Traducido por Marco Gámez
Los New York Mets anunciaron que el cerrador estrella Edwin Díaz sufrió un “desgarro completo del tendón rotuliano en la rodilla derecha” después de celebrar la victoria de Puerto Rico sobre República Dominicana durante el Clásico Mundial de Béisbol. Díaz saltaba rodeado por sus compañeros tras sacar los tres outs por la vía del ponche para terminar el juego. Luego, se derrumbó sobre el terreno de juego mientras ambos equipos lo veían con preocupación: una resonancia magnética realizada al día siguiente confirmó los peores temores de todos.
El tendón rotuliano es un tejido robusto que envuelve el área de la rodilla (es decir, la rótula) junto con el tendón del cuádriceps, uniendo el poderoso cuádriceps del muslo al hueso de la espinilla. El tendón transfiere energía entre el músculo y el hueso y es capaz de “almacenar” la fuerza, lo que ayuda a los atletas y a la gente común y corriente a impulsarse, ya sea saltando, corriendo o lanzando.
En términos generales, la recuperación después de una ruptura completa del tendón rotuliano y la cirugía subsiguiente puede demorar más de 8 o 10 meses, con especial énfasis en volver a fortalecer los cuádriceps y normalizar la producción de fuerza de las extremidades inferiores. Un desafortunado efecto secundario de la lesión del tendón rotuliano y de la cirugía es la reducción de la potencia, lo que, a corto plazo, puede perjudicar el rendimiento de Díaz.
Como lanzador diestro, Díaz usa su extremidad inferior derecha para impulsarse con mucha fuerza desde el montículo, una acción que se asocia con una mayor velocidad de la recta; cuanta más potencia impulse al lanzador, mayor será la velocidad de la bola rápida. Desafortunadamente, las rupturas del tendón rotuliano son una lesión relativamente rara en el béisbol y, por lo tanto, existe escasez de investigación que explique el impacto inmediato de la lesión en el rendimiento del lanzador.
Sin embargo, existe un precedente reciente de lanzadores que se sometieron a una cirugía del tendón rotuliano y volvieron a jugar. Tanto Zach Eflin como Matt Strahm tuvieron sus temporadas de 2021 interrumpidas debido a una cirugía. Eflin volvió para lanzar casi 76 entradas en 2022 y produjo 1.0 WARP en la ruta de contribuir a que los Philadelphia Phillies llegaran a la Serie Mundial. Strahm lanzó 44 y ⅔ innings como relevista para los Boston Red Sox en 2022, contribuyendo con un ERA de 3.83 y un WARP de 0.6.
Díaz, por supuesto, es mejor lanzador que Eflin y Strahm, y es más probable que regrese a un nivel élite aunque, para empezar, solo sea porque ya tenía un arsenal tipo élite. Si bien se espera que se pierda la campaña de 2023, habrá transcurrido más de un año de la cirugía cuando comience la temporada de 2024. En términos generales, pueden pasar uno o dos años antes de que los atletas regresen a su nivel anterior de rendimiento luego de una lesión grave, por lo que, si la rehabilitación funciona, Díaz debería volver a su nivel para el verano del año próximo.
Algo que las circunstancias de Díaz sirven para probar es la naturaleza, a menudo extraña, de las lesiones. Es una crítica exagerada decir que no haber participado en el Clásico Mundial de Béisbol habría evitado que el tendón rotuliano de Díaz se rompiera, aunque solo sea porque su lesión, en realidad, no ocurrió mientras jugaba béisbol. Sucedió mientras saltaba, y mínimamente, en eso, en una celebración. No estaba corriendo, saltando, lanzando o bateando. Estaba dando saltitos en un círculo.
Las lesiones son un efecto secundario desafortunado del esfuerzo atlético. Están destinadas a ocurrir en el deporte y aunque el personal médico, de preparación, fortalecimiento y acondicionamiento trabaja incansablemente para prevenirlas, la verdad es que no todas se pueden prevenir; a veces surgen casos productos de la casualidad. La lesión de Díaz sirve como una dolorosa evidencia.
La única forma de prevenir una lesión como la de Díaz, no una ruptura del tendón rotuliano, sino una ruptura del tendón rotuliano mientras expresaba felicidad, es simplemente no practicar deportes, no celebrar cuando se alcanzan los éxitos de la vida y vivir en una burbuja. Eso no solo va en contra de la naturaleza de la competencia, sino también de lo que significa ser un humano.
No culpes al Clásico Mundial de Béisbol porque los fanáticos se perderán la Experiencia Edwin Díaz este verano. Culpa a la naturaleza imperfecta del cuerpo humano y a la cruel naturaleza de la mala suerte.
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