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Image credit: Robert Hanashiro - USA TODAY Sports

Traducido por Pepe Latorre

No se puede decir que el 2020 de los Astros fuera según lo planeado, y aún así se las apañaron para alargar su temporada hasta el séptimo juego de la ALCS. No obstante, el rendimiento de Houston en comparación con éxitos anteriores fue mediocre. El desempeño ofensivo del equipo fue malo. Bateadores importantes en años anteriores no estuvieron a la altura. Es muy tentador culpar a los golpes con los cubos de basuras de todo esto, pero algunos de los mejores momentos de Yuli Gurriel se produjeron una vez que el equipo dejó de usar ese sistema. ¿Qué salió mal en su 2020? ¿Podemos esperar un rebote?

HISTORIA

Teniendo en cuenta que tiene 36 años, la de Gurriel es una trayectoria corta en las Grandes Ligas. Desertó de Cuba en 2016 después de 15 temporadas interrumpidas allá salvo por una breve estadía en Japón.

Antes de 2019, el valor de Gurriel en las ligas de fantasía reposaba sobre un buen promedio de bateo y una impecable tasa de ponches. Su línea de bateo en ese momento de su carrera era .291/.323/.449. Sus promedios proyectados a 162 juegos fueron 18 cuadrangulares, 80 carreras, 92 impulsadas y cinco robos, aunque nunca estuvo cerca de alcanzar esa cantidad de juegos. Nadie tuvo que pagar de más por Gurriel porque no tenía el poder o la velocidad para marcar realmente la diferencia.

Entonces llegó la temporada 2019 y de repente nos encontramos con un Gurriel diferente. Sin ceder nada de su promedio, el primera base conectó 31 home runs y remolcó 104 carreras para una ofensiva de los Astros que daba miedo. Esa mejoría, incluso en una liga en la que hubo un aumento en el poder, le convirtió en un jugador de $22 y el cuarto mejor pelotero en la inicial. Esta explosión es todavía más extraña si se piensa que lo hizo a los 35 años.

REGRESIÓN

Eran pocos lo que esperaban que el poder se quedara. Pero ni eso nos había preparado para ver el colapso total que sufrió el primera base de los Astros en 2020. Un promedio de bateo de .232 destruyó su principal fuente de valor. Sin embargo conectó seis cuadrangulares en 230 apariciones en el plato, un regreso bastante típico a pesar de 2019.

Para agravar el problema, la ofensiva de Houston fue extraordinariamente mediocre. Yordan Álvarez apenas jugó, José Altuve rindió todavía peor que Gurriel y la producción de Carlos Correa llegó demasiado tarde como para ayudar a los managers de las ligas de fantasía. Como resultado, Gurriel no pudo alcanzar ni las 30 carreras ni las 30 impulsadas, un ritmo que lo habría dejado luchando por llegar a 70 en cualquiera de las dos categorías durante una temporada completa.

En cuanto al resto de su rendimiento hubo menos cosas negativas de las que cabría esperar. Una tasa de ponches elevada, la más alta de su carrera, no es tan alarmante como parece. No fue ni un punto porcentual mayor que su peor marca anterior y ocupó el séptimo lugar entre los clasificados, mientras que su tasa de contacto y su tasa de abanicos se mantuvieron. Su tasa de base por bolas se mantuvo baja, pero superó cada una de sus primeras tres temporadas. Para ayudar a ilustrar algunos de los problemas con la velocidad de salida, su promedio ha sido idéntico en cada una de las últimas tres campañas. Como era de esperar, el terrible promedio de Gurriel coincidía casi exactamente con su BABIP. Su promedio esperado era 36 puntos más alto.

PONÓSTICO 2021

Este último hecho podría sugerir que el primera base de los Astros es un candidato obvio para recuperarse. Si descartamos el 2019, ¿es justo esperar otra temporada de .290 con alrededor de 15 home runs y mucho valor en estadísticas de conteo? Por lo general, podríamos proyectar que volviera a ser un bate de promedio, al tiempo que reconocemos que un .290 es ambicioso. El factor que complica todo es la edad. Gurriel va camino de cumplir 37 años.

¿A los 37 años se recupera uno con frecuencia? La muestra no es grande. Desde 2000 solo hay 47 temporadas con peloteros de más de 37 años que hayan acumulado 500 apariciones al plato. Tenemos suerte si hay más de dos de estos por temporada. También hay algún que otro sesgo. No es necesario que diga que entre los tipo que aún jugaban a los 37 encontramos a Barry Bonds, David Ortiz y Nelson Cruz. También tenemos otro problema, Gurriel no tuvo una temporada completa. Su muestra fue de apenas 230 PA, lo que resume las dificultades que tenemos al evaluar a cada jugador de cara a 2021.

Vamos a intentar hacerlo de la mejor manera posible. Usé el Play Index de Baseball-Reference para encontrar cada temporada de 36 y 37 años desde el 2000 con al menos 200 apariciones al plato. Hubo 176 jugadores de 36 años, desde Barry Bonds en 2001 (bueno) hasta Jeff Mathis en 2019 (malo). Solo 107 de esos jugadores “sobrevivieron” para alcanzar ese tope de 200 PA en su temporada de 37 años, apenas el 60%.

No esperamos que Gurriel tenga muchos problemas con el tiempo de juego dado el roster de los Astros, por lo que quizás no deberíamos preocuparnos por si jugará. Sin embargo, también hubo una disminución en el rendimiento. En conjunto, el grupo que alcanzó el límite a los 37 años perdió alrededor de cuatro puntos de OPS +. De los 52 que estaban por debajo del promedio con el bate a los 36 años, solo 16 (31%) volvieron para rendir al nivel promedio o mejor a los 37 años.

Dado que 200 apariciones en el plato tampoco nos hacen mucho bien, busqué a aquellos que realmente hicieron lo que esperamos que hiciera Gurriel: pasar de un rendimiento por debajo del promedio a los 36 a un rendimiento superior al promedio con volumen de juego a los 37. Cuando fijé el tope en 500 apariciones en el plato me encontré únicamente con seis nombres:

Jugador OPS+ a los 36 OPS+ a los 37
Ben Zobrist 79 117
Benito Santiago 76 103
Derek Jeter 90 100
Ken Griffey, Jr. 99 119
Steve Finley 91 117
Victor Martínez 84 121

Dos de esos peloteros son miembros del Salón de la Fama, y Jeter apenas volvió al promedio. Martínez se parecía a Gurriel en algunos aspectos. Sus índices de contacto y ponches son similares, y Martínez brindó valor durante años gracias a promedios de bateo mejores. Realmente no esperamos que Gurriel alcance 27 home runs como lo hizo Martínez en 2016, por lo que quizás la temporada 2018 de Zobrist sea una meta más alcanzable. La que fuera estrella de los Rays por algún tiempo solo conectó nueve cuadrangulares, pero bateó .305 en 520 apariciones en el plato, lo que lo convierte en un jugador de $15.

No es particularmente alentador que solo hayamos encontrado una o dos comparaciones en las últimas dos décadas. Gurriel podría encajar como un corner infielder de ronda tardía en ligas en las que esperas que prime el promedio, pero el volumen en sí es un lujo valioso, como las ligas exclusivas de AL. Tuvo mala suerte en 2020, pero no hay muchos jugadores que sobrevivan en las Mayores hasta los 37 años y experimenten rebotes ofensivos significativos. Sin embargo, si estás buscando un buen augurio completamente acientífico, hay uno: Zobrist también bateó .232 cuando tenía 36 años.

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