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Image credit: Jay Biggerstaff - USA TODAY Sports

Traducido por Pepe Latorre

Ya estamos hablando de la bola otra vez.

Entre las noticias que no han pillado por sorpresa a aquellos que han seguido la saga de las Grandes Ligas por controlar un aspecto central del juego, los intentos por hacer que el béisbol sea menos propenso a los cuadrangulares parece no haber funcionado como se había planeado. Rob Arthur realizó un trabajo excelente sobre este tema, demostrando a principios de este mes que cualquier beneficio derivado del aumento de la resistencia de la pelota ha sido contrarrestado por la reducción del peso de la misma, lo que supone una mayor velocidad de salida. De momento, la controvertida reducción en el coeficiente de restitución (el rebote de la pelota) no se ha hecho evidente.

El resultado de esto es, a grandes rasgos, una bola que provoca más ponches debido al movimiento generado por una mayor resistencia, sin ninguna reducción significativa en la tasa de cuadrangulares. Antes de que Arthur confirmara las sospechas sobre la nueva pelota que había comenzado en los entrenamientos primaverales, escribió sobre cómo la pelota “de goma” que se usa ahora no afecta a todos los lanzadores por igual. Los lanzadores que tienden a ceder batazos elevados son los que más sufren, un tipo de lanzador que, debido a esto, es cada vez más raro.

Para esta pieza he elegido a cinco abridores que tienden a conceder elevados y que podrían verse muy afectados por esta bola durante el verano. Tipos a los que valdría la pena intercambiar o evitar en el béisbol de fantasía. Por lo que parece muchos de ellos están en la División Central de la Liga Americana, así que me he ahorrado la charla sobre Matt Boyd. Nadie necesita que se le señale que Boyd concede muchos bambinazos.

Michael Pineda, Minnesota Twins

Pineda no siempre ha sido un lanzador de elevados, aunque lo fue al principio de su carrera. Los Yankees cambiaron esta tendencia y lo llevaron hacia un perfil definido por los roletazos. Más de la mitad de sus bolas bateadas pertenecieron a esa categoría en su último año en Nueva York. Sin embargo, desde que llegó a Minnesota, Pineda volvió por sus fueros. Aunque no es el lanzador de elevados más extremo, se ha ido por encima del 40% en cada una de las tres temporadas en que ha jugado con los Twins.

Su mala salida contra los Pirates estropeó un excelente comienzo de temporada. No obstante, Pineda conserva buenas estadísticas convencionales y una atractiva proporción de ponches por base por bolas. Esos podrían ser suficientes para ocultar el hecho de que ha permitido cuatro jonrones en el mismo número de aperturas, o que su recta promedia 90.9 mph, el mínimo de su carrera. Si la pelota comienza a volar más alegremente a medida que la temperatura aumenta, es inminente un aumento en su efectividad.

Mike Minor, Kansas City Royals

En dos de las últimas cuatro temporadas hemos visto a Minor acercarse peligrosamente al umbral del 45% en batazos elevados concedidos, un grupo que Arthur identificó como prácticamente desaparecido en los últimos años. Es un lugar arriesgado para vivir en el béisbol moderno. Aunque parece que Minor evitará unirse a ese grupo de nuevo, permanece por encima del 40% en lo que llevamos de temporada.

Minor ha recuperado algo de velocidad en la bola rápida en comparación a su decepcionante 2020, pero no lo suficiente como para devolverlo al nivel de su sólido 2019. El Kauffman Stadium es relativamente favorable para los lanzadores, sin embargo, eso no ha impedido que Minor ya haya permitido tres cuadrangulares allí, para un total de cuatro. Este inicio hace que sea más difícil de vender que Pineda. Sin embargo, si lo hace bien en los atractivos enfrentamientos contra Pittsburgh y Cleveland que tiene en las próximas dos semanas, podría ser el momento de sacar provecho del mercado de intercambios o buscar soluciones en otra parte.

Danny Duffy, Kansas City Royals

Ya que estamos en Kansas City aprovechemos para hablar del compañero de equipo de Minor. Duffy ha disfrutado de un comienzo de temporada mucho más impresionante, ponchando a casi el 30% de los bateadores enfrentados, caminando solo al 6.6% y permitiendo solo una carrera limpia en sus 23 entradas lanzadas. La velocidad de la bola rápida del ya veterano zurdo es la más alta desde 2016. Hasta ahora, todo va bien, ¿cierto?

Duffy también ha tenido una tasa de elevados del 42% o más en cada una de las últimas tres temporadas. Ahora está en el 44,8%. Está permitiendo muchos contactos duros, incluso en batazos elevados. Quizás pueda vivir de la elevada tasa de whiffs lo suficiente como para que los home runs le penalicen menos de lo que podrían haberlo hecho en temporadas anteriores. De lo contrario, será un verano mucho más difícil de lo que sugiere su inicio.

Triston McKenzie, Cleveland Baseball Team

McKenzie solo tiene las 50 entradas lanzadas en las Mayores, por lo que todavía hay muchas dudas sobre el lanzador qué será. Lo que sí sabemos es que ha permitido una tasa de elevados que está por encima del 50%, que depende mucho de la bola rápida y que le gusta lanzar su bola de cuatro costuras en la parte alta de la zona. Todos estos son factores que apuntan a una tasa de cuadrangulares superior a la media.

Algo que de momento se ha confirmado: el delgado diestro ha permitido 10 home runs en esas 50 entradas. También ha mostrado la misma dificultad para mantener la velocidad en la bola rápida que vimos durante su temporada de debut. McKenzie comienza con frecuencia los juegos a 93-94 mph y cae rápidamente a sufrir para tocar las 90 mph en las entradas intermedias. Hay muchos whiffs, sin duda, pero los jonrones también seguirán llegando.

Julio Urías, Los Angeles Dodgers

¡Y nos salimos de AL Central! Urías ha estado muy bien hasta ahora, y probablemente sea el nombre por el que menos deberías preocuparte. Dicho esto, su tasa de elevados es suficiente para preocupar. Su tasa desde principios de 2019 es del 44,1%. Esto ha sucedido después de los primeros tres años de su carrera, cuando era, ante todo, un lanzador de rodados. No parece haberle afectado mucho ya que, aunque su tasa de jonrones ha subido, sigue siendo excelente en ese departamento y conserva un histórico de 0.71 HR/9.

Hay que señalar que el Dodger Stadium es favorable para los jonrones, y que Urías nunca ha sido utilizado en un rol de abridor tradicional durante una temporada completa. Quién sabe si los Dodgers harán eso en 2021, pero parece más probable que Urías tenga esa oportunidad ahora que en cualquier otro momento de su carrera. Esas son buenas noticias para los ponches y el volumen de victorias, pero no salir del bullpen podría ser menos favorable para su línea en general. Lo importante es que su tasa de cuadrangulares actual sería la peor de su carrera. No sería suficiente para evitar que Urías sea un muy buen abridor, pero podría significar que no aportase tanto a estadísticas como xFIP como lo ha hecho en el pasado.

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