Traducido por Pepe Latorre
Durante las últimas semanas de diciembre eché un vistazo tempranero a las plantillas de cara al 2022. El cierre patronal generó mucha actividad en el mercado, pero también dejó a bastantes peloteros sin firmar.
Es imposible considerar todas las opciones. Tampoco tiene mucho mérito decir que Carlos Correa va a jugar todos los días allá donde vaya. Quería centrarme en agentes libres sin tanto cártel, en aquellos cuyas opciones parecen algo más precarias o al menos más volátiles. ¿Qué pelotero puede tener un rendimiento más variable? ¿Quién me preocupa más? Aunque analizé toda la lista no tuve que buscar demasiado en nuestro Top 50 de agentes libres para encontrar una respuesta: Carlos Rodón.
El DRA- de 68 de Rodón quedó empatado en el segundo lugar entre los abridores que lanzaron al menos 100 entradas. Sin embargo, hay un problema: su hombro. Efectivamente no fui el único que se preocupó por Rodón y su hombro antes del fin de la temporada pasada. Que aún no haya firmado no debe preocupar en demasía, recordemos que hay un cierre patronal (y además Scott Boras es su agente). Sin embargo, y no sé si de una manera racional, mi preocupación por Rodón ha crecido.
Seamos realistas: alguien va a firmar a Rodón. Puede ser un contrato de varios años o una única temporada que le dé la oportunidad de demostrar que está sano. Creo que la naturaleza de ese eventual acuerdo nos dirá mucho sobre la confianza que tienen los equipos en su salud. Si Rodón fuera el lanzador que vimos en la primera mitad, en la que no tuvo complicaciones, no hay duda de que podría conseguir un contrato importante.
Sin embargo, es difícil obviar los cambios en su velocidad durante los últimos tres meses de la temporada pasada. Este gráfico muestra su velocidad de lanzamiento, en millas por hora, de su bola rápida (línea negra), su cambio (azul), su slider (rojo) y su curva (amarillo).
A principios de julio Rodón llegaba fácil a las 96 millas y tocaba los tres dígitos. Incluso si ignoramos su alarmante final de temporada regular, en su penúltimo turno vio su velocidad caer a 93 y 96. Así es, Rodón luchó por alcanzar la misma velocidad a la que estaba abonado menos de tres meses antes. Es un desarrollo particularmente significativo porque Rodón usó su bola rápida de cuatro costuras más que nunca, lanzándola casi el 60% de las veces. Su slider ha logrado tradicionalmente la mayor parte de sus ponches, pero los 90 strikes de su bola rápida fueron solo uno menos de los que produjo su slider.
¿Me estoy preocupando por nada? Seguramente si. La ex tercera selección del draft ponchó a 140 bateadores y caminó solo a 26 en las 92 2/3 entradas que lanzó antes del 18 de julio. Eso le valió para acumular un 2.21 de FIP. A partir de ese momento, su velocidad comenzó a descender y solo hizo siete aperturas más, ponchando a 40 y caminando ocho en 32 entradas. ¿Su FIP durante ese tramo? Un todavía bastante bueno 3.14. Si obtenemos más de un ponche por entrada y una tasa de boletos tan minúscula, es difícil imaginar una situación en la que Rodón no sea una excelente opción para las ligas de fantasía, siempre y cuando esté haciendo esas aperturas.
La velocidad de la bola rápida volvió incluso a subir en una apertura corta (y no demasiado exitosa) de la postemporada, pero el gráfico muestra que no todo vino con él, ya que el cambio se resintió mucho. Aunque podría ser un problema menor, estamos hablando de su tercer lanzamiento, nos indica que las cosas no estaban funcionando como deberían. Tampoco le doy mucho crédito a recuperar unas millas de velocidad en una apertura de 56 lanzamientos y 2 2/3 entradas después de 12 días de descanso.
Justo después de esa última salida en la que su velocidad se hundió, Rodón apareció en una lista de abridores que habían visto aumentos dramáticos en su carga de trabajo. En ese momento ya había realizado 780 lanzamientos más de los que había hecho en los dos años anteriores combinados. Agregó otros 610 pitcheos a ese total durante el resto del año. Quizás eso es todo lo que era: un abridor agotado que no había tenido la oportunidad de aumentar lanzamientos en temporadas anteriores.
El hecho es que Rodón ha lanzado un total de 175 entradas en las últimas tres temporadas, y ese límite es lo que deberíamos esperar en el futuro. Podría llegar a un equipo que esté un poco más preparado para actuar con una rotación de seis hombres, como los Angels. Podría terminar en los Dodgers, una organización que estará más que dispuesta a usar a Rodón para 20 aperturas de élite en lugar de presionarlo y arriesgar su salud.
Entonces, ¿qué debemos hacer en las ligas de fantasía? Sobre todo cuando existe la posibilidad de que muchos de nosotros estaremos drafteando, si es que no lo hemos hecho ya, antes de que sepamos dónde irá Rodón y cómo va ser su contrato. Después de analizar su desempeño antes y después de que la velocidad comenzase a bajar, estoy menos preocupado por un bajón en su rendimiento. Esto no quiere decir que no fuera a peor, pero la producción fue tan impresionante en la primera mitad que Rodón pudo declinar y seguir siendo uno de los mejores lanzadores del béisbol.
Mi preocupación está ahora más relacionada con el tiempo que va a estar en el montículo. No sería inesperado que Rodón tuviese problemas más graves que surgen cada vez que los lanzadores comienzan a lanzar en entornos más públicos. Siempre oímos sobre las lesiones que se producen durante los entrenamientos de primavera, donde o bien surgen noticias de que el jugador se sometió a una cirugía recientemente o se hace evidente en sus primeras sesiones que algo no está bien. La evidente posibilidad de que los entrenamientos de primavera no comiencen a tiempo solo aumenta nuestra incertidumbre colectiva.
Es fácil establecer paralelismos con un zurdo mucho más contrastado: Clayton Kershaw. El veterano as de los Dodgers no ha hecho más de 28 aperturas desde 2015, pero ha sido sido élite cuando abre. Además, siempre ha lanzado al menos dos tercios de la temporada. Creo que las opciones de fallar en términos de salud son mucho más amplias en Rodón, también creo que podemos considerar la construcción de nuestro roster de una manera similar, siempre que tengamos en cuenta el mayor riesgo y la falta de historial.
Actualmente Rodón está siendo drafteado alrededor del puesto 120. Esto significa que puedes convertirlo en tu tercer o incluso cuarto abridor y no depender de la producción a nivel de as durante una temporada completa. No estaremos proyectando a Rodón para más de 23 o 24 aperturas el año que viene, pero eso será más que suficiente para que valga la pena. Actuar con prudencia en las otras selecciones de draft seguirá siendo importante. Solo una liga de fantasía con poco nivel te permitirá seleccionar tanto a Kershaw como a Rodón, por ejemplo, y no dejarte con sensaciones de nerviosismo.
En resumen, creo que me siento… ¿bastante bien acerca de dónde está Rodón en este momento? No me gustaría arriesgarme a convertir en mi primer o segundo abridor a alguien que podría no lanzar en absoluto, pero creo que hay un descuento más que suficiente en relación con su desempeño por lo que vale la pena dar el paso.
Claro que me reservo el derecho a cambiar de opinión la próxima vez que se publiquen noticias alarmantes.
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