Christopher Morel tiene el modelo a seguir

Traducido por Marco Gámez

No estoy seguro de cómo sucedió.

En agosto pasado, cuando la temporada de béisbol entraba en su recta final, recibí un mensaje del editor en jefe de Baseball Prospectus, Craig Goldstein, preguntándome si estaría interesado en escribir el análisis de los Cubs para la edición de 2024 de su Anuario. No tenía idea de lo que eso implicaría en cuanto a carga de trabajo y a compromiso de tiempo, pero me tomó menos de un minuto decir que sí o, más específicamente, “Hombre, coño, sí”. Acepta contribuir con la renombrada publicación primero y haz preguntas después.

Sin embargo, poder ayudar a publicar un libro tan prestigioso no era la fuente de mi incertidumbre, aunque definitivamente es un misterio que vale la pena explorar otro día. No, de lo que no estoy seguro es de cómo llegué a la similitud entre la temporada 2023 de Christopher Morel y la campaña 2022 de Adolis García.

Si leíste el comentario de Morel en el Anuario (y espero que lo hayas hecho, porque el juego de palabras entre “El Bombi”/bombillo fue exquisito), te ofrezco disculpas por repetirme un poco. Sin embargo, el espacio es limitado en los comentarios de los jugadores y me topé con algo interesante que no pude ampliar completamente en un fragmento de 150 palabras. Lo mejor que pude hacer fue decir algo como: “Oye, estas dos cosas se ven bastante similares”, hablar sobre los problemas defensivos de Morel y hacer una broma con garra al salir.

Sin embargo, llama la atención ver las similitudes entre la temporada en 2022 de García y el año pasado de Morel. Los números superficiales son bastante similares: en 2022, García bateó .250/.300/.456 con 27 cuadrangulares en 657 visitas al plato, mientras que Morel bateó .247/.313/.508 con 26 jonrones en sólo 429 AP, pero al revisar bajo el cofre se vuelve francamente extraño:

Esa es, por supuesto, la página Baseball Savant 2022 de Adolis a la izquierda, con las métricas de Morel en 2023 a la derecha. El García anterior a 2023 y el Morel actual hacen muchas de las mismas cosas bien (es decir, batear contundentemente la pelota y sacarla de maravilla también) y muchas de las mismas cosas también mal. Morel recibe crédito por un mejor wOBA esperado, mientras que García fue mejor en encontrar ese punto óptimo del ángulo de salida. Pero en general, esto es como el gif de un Hombre Araña señalando a otro Hombre Araña.

Sin embargo, no confíes sólo en mi palabra. En otra parte de Savant, en su página Affinity tiene comparaciones de los números de otros bateadores que reflejan de manera más similar el perfil de Morel. ¿Te estaría diciendo esto si García no fuera uno de los rivales más cercanos de Morel? ¡Probablemente no!

Otros nombres que tienen una puntuación alta son, como puedes ver, Giancarlo Stanton, Luis Robert Jr., Nolan Jones, Teoscar Hernández y Jake Burger. Es una compañía respetable para un joven de 24 años. Además, PECOTA también cree que Morel y Hernández son similares, y ubica al nuevo Dodger junto con su actual compañero de equipo en los Cubs, Ian Happ, y su ex compañero de equipo en los Cubs, Dexter Fowler, como los tres bateadores más comparables a Morel.

Por supuesto, estas comparaciones realmente no nos dicen nada que no sepamos. Quizás la parte más interesante sea simplemente reconocer que todos ellos son, sin lugar a dudas, bateadores establecidos, si  acaso no bastante buenos, en Grandes Ligas.

Aún no se puede decir lo mismo de Morel. A pesar de registrar un wRC+ de 119 el año pasado, Morel comenzó los entrenamientos de primavera sin garantías sobre su rol—o en qué nivel jugará—en 2024.

La mayor interrogante es su defensa. Los Cubs le dieron valor al bate de Morel en la alineación el año pasado, pero no pudieron soportar su guante, colocaron a Morel como bateador designado en 59 de sus 122 titularidades. Otras 19 de ellas fueron como segunda base, una posición que no es una opción para él como hogar a largo plazo con Nico Hoerner como titular ahí y Dansby Swanson en las paradas cortas.

Entonces, para que Morel avance en 2024, debe comenzar con lograr estar en la alineación todos los días.

“No tengo nada seguro todavía”, dijo Morel a Marquee Sports Network la semana pasada. “Trato de verlo como si todavía tuviera que demostrarles que puedo jugar aquí y verlo como un desafío. Así como me están dando una oportunidad, les voy a demostrar que puedo jugar (tercera base)”.

Sin embargo, si realmente quiere seguir los pasos de García y convertirse en una superestrella (y él nunca ha dicho que lo es); simplemente se lo atribuyo a que yo quiero que siga los pasos de García y se convierta en una superestrella para el propósito de este ejercicio hipotético: Morel también tiene que dar un gran salto en la caja de bateo. En su monstruosa temporada de 2023, García redujo mucho su tasa de persecución, abanicando menos lanzamientos en general y recibiendo más bases por bolas. Esa agresividad selectiva le permitió registrar el porcentaje de alcanzar la base más alto de su carrera, anotando 108 carreras en el proceso, mientras también produjo más daño cuando hizo swing, lo que lo llevó a un xwOBACON de .471, que estaba en el percentil 95 de los bateadores con los turnos requeridos.

Morel, descrito más de una vez como demasiado agresivo por los especialistas en prospectos de BP, podría beneficiarse de ser igualmente selectivo en el futuro. Si bien no persigue tanto como lo hizo García en 2022, su capacidad para hacer contacto con los lanzamientos que sí persigue es extremadamente pobre, lo que le impide sacar provecho de sus atractivas herramientas. Si hay un lado positivo, es que Morel obtiene una buena calificación en la métrica  SEAGER de mi colega Robert Orr y, en lo que ha sido el tema de este artículo, está a solo unos peldaños de García en la clasificación, a pesar de abanicar demasiado fuera de la zona.

Si puede hacer ese ajuste (un gran “si” condicional, por supuesto), esta temporada podría ser para Morel lo que fue 2023 para García. Y si progresa, a diferencia de la primera frase de este artículo, estaremos bastante seguros de cómo sucedió.