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Image credit: Joe Nicholson-USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

No necesito contarte las muchas maneras en que el mundo cambió en 2020, dentro del béisbol y más allá. Pero al igual que nosotros todavía estamos asimilando las consecuencias, también lo hace nuestro pasatiempo. Específicamente, la abreviada campaña de 2020 condujo a resultados imprevistos en 2021, especialmente en los meses finales de la temporada, que podrían tener impactos importantes en las carreras de los principales premios.

Los finalistas de esas competencias se anunciaron anoche. El modelo de predicción de premios que traje aquí este año, y del que realicé una versión actualizada después de agosto, no se ha ajustado de forma significativa para nuestro mundo posterior a 2020.

Es difícil imaginar de qué manera el año de la pandemia ha impactado en esta temporada. Pero una forma que podría tener un efecto masivo en la votación de este año es cómo pocos jugadores han calificado bajo las directrices de la MLB para las tablas de clasificación de fin de año.

Por ejemplo, el número de lanzadores de la Liga Americana que cumplen con las calificaciones mínimas de entradas para las tablas de clasificación de fin de año ha tendido a la baja durante años. Había 39 en 2016, un número que ya había bajado a 23 en 2019.

¿Este año? Quince. Y ya. Quince lanzadores. Siete equipos—Baltimore, Cleveland, Detroit, Kansas City, Los Ángeles, Minnesota y Tampa Bay—no tienen ninguno. Eso significa que muchos nombres de los contendientes no aparecerán en las tablas de clasificación cuando los votantes hagan su evaluación. Se puede argumentar que esto no debería importar, que quien tenga un voto no debería dejar que alguien se le escape, pero ¿se puede estar seguro de ello? ¿Puedes saber cuántos periodistas que no ven jugar a los White Sox más de dos veces al año recordarán a Carlos Rodón sin ver su nombre mientras hacen su evaluación?

En última instancia, el modelo es un intento de cuantificar un colectivo de evaluadores humanos y predecir cómo reaccionarán. Por ello, necesariamente, va a fallar en algunas cosas. Todo esto es, esencialmente, una advertencia para el hecho de que este es el conjunto de carreras más ajustado que he visto desde que creé el modelo.

Con la posible excepción del MVP de la Liga Americana, el modelo espera que todas las carreras sean bastante reñidas. Esto supone un arma de doble filo. Es la prueba más real del modelo hasta la fecha, lo que también significa que es el conjunto de predicciones en el que tengo menos confianza.

Cy Young de la Liga Americana 

El fulgurante final de Robbie Ray fue tan impresionante que en realidad me sorprendió que no terminara primero en el modelo. Acabó liderando la Ligas en ERA, ponches, entradas lanzadas y WHIP. Normalmente, esa es una fórmula bastante buena para el modelo.

Esto puede reducirse a los números subyacentes. El FIP de Ray es de 3.69, peor que el de Sean Manaea. Sus K/BB y K/9 son excelentes, pero los de Cole son mejores. Ray lidera a los lanzadores de la Liga Americana en bWAR (6.7), pero su fWAR (3.9) es apenas séptimo. Sea como sea, la votación parece destinada a estar reñida.

Aparte del ganador, será interesante ver en qué posición termina Liam Hendriks. Ha tenido una temporada tremenda con unos periféricos sorprendentes, e incluso ha conseguido ocho victorias junto con sus 38 salvamentos, liderando la Liga. Pero a menudo se necesita algo generacional para hacer olas en esta carrera como cerrador.

MVP de la Liga Americana 

Como he mencionado en anteriores entregas, nunca hemos visto un jugador como Shohei Ohtani en nuestra vida. Y tampoco el modelo. Su temporada hasta el mes de julio fue tan dominante que esto no importaba: era el claro favorito para ganar el MVP basándose únicamente en su ofensiva, sin tener en cuenta su actuación en la lomita. Eso ya no es cierto.

Sin ningún tipo de impulso por parte de su picheo, el modelo lo situaría en segundo lugar en la carrera, detrás de Vladimir Guerrero Jr. Ahora, claramente, recibirá alguna consideración por su picheo. No hay una buena manera de saber cuánto, pero si le atribuimos el mismo aumento que el modelo da a los receptores—que es lo que he hecho—él gana. Yo diría que merece más que eso, dado el valor que ha proporcionado sobre el montículo, y que las predicciones específicas del modelo pueden estar subestimando cómo se desarrollará la carrera. Pero lo que antes parecía que podría ser un voto unánime a favor de Ohtani parece ahora mucho menos probable que termine así.

En el otro extremo del espectro de finalistas, el modelo tiene a Salvador Pérez superando a Marcus Semien por el tercer lugar, gracias a sus marcas históricas esta temporada. No sería una sorpresa que Semien terminara en tercer lugar, ya que la carrera está muy reñida.

Cy Young de la Liga Nacional

Una cosa que el modelo no tiene en cuenta es el sesgo de actualidad. A lo largo de los años he considerado si debería o no serlo. Y quizás el jugador mejor posicionado para poner a prueba la cuestión es Max Scherzer.

El modelo tiene a Scherzer en un tercer lugar muy cercano en la votación. Ha tenido un año innegablemente bueno, pero sólo lideró su Liga en una categoría importante, con un 0.864 WHIP. Pero en 11 aperturas con los Dodgers tras su traspaso, tuvo marca de 7-0 con un ERA de 1.98, ponchando a 89 y permitiendo sólo ocho bases por bolas en 68 y ⅓ entradas. Si los votantes dan más peso al cierre de temporada, podría terminar fácilmente en segundo lugar o ganar el premio directamente.

Pero al modelo le gusta Burnes, ¿y por qué no iba a gustarle? Es el líder de la Liga Nacional en ERA, K/9 y K/BB. Para el bloque de votantes de estadísticas más avanzadas, también es líder en FIP y fWAR. No es el nombre más grande o del mercado más grande, pero fue el mejor lanzador en un ganador de división el cual contó con la mejor rotación de arriba a abajo en la Liga.

MVP de la Liga Nacional

Antes de que los fanáticos de Atlanta asalten la sección de comentarios, Austin Riley y Freddie Freeman terminaron cada uno con puntuaciones brutas en los 90, justo fuera de los cinco primeros. Pero nuestro Top 3 más cercano de cualquier premio incluye a dos jugadores de equipos que ni siquiera llegaron a la postemporada, lo cual es una medida cada vez más difícil de analizar.

Tatís tuvo una ventaja dominante en esta carrera durante un tiempo, pero terminó liderando la Liga en una sola categoría importante, con sus 42 cuadrangulares. Harper tuvo un buen final, pero no fue suficiente para llevar a los Phillies a la postemporada. Soto fue quizás el mejor bateador del béisbol en la segunda mitad, para uno de los peores equipos.

Y luego está Trea Turner. El campeón de bateo también lideró la Liga en bases robadas y terminó entre los líderes en una serie de otras categorías para un equipo con 106 victorias. Será toda una prueba de lo que más importa a los votantes este año.

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