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Traducido Por José M. Hernández Lagunes
Perdida en la razonable preocupación por las tasas récord de cuadrangulares y los totales de ponchados por las nubes, hay otro resultado que también ocurre más frecuentemente que en cualquier momento previo en la historia de la MLB: el bateador golpeado por un lanzamiento. Rob Mains recientemente señaló que en lo que va de la temporada 2021, estamos en camino de registrar la mayor cantidad de bateadores golpeados en la historia. Esta tendencia recibió atención adicional después de que Bryce Harper recibiera una bola rápida en la cara hace unos días (afortunadamente sin consecuencias).
A diferencia del aumento de cuadrangulares, no hay un culpable claro de por qué están aumentando los bateadores golpeados. Al examinar los datos de Statcast más recientes se observa que un grupo inesperado de participantes puede ser el culpable: los propios bateadores. A pesar de la preocupación de que los lanzadores lanzan más fuertemente y con menos control, los lanzadores han tirado menos del tipo de lanzamientos que pueden golpear a los bateadores, pero de repente, los bateadores están siendo golpeados más a menudo con lanzamientos justo fuera del plato.
Es importante señalar que sólo voy a apuntar a la reciente explosión de bateadores golpeados en los últimos cuatro años. Como Rob ha hábilmente relatado en Baseball Prospectus, hay una larga tendencia histórica de aumento gradual de las tasas de bateadores golpeados que se remonta a la década de los 80s. Rob ha dado con dos de los principales factores en el aumento a largo plazo de los bateadores golpeados: la plaga de los ponches lleva a más conteos de lanzadores y la mejora de la velocidad de los lanzamientos deja a los bateadores menos tiempo para reaccionar. De 1984 a 1997, las tasas de bateadores golpeados por juego se duplicaron, probablemente por razones diferentes a las que impulsaron el reciente aumento. Por el contrario, de 2013 a 2021, los bateadores golpeados por juego aumentaron en la misma cantidad, pero supusieron un incremento del 33%.
El sospechoso natural es el nuevo grupo de súper lanzadores, quienes emplean las velocidades medias más altas de la historia de la MLB, frecuentemente aunadas a bolas rompientes que parecen moverse metros en su trayecto desde el montículo hasta el plato. Si esos lanzadores tienen que sacrificar su control para producir esas ofertas tan llamativas, entonces tal vez haya más lanzamientos erróneos hacia el bateador.
Afortunadamente, hay datos (desde 2008) para medir a dónde viajan los lanzamientos. Incluso cuando no cruzan el plato, PitchF/X y ahora Statcast registran dónde cruzó cada lanzamiento el plano definido por la parte delantera del plato. No es de extrañar que los lanzamientos que resultan en bateador golpeado tiendan a ser lanzados muy adentro, a unos 45 centímetros o más. Si los lanzadores estuvieran detrás del aumento de bateadores golpeados, se esperaría ver muchos más de estos lanzamientos. Pero ese para nada es el caso. De hecho, según los datos disponibles, ha habido significativamente menos lanzamientos apretados en los últimos años. De 2017 a 2019, el número (y la frecuencia) de los lanzamientos a más de 60 cm del plato y hacia el bateador disminuyó. En lo que va de 2021, el porcentaje de lanzamientos tan adentro solo ha subido un 5% respecto a 2017.
Hay otros factores que pueden generar a un bateador golpeado, como la velocidad adicional y la nueva preponderancia de la liga de lanzamientos rompientes. Pero la integración de todos ellos requiere un poco de trabajo estadístico. Para ver si el lanzamiento estaba detrás del reciente aumento de bateadores golpeados, utilicé un modelo lineal generalizado en los datos de 2017 para estimar la probabilidad de cada instancia de bateador golpeado como una función de la ubicación del lanzamiento, su movimiento y su velocidad.
Luego comprobé si el modelo predecía el mismo número de bateadores golpeados en los últimos años. En resumen, basándonos únicamente en el repertorio de los lanzadores, deberíamos haber visto a lo sumo un pequeño aumento de golpeos desde 2017 hasta ahora (alrededor de un 1% de aumento). Lo que realmente hemos visto es un enorme y drástico salto del 33%.
Esto significa que los lanzamientos demasiado potentes y mal ubicados no son los culpables del reciente aumento de los bateadores golpeados. Pero los golpeos son un proceso de dos partes: primero, el lanzamiento tiene que estar lo suficientemente adentro para que el bateador sea golpeado; segundo, el bateador tiene que fallar al esquivar. Es este último paso el que parece explicar por qué los bateadores golpeados están incrementando.
Simplemente mirando los lanzamientos adentro cuenta el cuento. En 2018, alrededor de 27,000 lanzamientos fueron lanzados entre 30 y 45 cm adentro a los bateadores diestros. La zona de strike, en la práctica, va desde aproximadamente 30 cm desde el centro en cualquier dirección, lo que significa que estos lanzamientos estaban en cualquier lugar desde menos de 3 hasta 15 cm fuera del borde de la zona de strike (de hecho, alrededor del 10% de ellos fueron cantados strikes).
Hacia 2018, aproximadamente 1 de cada 220 de esta categoría de lanzamientos resultó en un bateador golpeado (0.45%). En 2019, eso aumentó a 1 de cada 160 lanzamientos (0.6%). El año pasado, alrededor de 1 de cada 120 de estos lanzamientos marginales adentro resultó en un bateador golpeado (0.8%). Esto significa que en el espacio de tres años, los bateadores golpeados en esta zona aumentaron en un 80%. Prorrateado a una temporada completa, el recuento de bateadores golpeados el año pasado en este tipo de lanzamiento habría contribuido con 94 bases por bolas adicionales, y eso es sólo para los bateadores diestros. Esta área por sí sola representa alrededor de una cuarta parte del aumento de bateadores golpeados desde 2017. (El resto proviene de un aumento menos pronunciado en las tasas más adentro).
La historia para los zurdos es un poco más confusa porque 2018 fue un año extraño y atípico con muchos golpeados adicionales y marginales en ese rubro. Pero los años 2019-2020 registraron tasas de bateadores golpeados significativamente más altas que en 2017 en el mismo tipo de lanzamientos interiores pero cercanos que medí anteriormente con los diestros.
Cabe señalar que el movimiento de estos lanzamientos específicos no ha cambiado de forma perceptible y consistente. No están rompiendo repentinamente en los bateadores mucho más de lo que solían; no se mueven mucho más rápido de lo que solían. No hay ninguna razón en particular para creer que son más difíciles de esquivar o que se colocan más adentro, en promedio. Todo se reduce a esto: los lanzamientos que casi nunca golpeaban a los bateadores diestros, de repente lo hacen casi el doble de veces.
Hay posibles explicaciones inocentes para esto que no se pueden descartar. Tal vez los bateadores se han quedado tan perplejos con los abrumadores arsenales de sus rivales en el montículo (aunque no los lanzamientos específicos que les golpean) que no pueden reaccionar a tiempo para esquivarlos. Tal vez los lanzadores son más engañosos ahora. Tal vez sea la tuneleo de los lanzamientos, que ha aumentado durante años, ha conseguido obligar a los bateadores a decidir qué hacer un poco más tarde, quitándoles fracciones de segundo cruciales para esquivar. Pero no hay indicios de que este aumento de golpeos sea un efecto impulsado por el lanzador: después de tomar en cuenta la velocidad, la caída y la ubicación de los lanzamientos, el modelo muestra que los lanzadores no tienen casi ningún impacto adicional en la probabilidad de un bateador golpeado.
Otra explicación más obvia es que los bateadores aceptan lo que les llega. ¿Por qué esquivar cuando al inclinarse ganan un viaje gratis a primera base? Un golpe es tan bueno como una base por bolas, sólo que con más moretones y menos trabajo. Los golpes rara vez conducen a lesiones graves y quizás para algunos jugadores ese sea un riesgo al que están dispuestos a correr.
Aceptar un golpe en la zona justo al lado del plato tiene el beneficio añadido de quitar una valiosa porción del plato. Si los lanzadores no pueden lanzar dentro sin arriesgarse a golpear a un bateador a veces, quizás decidan lanzar adentro un poco menos. Eso supone una amenaza menos de la que preocuparse para el bateador.
No hay una manera fácil y libre de riesgos para disminuir o desincentivar esta epidemia de bateadores golpeados, ya sea desde la perspectiva de los bateadores o de los lanzadores. Dada la falta de ofensiva en la Liga en este momento, los bateadores podrían estar utilizando cada centímetro de espacio que tienen para obtener valor, incluso de esta manera poco convencional. Si los umpires les negaran más agresivamente las bases por no esquivar lanzamientos, se abriría un espacio considerable para los lanzadores, aumentando aún más su dominio (y dando a los umpires una serie de decisiones difíciles).
La semana que viene investigaré qué bateadores y lanzadores están impulsando la reciente tendencia de la Liga hacia totales de bateadores golpeados cada vez más altos. Si se trata realmente de una táctica impulsada por los bateadores, es lógico que algunos bateadores estén a la cabeza, y vamos averiguar quiénes son.
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