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Image credit: © Darren Yamashita-USA TODAY Sports

Traducido por Marco Gámez

En este momento de la semana dedicada a Ohtani, todos conocemos los hechos históricos y sin precedentes de nuestra superestrella japonesa favorita. Como jugador destacado en roles de lanzador y de bateador en un juego moderno que básicamente nunca los ve, la sola presencia de Ohtani en el montículo es casi un milagro. Pero resulta que el sobresaliente jugador de los Angels no solo está desafiando la prohibición de facto de la era actual de actuar en ambos roles. Tiene una clara oportunidad de terminar con el mayor tiempo de juego como lanzador y bateador de cualquier jugador en la historia, superando por poco (y apropiadamente) el récord que Babe Ruth estableció en 1918.

A menudo perdido entre el reconocimiento por los descomunales jonrones de Ohtani, las rectas de 100 mph (161 kph) y un debate vigoroso, pero vacío, sobre su estatus como la cara del béisbol está el simple hecho de que es muy, muy agotador jugar béisbol. Más de una superestrella en ciernes o un miembro del Salón de la Fama ven su temporada o su carrera descarrilada por la incesante rutina de la temporada de las Grandes Ligas, que exige un compromiso casi diario durante unos ocho meses completos. Es un reto más largo y exigente que en casi todos los demás deportes que se practican a un nivel tan alto.

Y, sin embargo, aquí tenemos a Ohtani, quien no solo juega casi todos los días como bateador, sino que también acumula alrededor de 20 aperturas como lanzador. En efecto, Ohtani está soportando las demandas físicas equivalentes a 1.5 temporadas regulares, y lo hace mientras lanza bolas rápidas de más de 100 millas por hora (161 kph), una tarea que se sabe que destruye muchos brazos.

Al examinar el precedente histórico de acumular tanto tiempo de juego, resulta que la respuesta es bastante simple: realmente no hay ninguno. Una forma sencilla de ver el esfuerzo de Ohtani es sumar sus apariciones en el plato como bateador y sus entradas trabajadas como lanzador. La suma de estos dos números es una medida aproximada de su labor en ambos roles simultáneos, y luego se puede comparar con casi todos los jugadores en la historia de las Grandes Ligas. (Para mayor claridad, este gráfico y análisis omite los jugadores que no destacan tanto como lanzadores como bateadores).

Este gráfico muestra los jugadores con la mayor cantidad de AP en toda su  carrera (eje x) y EL (eje y) en una temporada, con una línea que se parte desde cero AP y cero EL, donde nos ubicamos todos los que no somos jugadores de MLB. Durante gran parte de la historia del béisbol profesional, los managers esperaban que los lanzadores comenzaran y terminaran el juego, lo que llevó a totales muy altos de entradas lanzadas y una buena cantidad de turnos al bate porque los lanzadores aún tomarían turno en el plato durante los episodios séptimo, octavo y noveno. Luego llegó la revolución de los relevistas y, en su mayor parte, ahora solo se pide a los lanzadores que trabajen de cinco a siete entradas y acumulan menos turnos al bate. Esto condujo a la era actual en la que encontramos pocos jugadores que destacan lanzando y bateando.

El 1919 de  Babe Ruth se destaca porque tiene la suma de EL + AP más alta de todos hasta ahora: 542 AP y 133 entradas. Ohtani (Al prorratear los datos hasta una temporada completa) está en camino de igualar su total de entradas y superar sus veces al bate por unas llamativas 100 apariciones al plato.

Aunque Ruth es famoso por ser una estrella que podía lanzar y batear, en la mayor parte de su carrera fue lanzador o bateador, y rara vez actuó simultáneamente en ambos roles. En la primera mitad de su carrera, fue principalmente lanzador; en la segunda, en su mayoría fue bateador: abrió como lanzador solo cinco juegos después de 1919. Esa temporada del 19 es una de las únicas veces en que trató de hacer lo que Ohtani está logrando ahora, e inmediatamente después, Ruth abandonó su intento, diciendo “Es demasiado difícil para el brazo  jugar todos los días y luego tomar tu turno en la caja de bateo. Me di cuenta que nunca fui efectivo de esa manera”.

Pero lo que acabó con la carrera como lanzador-bateador de Ruth aparentemente no es un obstáculo para Ohtani (hasta ahora). Por supuesto, los estragos del cansancio por jugar béisbol en 1918 probablemente eran significativamente menores que los que enfrentan los jugadores de MLB modernos. Los lanzadores rutinariamente congelan sus brazos enteros después de las aperturas, y aunque Ruth era un buen lanzador, se puede decir, con certeza, que no lanzaba balas de tres dígitos o alcanzaba velocidades de salida de 120 mph (193 kph). Desde una perspectiva puramente de esfuerzo físico, lo que Ohtani está alcanzando al lograr un tiempo de juego similar al de Ruth es enormemente más impresionante.

Una advertencia importante aquí es que carecemos de datos de la Liga Negra, que contó con el último conjunto indiscutible de héroes que destacaban ofensiva y defensivamente, quienes son, de alguna manera, comparables con Ruth u Ohtani. Estrellas de la Liga Negra como Ted “Double Duty (Doble Labor)” Radcliffe  batearon y lanzaron simultáneamente, acumulando en el proceso cantidades inmensas de AP y EL, por juego. (Por ejemplo, Minnie Miñoso fue al plato 742 veces  durante 162  juegos, pero nunca actuó en más de 47 juegos en un año). Las temporadas de la Liga Negra fueron drásticamente más cortas que las temporadas de aproximadamente 150 juegos y seis meses que la MLB ha tenido a lo largo de su historia. Por eso, es difícil establecer una comparación significativa entre lo que Double Duty y otros grandes hicieron frente a Ohtani, Ruth y otros.

A Ohtani todavía le restan unos 60 juegos de tiempo de juego antes de terminar la temporada completa y, como ya se ha dado cuenta, cualquier lanzamiento puede acabar con sus esperanzas si se rompe un ligamento o un músculo. No es seguro que pueda establecer este récord, pero incluso el intento es asombroso. Las únicas comparaciones históricas que son cercanas se forjaron hace un siglo o más, cuando el juego era un deporte completamente diferente. Hoy en día, con un grupo de jugadores talentosos provenientes no solo gran parte de los Estados Unidos sino también de una parte significativa del mundo, y demandas físicas tan extremas que pueden romper cuerpos fácilmente, simplemente llegar y permanecer en las mayores es un logro poco común.

Es por esto que las estadísticas de tiempo de juego no obtienen el reconocimiento que se merecen. Acumular muchas AP equivale a un premio por asistencia: si actuaste en muchos juegos, ¿a quién le importa? Pero en el caso de Shohei, está logrando lo que solía ser inimaginable. No solo está jugando casi una temporada completa como bateador, sino que también terminará con labor de casi media temporada como lanzador. Y esa hazaña nunca ha sido alcanzada, ni siquiera por Babe Ruth.

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