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Image credit: Jerome Miron-USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

“El inning con más carreras es el primero”. Seguramente lo has oído en las retransmisiones, lo has leído en artículos, lo has intuido por tu cuenta. En la primera entrada, y garantizado sólo en la primera, se optimiza la alineación del equipo que batea. El primer bate batea primero, el segundo bate viene después, etc. Es cierto que te enfrentas al abridor del equipo contrario cuando está fresco, pero tener a tus bateadores en las posiciones que quieres lo compensa.

Y durante 22 años fue cierto. Aquí están los innings con mayor cantidad de anotaciones por año en la era de los 30 equipos.

Año Primero Segundo Tercero
1998 5 6 3
1999 1 6 4
2000 1 6 4
2001 3 1 6
2002 1 5 6
2003 1 3 6
2004 6 1 4
2005 1 4 6
2006 1 6 4
2007 1 6 5
2008 1 6 3
2009 6 4 1
2010 1 5 6
2011 1 6 3
2012 1 4 6
2013 1 4 5
2014 1 5 6
2015 1 6 5
2016 1 5 6
2017 1 5 6
2018 1 5 6
2019 1 3 6

Si las tablas no son lo tuyo, este es el resumen:

  • El inning con más carreras: el primero, 18 ocasiones, el sexto dos veces, el quinto y el tercero una vez cada uno.
  • En segundo lugar: el sexto episodio ocho veces, el quinto seis veces, el cuarto cuatro veces, el primero y el tercero dos veces cada uno.
  • En tercer lugar, el sexto 11 ocasiones, el cuarto cuatro veces, el tercero y el quinto tres veces, y el primero una vez.

El primer inning vio más carreras en el 82% de las ocasiones. El otro 18% fue la segunda entrada en 2001 y 2004, la tercera en 2009 y la cuarta en 1998. Lo que se oye es cierto. La primera entrada es donde están las carreras. Pero llegó el año 2020.

Inning Carreras
3 1,050
4 1,037
6 1,036
5 1,026
1 927
7 927
2 834
8 781
9 545
Extra innings 181

La primera entrada no estuvo ni cerca. De 1998 a 2019, el 12,3 por ciento de las carreras se anotaron en la primera entrada. En 2020, cayó al 11.1%. La pregunta es, ¿por qué? Aquí hay algunas posibilidades.

Mala construcción de la alineación. En la construcción moderna de la alineación, hemos establecido algunas características deseables de los cuatro primeros bateadores. El primer bateador debe ser bueno para alcanzar base. El segundo y tercer bateador deben ser los mejores bateadores del equipo. El cuarto bateador debe ofrecer poder.

Tal vez los mánagers se desviaron de esa ecuación. Para comprobarlo, compilé los promedios de los cuatro primeros bateadores en las alineaciones durante los cinco años anteriores a 2020 (es decir, 2015-2019). Calculé en qué medida el porcentaje de bateo en base de los primeros bateadores superó el promedio de la MLB, en qué medida el porcentaje de slugging de los cuartos bates superó el promedio, y en qué medida los OPS de los bateadores 2 y 3 superaron el promedio.

En 2015-2019, el OBP de los primeros bates fueron, en promedio, 2.5% mejores que el promedio de la MLB. En 2020, fueron un 3.7% mejores. Ellos sí mejoraron.

En 2015-2019, los segundos bates tuvieron un OPS que fue, en promedio, 3.4% mejor que el promedio. En 2020, fue incluso mejor, un 6.2%.

Pero los terceros y cuartos bajaron. De 2015 a 2019, los terceros bates promediaron un OPS 8.8% mejor que el promedio. El año pasado solo fue del 7.7%. De manera similar, los cuartos bates tuvieron un porcentaje de slugging un 9.2% mejor que el promedio en 2015-2019 y solo un 8.4% en 2020.

Sí, lo sé, bateador designado universal. Utilicé los promedios de la Liga para los no-lanzadores (gracias FanGraphs) cada año.

Sin embargo, en general, ¿parece una gran diferencia? A mí no me lo parece. Sí, los equipos obtuvieron, relativamente hablando, menos producción de sus tercer y cuartos bates, pero más de los dos primeros puestos de la alineación. No creo que podamos atribuir esto a que los mánagers tomen pastillas para cometer estupideces antes de escribir sus alineaciones.

El relevista abridor. El uso de un relevista para lanzar la primera o segunda entrada de un partido es una estrategia diseñada para reducir el número de carreras en las primeras entradas. La idea es comenzar con un brazo cuyo trabajo es lanzar entre 15 y 25 de sus mejores lanzamientos, probablemente con una ventaja de pelotón, y luego traer a un tipo más normalito en un rol tradicional de abridor durante cuatro o cinco entradas. Según el Manual Baseball Info Solutions 2021 de Bill James, hubo 63 aperturas de relevista en 2018, el 1.3% de todos los inicios, que se multiplican a 141 en 2019, o el 2.9% del total. Las aperturas de los relevistas siguen siendo una clara minoría, pero tienen como objetivo específico evitar anotaciones en la primera entrada.

La cuestión es que los relevistas abridores son, bueno, tan del 2019. Solo hubo 11 relevistas abridores en 2020, que comprenden solo el 0.6% de todas las aperturas de la MLB. En 2019, los Rays, Angels y Mariners se combinaron para 88 aperturas de relevistas. Sólo tuvieron tres—todas de Tampa Bay—la temporada pasada. No culpes a los relevistas abridores por la caída en anotaciones en la primera entrada.

Uso de los lanzadores abridores. Incluso sin los relevistas abridores, el papel de los abridores ha cambiado. En 2020, las salidas que duran menos de cinco entradas comprendieron más del 42% del total de aperturas. Fueron el 18% en 2015, el 20% en 2016, el 23% en 2017, el 26% en 2018 y el 29% en 2019. Así que si bien las aperturas cortas han estado aumentando, se dispararon en 2020.

Hay un montón de razones específicas del 2020 para esto. Los campamentos de entrenamiento del verano significaron que los abridores arrancaron la temporada menos “estirados” que de costumbre. Las plantillas más grandes (30 jugadores inicialmente, 28 la mayor parte de la temporada, en comparación con 25 en años anteriores) significaron que los mánagers contaban con más brazos de bullpen para relevar a los abridores cansados. Todo esto es cierto.

Pero un abridor que lanza tres o cuatro entradas también puede ser considerado como una especie de relevista abridor light. La penalización por cada oportunidad a través del orden de bateo existe en parte porque los bateadores se familiarizan con el repertorio del lanzador, pero también porque el lanzador se cansa a medida que el juego progresa. Un abridor no tiene que controlar tanto su ritmo durante una salida más corta. Este gráfico muestra el promedio de entradas (línea sólida) y de lanzamientos (línea punteada) en las últimas seis temporadas.

Bla bla los abridores ya no duran lo suficiente bla bla mimando sus brazos bla bla. He aquí una teoría alternativa: las salidas más cortas significan que los abridores pueden ir con todo desde el principio del juego, reduciendo la ofensiva de la primera entrada.

Fue en 2020. La navaja de Ockham puede aparecer aquí. Es posible que la disminución de las anotación en la primera entrada sea un parpadeo causado por una de las muchas cosas que hicieron de la temporada de 2020 una aberración. En 2009, el primer inning representó sólo la tercera mayor cantidad de carreras anotadas, después de haber sido la entrada con más anotaciones en los cuatro años anteriores. ¿Una nueva tendencia? Difícilmente. La primera entrada volvió a ser la más anotadora durante las siguientes 10 temporadas, hasta 2020.

Así que tal vez una confluencia de tendencias mantendrá las anotaciones a la baja en la primera entrada en el futuro. O tal vez el descenso en 2020 sea un espejismo. Lo averiguaremos en las próximas temporadas.

Sin embargo, para estar seguro, no llegues (o enciendas el juego) tarde. Y, teniendo en cuenta la tabla anterior, no vayas al baño o a comer algo durante la quinta o sexta entrada. Podrías perderte algo.

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