouts.

Parece que todo esto desaparecerá pronto. Es casi seguro que un nuevo contrato colectivo de trabajo, dicen los que saben, incluirá al BD universal. Para aquellos que prefieren que su béisbol sea más Marie Kondo que Rube Goldberg por la razón que sea, enhorabuena. Podría ocurrir incluso antes que eso, también. Mi escenario flotante, en el que la regla del BD se le revela a los mánagers mientras llevan sus tarjetas de alineación al ampayer el Día de Apertura, no puede suceder por una sola razón: no hay intercambios de tarjetas de alineación en persona.

Nadie sabe nunca con certeza si los cambios en el béisbol son permanentes, generacionales o están sujetos a cambios inmediatos. El mundo del béisbol de 1930 probablemente no podía imaginar el ambiente ofensivo de 1968 más de lo que la gente de 1968 podría haber imaginado el 2000. Pero parece que Smith va a ser, al menos durante un tiempo, el último jugador con el que veremos el empuje de los extremos en una alineación diaria durante algún tiempo. Scott dijo que sería prematuro desglosar cuánto tiempo tendrá Smith en el jardín, y cuánto en primera, así que mantente atento a cómo es utilizado en los juegos de primavera. También hay que prestar atención a lo que dicen los reporteros sobre sus entrenamientos.

Pero teniendo en cuenta todo lo que sabemos, parece que los Mets están dispuestos a hacer esa apuesta—que alguien quien puede batear en medio de un cambio de posición, batea un cuadrangular ganador de un juego después de dos meses de inactividad, y batea aún más en medio de una pandemia mundial puede batear lo suficientemente bien como para superar su defensa. También vale la pena hacer esa apuesta con tu equipo de fantasía.

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