Traducido por Carlos Pérez
Si escogiste a Dustin May en tu draft de fantasía esta temporada, estabas jugando a la lotería.
No porque May sea un talento desconocido, claro. Seleccionado en la tercera ronda del 2016, alcanzó las Mayores en 2019. Jugó tan bien que trabajó regularmente en su temporada de novato, con un ERA de 2.57 en 12 juegos (10 aperturas) en 2020. El diestro asumió un rol prominente en el bullpen de Dave Roberts en una postemporada que, seguro has escuchado, terminó bien para los Dodgers.
En su lugar, escoger a May es una elección arriesgada porque el tiempo de juego es lo único que Los Ángeles no tienen de más estos días. Es un buen problema, pero también es malo si en la temporada primaveral, tres lanzadores (May, Tony Gonsolin y David Price) pugnaban por el quinto puesto en la rotación de los Dodgers. Por esto, la posición media de May en los drafts de fantasía cayó más abajo del puesto 200.
Si apostate en May antes de que los Dodgers lo escogieran, ¡enhorabuena! Ganaste la lotería. ¿Pero qué ganaste?
La respuesta a esa pregunta dependerá de si May puede conseguir ponches a puñados. Es algo extraño decir eso, ya que esto no se correlaciona con su conjunto de habilidades. May es un lanzador de poder, con la bola rápida más veloz de los abridores de la Liga Nacional excepto por Jacob deGrom en 2020. Sin embargo, generó solo 7.1 ponches por cada nueve entradas la pasada temporada, el tipo de perfil de ponchador que no parece emocionar a los jugadores de fantasía.
Nunca fue un ponchador en ligas menores, moviéndose entre un ponche por cada entrada en niveles de ligas menores donde sólo su velocidad debería haberle bastado para superar a los bateadores. Pero (cuidado, muestra pequeña) May fue ese lanzador en los entrenamientos primaverales, con 21 ponches en 19 entradas.
Aunque no deberíamos reaccionar mucho a los juegos de primavera, ahora tenemos muy buenos datos de temporada regular después de la noche del lunes; y lo que vimos contra los Athletics es una prueba de que quizá hayas ganado mucho jugando a la lotería de Dustin May esta primavera.
May lanzó seis entradas impecables contra Oakland, caminando solo a dos (el control ha sido una parte fundamental de su plan de éxito) y ponchando a ocho. Pareció estar contento cuando declaró en su acento texano a los reporteros: “Tengo que mejorar en el control de los lanzamientos de menos velocidad y estar más en la zona”, dijo May cuando le preguntaron sobre su total de ponches. “Pero en la mayor parte, pienso que fue muy sólido”.
May no está equivocado. Pero lo que fue notable en una noche en la que su mezcla funcionaba, es qué tan diferente fue de la manera en la que atacó a los bateadores con dos strikes el año pasado. Una vez más, hay que tener en cuenta que es una muestra pequeña, pero cabe destacar qué usé y contra quién.
Empecemos por la recta cortante, a la que aplaudió el lunes: “Fue probablemente la mejor vez que la he sentido desde primavera hasta hoy”, dijo May. “El control, la manera en la que giraba, la manera en la que se movía. En general, creo que fue un buen lanzamiento esta noche”.
En 2020, con dos ponches, lanzó su recta cortante el 23.8% de los lanzamientos totales, la segunda cifra más alta de sus lanzamientos en esa posición. Las 63 cortantes que lanzó fueron distribuidas equitativamente entre diestros (32) y zurdos (31). Su ratio de abanicar y fallar en los bateadores de esas rectas fue de un respetable 15.8%.
En la apertura del lunes, la lanzó más en cuentas de dos strikes que cualquier otro lanzamiento (ocho de 25, el 32%). Curiosamente, sin embargo, solo se la lanzó a los zurdos. Cinco de los ocho resultaron en ponches. Pues está bien.
Pero para ser un abridor de fantasía de élite, May necesita muchos lanzamientos para ponchar, y se mostró cómodo usando todo su repertorio en cuentas de dos strikes. Tuvo un ponche con su bola rápida de cuatro costuras a 98.8 mph (159 kph) y otros dos con su dos costuras de 98 mph. El diestro también lanzó cinco curvas. No provocó ningún abanicar-y-fallar con su curva, lo cual sorprende porque de lejos su mejor ratio de abanicar y fallar en cualquier lanzamiento con dos strikes el año pasado fue su curva. Esto sugiere que haya rendido por debajo de lo esperado, a nivel de ponches, en su apertura inicial.
Una vez más, May entendió esto cuando terminó su trabajo.
“Sólo acertar con mis lanzamientos rompientes”, dijo May sobre lo que necesitaba mejorar de cara a su próxima apertura. “Para que puedan, supongo, reconocerlos más entre los turnos. Ser capaz de ponerlos en la zona y después ser capaz de ponerlos en el suelo cuando lo necesite”.
Recapitulemos. El lanzador con control élite y un arsenal de cuatro lanzamientos mostró capacidades para hacer fallar a los bateadores con muchos lanzamientos el lunes, a sus 23 años. Es consciente de qué funciona y qué no en una apertura particular, específicamente en lo relativo a ponches. Añade el hecho de que Gonsolin esté lesionado y Price parezca destinado a un rol en el bullpen, y May de repente parece disfrutar de una seguridad laboral que no parecía tal la semana pasada.
Roberts también tuvo en cuenta los 16 fallos de los bateadores de May el lunes. “Es progreso”, dijo Roberts en la entrevista pospartido. “Creo que está empezando a entender su potencial y su mezcla de lanzamientos”.
Y para aquellos que adquirieron a Dustin May en su día, también son noticias excelentes.
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