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Image credit: © Brad Penner-USA TODAY Sports

Traducido por Marco Gámez

En el artículo de la semana pasada, eché un vistazo a por qué los bateadores golpeados por lanzamientos han aumentado a la tasa más alta esta temporada. Había una buena razón para sospechar que la actual generación de lanzadores lanzallamas podría ser la culpable, pero revisar con más detalle las estadísticas mostró que esa no era la razón. Los lanzadores en realidad están lanzando con mejor dominio en los últimos años, a pesar de la supuesta prohibición de usar sustancias pegajosas.

Eso dejó que la culpa recayera, directamente, en los bateadores, que parecen estar recibiendo pelotazos más frecuentemente con los lanzamientos que están un poco fuera de la zona de strike. Para determinar quiénes son los bateadores que están liderando el aumento, utilicé los datos de Statcast para filtrar los efectos de la velocidad y la ubicación del lanzamiento. El análisis arrojó un resultado sorprendente: los bateadores más jóvenes están acumulando pelotazos como nunca, lo que significa que la epidemia de bateadores golpeados por lanzamientos (HBP, por sus siglas en inglés) puede seguir empeorando.

Medir cuánto contribuyen los bateadores a los HBP es más difícil de lo que parece. Los bateadores no controlan dónde son golpeados y ese es el ingrediente principal para decidir si se dejan golpear. No pueden ser considerados responsables si un lanzador lanza una bola rápida a 95 mph (153 kph) directamente a sus costillas. Ciertos bateadores también tienen un “informe” sobre ellos que sugiere lanzarles cerca de su cuerpo, lo que conducirá a más HBP, aunque no necesariamente porque esos bateadores no se apartan del camino.

Para cuantificar estos efectos y tratar de eliminar la influencia del lanzador tanto como sea posible, construí un modelo estadístico que toma en cuenta a dónde va el lanzamiento, qué tan rápido es y cuánta curva hace. El efecto residual del bateador, después de tomar en cuenta todos estos factores, tiene mucho más peso dependiendo del grado en el que se “inclina” o se aparta del camino.

Este modelo es análogo a la forma en que mis colegas de Baseball Prospectus han estudiado el encuadre del lanzamiento que hacen los receptores, excepto que en lugar de que el resultado sea un strike sentenciado por el árbitro, es un HBP. Entremos un poco en el meollo de la estadística, es un modelo lineal de efectos mixtos, con un efecto aleatorio para el bateador (esto ayuda a ajustar a los bateadores con menor cantidad de muestras). Este efecto aleatorio funciona como un sustituto de la capacidad del bateador para esquivar: cuanto más suprime un bateador la probabilidad de ser HBP, presumiblemente más esquivos son.

Debido a que los HBP son bastante raros, reuní datos de tres años para ajustarlos al modelo (2018-2020). Este período corresponde al aumento reciente en la tasa de bateadores golpeados por un lanzamiento. Estos son los bateadores que, según las estimaciones del modelo, aumentan más la probabilidad de ser golpeados por un lanzamiento.

Bateador Edad
Tim Locastro 28
Derek Dietrich 31
Chance Sisco 26
Carlos Goméz 35
Brandon Guyer 35
César Puello 30
Anthony Rizzo 31
Victor Roblés 23
Dylan Moore 28
Greg Allen 28

La distribución de efectos tiene un pico fuertemente marcado en cero, lo que significa que la mayoría de los bateadores contribuyen con muy poca probabilidad de una forma u otra a los HBP, pero tiene una cola larga y sesgada hacia la derecha. Un puñado de bateadores, una muestra de los cuales se muestra arriba, muestra una influencia desproporcionada en el aumento del número de los HBP. No es justo decir que estos bateadores necesariamente se están inclinando para recibir un golpe a propósito. Los efectos de la postura y el arsenal, la movilidad y el tiempo de reacción juegan un papel importante.

En su mayor parte, con un par de excepciones, estos no son jugadores estelares. Todo lo contrario: en los años que estudié, la mayoría de estos bateadores apenas se sostenían en los puestos de la plantilla, y algunos ya no están en la liga. Su edad promedio es de alrededor de 29.5 años, o un año y medio mayor que el típico bateador de Grandes Ligas, y solo uno de ellos tiene 25 años o menos (Víctor Roblés).

Nadie ejemplifica mejor al grupo que Brandon Guyer, quien destacó en sus días en las mayores por ser golpeado por los lanzamientos. (En Cleveland todavía venden mercancía de “La Piñata” en su honor.) En total a lo largo de su carrera, Guyer acumuló 85 HBP en menos de 1500 apariciones en el plato, aproximadamente uno cada 20 viajes al plato. En la práctica, duplicó su modesto ritmo de recibir bases por bolas al estar dispuesto a quedarse quieto (o, como el mismo lo expresó, “congelarse”).

Guyer nunca fue una estrella establecida de la MLB y solo fue brevemente un útil jugador de banca. Sin sus HBP, no está claro que hubiera tenido la carrera útil que tuvo. Los Tampa Bay Rays lo obtuvieron de los Cubs y le dieron su primera oportunidad de jugar en la MLB antes de cambiarlo a Cleveland.

Hablando de los Rays, ningún equipo tiene una cifra promedio de HBP más alta que ellos. Entre Guyer (que no cuenta para ese número, ya que solo incluye sus datos de 2018), Goméz y Randy Arozarena  (que ocupa el puesto 13 en esta lista), Tampa ha encontrado apariciones al plato para varios expertos en recibir pelotazos. No es necesariamente el caso de que ellos estén enseñando la no evasión de los lanzamientos como una habilidad. El simple hecho de fijar un valor al ser HBP en una estimación (o proyección) de valoración de jugadores, cuando otros no lo hacen, llevaría a un equipo, más comúnmente, a adquirir y desarrollar jugadores con esta capacidad.

Los Rays no son los únicos culpables del enorme aumento de pelotazos en los últimos años, ni tampoco lo es Brandon Guyer. Más bien, al comparar los datos de 2018-2020 con 2016-2017, hay un aumento notable en la cantidad de jugadores con alta cantidad de haber sido golpeados por lanzamientos. En 2016, por ejemplo, hubo 25 jugadores con 10 o más pelotazos recibidos; en 2019, hubo 38. Los 10 jugadores con mayor cantidad de pelotazos (los Rizzos, Guyers y Roblés) representan alrededor de 40 HBP adicionales en ese lapso, pero los 13 bateadores adicionales con más de 10 HBP cada uno representan alrededor de 140 HBP adicionales.

Aunque crear la tabla de clasificación fue un ejercicio útil para demostrar que el ser golpeado por un lanzamiento es una habilidad, resulta que los primeros con más pelotazos recibidos no son, en general, los culpables. El cambio hacia más HBP es un movimiento de masas que trasciende a cualquier jugador individual. Pero claramente recae en una clase de bateadores: los jóvenes. Entre los jugadores de 28 años o más, la tasa de golpeados por un lanzamiento ha aumentado de aproximadamente el 2,4 % de las AP en 2016 al 3 % en 2020 (un aumento del 25 %). Entre los jugadores de hasta 27 años, por el contrario, pasó del 2,2 % al 3,8 % (¡un aumento del 70 %!). Solía ​​ser que recibir un pelotazo era un arte de jugadores viejos; ahora parece ser de los jóvenes.

Desde que la semana pasada establecí que los lanzadores no lanzan hacia adentro con más frecuencia o con más quiebre, y parece poco probable que los jugadores jóvenes sean menos hábiles para esquivar que sus colegas mayores (el tiempo de reacción y la movilidad alcanzan su punto máximo temprano en la vida), esto sugiere que los jugadores jóvenes están aprendiendo (o se les enseña) a inclinarse. El modelo respalda esto: en realidad, existe una correlación débil, pero significativa, entre la edad de un jugador y su propensión a recibir pelotazos. Cuanto más jóvenes son los peloteros, son más propensos a ser golpeados por lanzamientos.

La semana pasada mencioné que podría haber efectos a nivel del arsenal del lanzador que aumenten la probabilidad de producir HBP: si un lanzador es más engañoso, o tuneliza bien sus lanzamientos, tal vez un bateador puede tener dificultades para quitarse del camino, incluso si el lanzamiento no es de los más rápidos o de los más difíciles de esquivar. Pero no creo que esos factores puedan explicar gran parte del aumento reciente de los pelotazos, por dos razones. Primero, cuando incluí un efecto aleatorio en el modelo para el lanzador, descubrí que los lanzadores tienen un efecto en la probabilidad de golpear bateadores aproximadamente cinco veces menor que los bateadores, lo que significa que una vez que se tiene en cuenta dónde y qué tan rápido viene un lanzamiento, otros factores sobre los lanzadores no importan en absoluto.

En segundo lugar, el hecho de que el aumento de los golpeados por lanzamientos se deba más a los jugadores jóvenes no encaja con la idea de que los bateadores perplejos sean golpeados accidentalmente. Los bateadores más jóvenes han visto aumentar su participación en la producción ofensiva alrededor del cinco por ciento entre 2016 y 2019, mientras que los veteranos vieron una disminución similar. Podemos ver esto en el surgimiento de una nueva generación de estrellas, desde Fernando Tatis Jr. hasta Shohei Ohtani. Es difícil creer que los mismos tipos que están recibiendo más pelotazos también estén más confundidos o sean incapaces de esquivar los lanzamientos entrantes.

Siempre habrá tipos como Guyer y Goméz desesperados por aferrarse a un lugar en la plantilla y dispuestos a arriesgarse a romperse un hueso para hacerlo, pero si los jugadores jóvenes deciden en masa aumentar su valor ofensivo con un pelotazo aquí y allá, cambia la forma de la ofensiva de la liga. También crea problemas espinosos para los legisladores de la liga. Aunque existe un argumento estético para la preponderancia de los ponches y los jonrones en la era moderna, espero no ser el único que crea que lo último que alguien quiere ver son bateadores golpeados por lanzamientos feos y potencialmente peligrosos.

Sin embargo, sin algún mecanismo para detener los pelotazos, estos números sugieren que seguirán aumentando. Cualquiera que sea la práctica, la inclinación o el instinto que tengan los jugadores más jóvenes que haga que los lanzamientos que se aproximan los golpeen, parece que se está acelerando. Todavía son raros (menos de uno ocurre en cada juego), pero dada la tasa actual de aumento, eso puede no ser cierto por mucho tiempo. Este año marcará el primero en la historia de la MLB en que hay más HBP por juego que bases robadas. Esta mancha es una señal ominosa del valor del béisbol como entretenimiento y sin acción para cambiar el juego, un presagio de lo peor por venir.

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