
Traducido por Carlos Pérez
Por fin, el duro camino de los New York Mets para encontrar un mánager general ha llegado a su fin. Con la contratación de Billy Eppler, los Mets han conseguido todo lo que necesitaban para esta postemporada, con algunos agujeros que rellenar y una plantilla de talento mundial en el campo…
[se toca la oreja]
Lo siento, me comunican en estos momentos que Eppler tiene algo que decir sobre el equipo.
“Veo la plantilla y definitivamente quiero tratar el tema de los lanzadores”, dijo Eppler a los medios al sentarse junto al dueño de los Mets, Steve Cohen, y el presidente del equipo Sandy Alderson, el viernes. “También vamos a mover las cosas en el jardín y en el infield”.
Un rápido vistazo a cualquier plantilla indicaría que esto es virtualmente todas las posiciones del diamante, salvo el receptor.
No está equivocado, por supuesto. Los Mets vienen de una temporada 77-85 que fue potenciada principalmente por un staff de lanzadores que se enfrenta a la pérdida potencial de su abridor más consistente (Marcus Stroman). Ya perdió al relevo Aaron Loup y su ERA de 0.95 en la agencia libre.
Aunque la tarea implica un inicio tardío, un desarrollo limitado (gracias a una huelga potencial desde el 1 de diciembre) y ninguna garantía real de éxito, esto no debería detener a los propietarios de fantasía de sacar partido de lo que parece una postemporada con muchos cambios en Nueva York. Después de todo, tienes a tu mánager general en su puesto desde hace semanas, si no meses o años.
Aprendimos algunas cosas útiles de la conferencia inicial de Eppler, especialmente con algunas que luego reforzó Cohen. Comencemos con su comentario inicial sobre los lanzadores, que se enlaza con un comentario que hizo Eppler en una entrevista: “Muchos de esos agentes van a oír hablar de mí”, añadiendo que quizá traería dos o tres lanzadores abridores.
Un vistazo rápido al cuadro de profundidad te dice lo que eso significa. Lo que pienses del 2021 de Tylor Megill, que ofreció muchas razones para el optimismo a pesar de su falta de pedigrí, o de David Peterson, que tenía algo más de fama procedente del sistema, suena a que Eppler los quiere en la profundidad de Triple-A o como relevistas largos la próxima temporada. Megill y Peterson, en el mundo ideal de Eppler, estarían detrás de Jacob deGrom, Carlos Carrasco y Taijuan Walker. Eso probablemente ubique a Peterson donde debería estar en ADP (posición media del draft de ligas de fantasía) desde el inicio de la temporada baja – aunque en el puesto 553, quizá querría algo más de beneficio con mi billete de lotería – pero la posición actual de Megill en el Top 350 es demasiado alta, asumiendo que los Mets cumplen su palabra y deciden gastar
Personalmente, tengo a Megill muy por encima de Peterson en mi lista personal así que, si esos dos o tres abridores son solo dos, ajústate en consecuencia.
Tan interesante fue, sin embargo, las confirmaciones recurrentes de Eppler y Cohen de que los Mets tendrán mucho dinero para gastar. Más aún, la pareja enfatizó que gastar el dinero disponible será necesario para cumplir las mejoras requeridas esta temporada baja. Aquí hay un ejemplo representativo:
“Le he dicho a Billy que, con los acuerdos justos y los agentes libres apropiados, vayamos a por los jugadores que necesitamos”, dijo Cohen. “Tenemos que ser competitivos. Queremos ganar nuestra división y estar en los playoffs y avanzar en los playoffs. Queremos alinear un equipo que tenga la habilidad para hacer eso. Le he dicho a Billy y Sandy que, cualquier cosa que necesiten, estoy aquí para oír sus sugerencias y recomendaciones”.
Típicamente, ese tipo de comentario se refiere más a agentes libres que a traspasos, pero la adquisición de Francisco Lindor y Carlos Carrasco el pasado invierno es un recordatorio de que muchos equipos de ligas mayores están en el negocio de “traspasos como vertederos de salarios” o, incluso peor, el negocio de “evitar el incremento salarial”.
Como gran parte de la fuerza del sistema de granjas de Nueva York está lejos de despuntar, este deseo de traer agentes libres solo debería tener un impacto en 2022 en unos pocos prospectos de los Mets. Pero uno podría ser Brett Baty, quien en teoría sería una adición lógica en Queens tras un inicio seguramente fuerte en Triple-A la próxima temporada. Un equipo que carece de una respuesta verdadera en tercera base en nivel grandes ligas podría usar a alguien como Baty. Por otro lado, para un equipo buscando ganar ahora mismo, los Mets tienen menos lugares obvios que la tercera base para mejorar una alineación que terminó 13ª en la Liga Nacional en carreras anotadas la pasada temporada. Si los Mets hicieran algo como traer a Kris Bryant, el lugar mas lógico para que jugara sería la tercera base. Si trajeran a uno de los campocortos élite, dada la presencia de Francisco Lindor, podrían aterrizarlo en la tercera base en lugar del campocorto. Y ninguna de estas hipotéticas llegadas sería mediante contratos a corto plazo.
Una gran parte del valor de Baty es su defensa en tercera base. Su guante le separa de alguien como Mark Vientos. Así, mientras los Mets jugaron con Baty una buena porción de tiempo en el jardín izquierdo la pasada temporada mientras ascendía por el sistema, el potencial agujero en la tercera base le convierte en más valioso para otro equipo. Aquí es donde podría llegar un traspaso. Después de todo, ni Vientos ni Baty desplazarán a Pete Alonso en primera, y asumiendo que hay un bateador designado en la Liga Nacional en 2022, esa es la posición lógica de Dominic Smith fuera de la primera base.
Hablando de Smith, esto de Eppler captó mi atención:
“El proceso que seguiremos cuando evaluemos nuestra ofensiva es: ¿Cuáles son las métricas del proceso subyacente que van a mejorar su rendimiento, y hubo algún elemento de mala suerte? ¿Esperamos que los números en el dorso de la carta de béisbol no son, en realidad, los números reales que esperamos que contribuya ese jugador?”
Ese es Smith, si hablamos simplemente de regresión hacia la media, pero también puede ser sobre Michael Conforto, cuyo OPS puro bajó casi 200 puntos desde 2020 (.927) a 2021 (.729), pero cuyo DRC+ permaneció casi idéntico (de 105 en 2020 a 102 en 2021). Un período de agencia libre que incluye fichar muchos abridores caros y Conforto, además, requerirá apuestas similares de rebotar en otros lugares del campo. También sugiere un nivel seguro de confianza con los números de Lindor y, hasta cierto punto, Jeff McNeil.
Dicho de otra manera: todo el mundo en la alineación de Nueva York el año pasado se presentan como mejores apuestas para acumular números similares de turnos al bate en 2022 que la mayoría de los protagonistas tendrían en un equipo que terminó 13º en carreras anotadas la temporada pasada. Eso es, salvo que Steve Cohen realmente decida gastar $300 millones en el equipo del año próximo, o que ninguno de los mejores lanzadores abridores agentes libres acepten el dinero de los Mets. En particular, todo esto está bien para McNeil, que estará en mi lista de ‘rebotes’ de cualquier modo con un perfil de bateador que realmente no cambió mucho de 2020 a 2021. McNeil solo se convierte en más atractivo si Javier Báez firma por otro equipo, con muchos menos segundas bases puros en el mercado de agentes libres.
Solo piensa en qué tipo de travesuras zoológicas podrían suceder en el doble play de los Mets el año que viene si eso sucede. Y si no pueden encontrar un acuerdo, bueno, la mejor posición de McNeil es el jardín izquierdo, de todas formas. Muchas papeletas para que consiga 500 turnos para un tipo que está estos días el número 300 en ADP.
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