
Traducido por Pepe Latorre
¿Piensas que los lanzadores están utilizando algún tipo de sustancia pegajosa para mejorar la revolución de la pelota? Pues me temo que estás equivocado. Y no lo digo yo. Lo dice Gerrit Cole:
“¡Por Dios! Es la razón por la que casi todos los jugadores han usado algo alguna vez. No importa si son lanzadores o no. Es para tener más control. No quiero ver a jugadores lesionados. No quiero que la pelota empiece a reventarle la cabeza a la gente.”
Se percibe algo de “sería una pena si pasase algo” en el comentario. Hay que reconocer que Cole tiene algo de razón. Pero tener un mejor agarre de la bola también aumenta la rotación y hace que los lanzamientos sean más difíciles de batear. Sports Illustrated lo ha llamado los “nuevos esteroides”.
Aunque como se ha dicho las sustancias pegajosas ayudan a que la bola vaya donde el lanzador quiere. Si pierden firmeza en el agarre parece lógico pensar que lanzamientos que van a la parte interna de la zona acabarán impactando en los bateadores.
Esas teorías se van a poner a prueba a partir del lunes. La MLB va a aplicar rigurosamente las reglas que prohíben sustancias extrañas en la pelota (no son reglas nuevas, como algunos las han descrito. Las Reglas 3.01, 6.02 (c) y 6.02 (d) ya prohíben aplicar cualquier cosa a la pelota y prevén penalizaciones por tales acciones). Los árbitros revisarán regularmente a los lanzadores. Cualquier posesión o uso de material pegajoso será castigado con una expulsión y una suspensión de diez días.
¿Supondrá esto que más bateadores sean golpeados por lanzadores? Como escribí en abril, los bateadores estaban siendo golpeados con mayor frecuencia. La tendencia se ha frenado desde entonces, pero solo un poco. Hasta el sábado, los bateadores habían sido golpeados una vez cada 87 apariciones al plato. Es el segundo registro más alto de todos los tiempos después de las 81 del año pasado. Ha habido solo cuatro temporadas desde que se formó la Liga Americana en 1901 en las que los bateadores han sido golpeados en más del uno por ciento de las apariciones al plato: 2018, 2019, 2020 y 2021.
Si la afirmación de Cole es cierta los bolazos a bateadores van a aumentar. No obstante, no hay forma de saber si hacer cumplir la regla generará variaciones hasta que tengamos experiencia con la aplicación de la regla, ¿cierto?
Pues no. La regla no entró en vigor hasta el primero de los dos juegos que ayer por la tarde (en referencia al lunes) enfrentaron a Mets y Braves. Sin embargo, los lanzadores abandonaron sus prácticas hace un mes, cuando la MLB hizo público su anuncio. Eso ha reconocido Cole. Y lo mismo ha hecho Tyler Glasnow, quien culpa a su decisión de la lesión en el UCL. Los patrulleros de Statcast andan observando las revoluciones con el mismo celo con el que se analizaron los totales de cuadrangulares hace un par de décadas.
La revolución cruda, como un total de jonrones individual, no tiene por qué decir mucho (bueno, quizás en 1996 si nos dijera algo sobre este tipo). Como Rob Arthur escribió aquí la semana pasada hay más factores: el arsenal del lanzador, la temperatura, el estadio y la velocidad. Algunos cambios son estadísticamente significativos, otros no. Afortunadamente, Jonathan Judge hizo el trabajo pesado por nosotros. Su investigación, también publicada la semana pasada, encontró una disminución dramática en las revoluciones durante las dos primeras semanas de junio. Como escribió, “es razonable concluir que la MLB estaba en lo correcto en su evaluación del efecto que las sustancias que mejoran el agarre habían tenido en el aumento de las revoluciones. El objetivo de eliminar las sustancias del juego está comenzando a tener el efecto disuasorio deseado”.
Así que si los lanzadores están usando menos sustancias adherentes en junio, qué está pasando con los bolazos recibidos por los bateadores. ¿Están acaso, como dijo Cole, subiendo?
La respuesta sencilla es no. En abril y mayo hubo un bateador golpeado por cada 85 apariciones en el cajón. Hasta el pasado domingo, en junio, se habían registrado una cada 92. Los bateadores están recibiendo menos bolazos. Están más seguros ahora que cuando los lanzadores usaban sustancias.
Pero las respuestas sencillas no siempre son las correctas. En abril, uno de cada 77 bateadores fue golpeado. En mayo el promedio se rebajó hasta uno cada 94. Ese uno de cada 92 que estamos viendo en junio sugiere que en comparación con el mes anterior los bateadores corren más peligro.
Amplié este análisis para averiguar qué está pasando. Miré las tasas de bateadores golpeados de abril a junio para cada una de las últimas cinco temporadas completas (es decir, del 2016 al presente excluyendo 2020). Esto es lo que tengo. Recuerda, un valor menor significa que los bateadores reciben bolazos con más frecuencia (y sí, sé que en las gráficas de barras se supone que debes comenzar desde cero. Si queréis me podéis denunciar). Los datos para junio de 2021 son hasta el domingo, el día antes de que se endurecieron las normas.

(Mis agradecimientos al Baseball-Reference Stathead Team Batting Split Finder!)
No es raro que los bateadores sean golpeados con más frecuencia en junio que en mayo. Ocurrió también en 2016 y 2018. Abril fue el más peligroso de los primeros tres meses de 2019 y 2018, como lo ha sido también este año. El patrón en lo que llevamos de 2021 (muchos bateadores recibiendo bolazos en abril, menos bateadores en mayo y algunos más en junio que en mayo) no difiere de lo sucedido en las últimas temporadas. Es exactamente el mismo patrón que en 2018. Lo único fuera de lo común respecto a años anteriores es la frecuencia. Los bateadores fueron golpeados con más frecuencia en abril de 2021 que en abril de 2016, 2017, 2018 y 2019. También en mayo. Y, hasta ahora, junio.
No hay nada que sugiera que junio de este año sea inusual. Eso podría cambiar durante el resto del mes o durante el resto de la temporada. Quizás el endurecimiento de las medidas tenga un efecto más pronunciado. Pero hasta ahora, los cambios en la manipulación de la pelota, como demuestra la caída en las revoluciones identificada por Jonathan, no ha supuesto que más bateadores sean golpeados. Quizás todo ese discurso de la seguridad del bateador no fuera más que una cortina de humo. Ya veremos. Yo os lo haré saber.
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