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Image credit: Raj Mehta-USA TODAY Sports

Traducido por Pepe Latorre

Seguramente ya habrás escuchado que la anotación ha bajado esta temporada. Hasta el domingo, los equipos de la MLB habían logrado 7.710 carreras en 881 juegos. Es decir, cada equipo consigue una media de 4.38 carreras por partido. Una cifra inferior al 4.65 del año pasado y al 4.83 de 2019. Como señalaba recientemente, aún estamos por encima de los niveles de anotación que se registraba antes de la llegada de la “pelota de goma”, pero el declive es notable. Aquí un gráfico con la anotación por equipo y partidos desde 2020.

Estamos a niveles del 2010. Hubo 4.38 carreras por partido y equipo en 2010 y hay 4.38 este año.

Pero hay más.

El denominador en carreras por juego es, por supuesto, el número de juegos. En 2019 hubo 43.423 ⅓ entradas lanzadas en 2.429 partidos, un promedio de 8,93 por juego. Eso se redujo a 8,61 en 2020 y es de 8,77 en lo que va de año. Desde que se formó la Liga Americana en 1901 esos son los dos totales más bajos por juego en la historia.

La razón no es otra que la regla del corredor en segunda en aquellos partidos que se van a las entradas extras y las dobles carteleras a siete entradas. Como escribí el año pasado estas dos medidas han resultado en un acortamiento sin precedentes de la duración media de los partidos.

Entonces, en lugar de centrarse en las carreras por juego podría tener más sentido mirar carreras cada nueve entradas. Las carreras por juego son una medida sesgada en el mundo del COVID-19. Sustituye juego por nueve entradas en el denominador y la figura de carreras por cambia un poco. Un pelo. En este gráfico, las carreras por nueve entradas están en rojo.

En la mayoría de los años, la diferencia entre carreras por juego y carreras por nueve entradas es insignificante. En 2019 hubo 4,83 carreras por juego frente a 4,86 carreras por nueve entradas. Pero esa brecha se ha disparado. Miremos de cerca lo sucedido entre 2015 y 2021.

Año C/P C/9 Dif
2015 4,25 4,28 0,03
2016 4,48 4,52 0,04
2017 4,65 4,70 0,05
2018 4,45 4,48 0,03
2019 4,83 4,86 0,03
2020 4,65 4,85 0,21
2021 4,38 4,49 0,12

Visto así, la anotación en 2020 es casi pareja con respecto a la de 2019. Las carreras en 2021 son casi idénticas a las de 2018. No estamos muy lejos. Los cambios ligeros en la anotación por juego, y no en la anotación cada nueve entradas, son en parte un reflejo por el cambio en la duración de los partidos. Cuando hay menos entradas, hay menos oportunidades de anotar carreras.

Pero un momento. No todas las entradas extras han sido creadas iguales. En toda la historia del béisbol, al menos hasta que llegó 2019, las entradas adicionales se parecían a todas las demás entradas. La única diferencia era que necesitabas dos dígitos para describirlas. Desde el año pasado las entradas extras empezaron con un corredor en segunda base. Eso es una gran diferencia. En 2019, comenzar una entrada sin outs y sin corredores supuso, en promedio, un 0,5439 de carreras. Sin outs pero con un corredor en segunda el promedio fue de 1,1465 carreras. Esa es una diferencia de poco más de 0,6 carreras por entrada. Es una ventaja significativa para anotar en entradas extra en 2020 y 2021 en comparación con todas las entradas extra de campañas anteriores.

Podemos ajustar esa diferencia. En 2020 hubo 68 partidos que duraron más de nueve entradas. Los equipos que ganaron lanzaron 97 entradas en esos juegos, los que perdieron 78 ⅓. Además, hubo nueve dobles carteleras de siete entradas que se fueron a las extras. Los equipos que ganaron lanzaron 11 entradas en esos juegos, los que perdieron 9 ⅔. En total tenemos 196 entradas en las que un corredor empezó en segunda. En 2020 la diferencia en la expectativa de carreras con un corredor en segunda y sin outs y sin corredores y sin outs fue de 0,6181 carreras (1,1588 vs 0,5407). Eso significa que el corredor en segunda agregó aproximadamente 196 x 0,6181 = 121 carreras a la cuenta de 2020. Lo eliminamos y nos encontramos con que las carreras cada nueve entradas de 2020 caen a 4,78.

Hasta el domingo había 85 juegos que esta temporada se habían ido a más de nueve episodios. Los equipos que ganaron lanzaron 117 entradas en esos juegos, los que perdieron 93 ⅓. Ha habido cinco partidos de dobles carteleras que se han ido a las entradas extras. Los equipos ganadores lanzaron 6 entradas, los equipos perdedores 4 ⅓.

Eso es 220 ⅔ entradas extra. En lo que va del año, la probabilidad de anotar en entradas extra ha superado a la expectativa de anotar en entradas extra en 0,6248 carreras (1,1251 con un corredor en segunda y sin outs frente a 0,5003 sin corredores y sin outs). Eso equivale a 138 carreras extra. En este gráfico, la línea de puntos muestra carreras por nueve entradas ajustadas para la regla de las entradas adicionales.

Aquí tenemos la tabla de arriba, pero con carreras cada nueve entradas y ajustada a la regla del corredor en segunda.

Año C/P C/9 Ajo Dif
2015 4.25 4.28 0.03
2016 4.48 4.52 0.04
2017 4.65 4.70 0.05
2018 4.45 4.48 0.03
2019 4.83 4.86 0.03
2020 4.65 4.78 0.14
2021 4.37 4.41 0.04

Puesto todo en contexto, volvemos a donde estábamos antes: en 2021 la anotación está en su nivel más bajo desde 2015, el año en que cambiaron la pelota después del Juego de Estrellas. Esto es cierto tanto sobre la base de carreras por juego como de carreras cada nueve entradas ajustadas por la regla de las entradas extra. Veremos si la reciente iniciativa de sustancias adherentes cambia el panorama. Pero hasta ahora, estamos ante un nivel ofensivo nunca visto desde que los Royals eran Campeones del Mundo y los Pirates y los Rangers equipos de postemporada.

Gracias a Robert Au por generar las tablas de run expectancy tables for 2020 and 2021.

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