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Image credit: Jason Getz-USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

En el mundo de los jugadores de segunda base, puede que no haya uno más difícil de analizar con fines de fantasía que Robinson Canó.

Prácticamente en todos los sentidos, Canó es un jugador atípico. Es un jugador que se perdió una temporada entera debido a una segunda suspensión por uso de suplementos prohibidos. El número de jugadores en esa lista se limita al relevista de los Mets Jenrry Mejía, quien obviamente no es una buena comparación con Canó, y Alex Rodríguez. Aunque volveremos a A-Rod, estamos nadando en aguas relativamente poco probadas, siempre y cuando estemos de acuerdo en que perderse una temporada por uso de drogas no es lo mismo que perderse una temporada por lesión.

Aparte de la suspensión por consumo de sustancias prohibidas, tiene 39 años. ¡Treinta y nueve! Ha habido siete jugadores de segunda base en la historia del béisbol con un OPS+ de 100 o más a la edad de 39 años o más, con un mínimo de 400 apariciones al plato, y dos de ellos fueron Joe Morgan. Uno fue Nap Lajoie. Esto no es algo común, y básicamente estamos hablando de grandes de todos los tiempos.

Aun así, no es probable que Robinson Canó juegue segunda base en 2022, por lo que la comparación es un poco incómoda. Su empleador actual, los Mets, no tienen una respuesta obvia para la pregunta de quién ocupará el puesto de bateador designado. Pensar en el BD como un destino obvio para Pete Alonso ignora dos hechos. Primero, Alonso batea mucho mejor cuando juega en primera base que cuando es el bateador designado. Segundo, la versión 2020 de esta conversación asumía que el equipo necesitaba un puesto de tiempo completo para Dominic Smith, pero Smith viene de una temporada de .244/.304/.363 y no puede ser considerado un titular obvio. Alonso debería jugar en la primera base de los Mets en 2022.

Por lo tanto, podría ser Canó la respuesta en el puesto de BD para los Mets, suponiendo que haya un bateador designado en la Liga Nacional. Pero digamos que a pesar de batear para los Mets esta próxima temporada, Canó se las arregla para calificar como segunda base para tu equipo de fantasía de 2022. ¿Qué tipo de producción puedes esperar de él?

Volvamos a A-Rod por un momento. De 2011 a 2013, sus temporadas de 35 a 37 años, registró una línea de .269/.356/.441. Después de su suspensión por uso de esteroides en 2014, regresó en 2015 a la edad de 39 años y bateó .250/.356/.486 con 33 jonrones. Había sido principalmente un tercera base hasta su suspensión, pero después de su regreso en 2015, los Yankees lo desplegaron como BD en todos los juegos menos en cuatro.

¿Es posible un regreso similar para Canó? Quizás vale la pena señalar que Canó fue mejor en las tres temporadas antes de su suspensión que A-Rod entre 2011-2013. De 2018 a 2020, la línea de Canó fue de .285/.340/.466. Si bien A-Rod es solo un jugador, y la diferencia entre las dos muestras de tres años no es demasiado marcada, ofrece al menos una razón para el optimismo de cara al 2022.

Mucho de esto puede reducirse a cuánto comparten los Mets ese optimismo, si asumimos que su valor de intercambio es bastante bajo. Los Mets todavía tienen bastante que resolver en su lista una vez que se resuelva el contrato colectivo de trabajo, y algunos de esos movimientos potenciales podrían afectar a Canó. Lo que la organización haga con Jeff McNeil y J.D. Davis, por ejemplo, tendrá un impacto en la cantidad de tiempo que Canó podría pasar como BD, e incluso podría bloquearlo en la segunda base, y esos son los tipos de movimientos que ayudarán a determinar cuánto tiempo tendrá Canó para demostrar que todavía puede batear.

Pero Canó no confía en la memoria de su actual club. Está tratando de hacer una declaración este invierno, jugando para Estrellas en la Liga Invernal Dominicana. En 43 apariciones al plato, obtuvo una línea de .300/.326/.325, que encaja con lo que le vi yo también. Se podía ver a Canó produciendo su swing de impulsión de líneas, pero, como lo demuestran sus porcentajes de bateo, tenía poca elevación para demostrar su esfuerzo. También pasó algún tiempo en la segunda base.

Sin embargo, hemos visto a un jugador diferente, en lo que debe reconocerse como una muestra pequeña, desde que comenzó la Serie del Caribe. Canó ha representado a la República Dominicana.

Y aunque yo no contaría con él en cuanto a velocidad—su último triple y su última base robada se produjeron ambos en 2016—aquí tenemos un vistazo, eventualmente, yendo de home a tercera.

La pregunta se convierte en: ¿En qué momento vale la pena apostar por Robinson Canó en equipos de fantasía? Y aquí es el único lugar donde la respuesta es clara: por delante de donde va ahora mismo en las ligas NBFC.

El ADP actual de Robinson Canó es actualmente 520. Eso lo convierte en el 49º jugador de segunda base que va en los drafts de este año ahora mismo. ¿Me estás diciendo honestamente que crees que Luis García es una buena apuesta para superar a Canó en 2022? ¿Tony Kemp? ¿Josh Harrison? La proyección del percentil 50 de PECOTA tiene a Andrés Giménez con una línea de bateo de .236/.302/.381 en 2022 (con 17 robos, pero bueno). Giménez va a un promedio de 262 ADP en este momento, más de 250 lugares por delante de Canó. ¿Honestamente consideras que Giménez es una apuesta sólida para superar a Canó en 2022?

Dicho esto, hay muchas razones para ver un factor de riesgo elevado en Robinson Canó como jugador de fantasía en 2022, incluyendo la realidad de que incluso si Giménez es atrapado por usar drogas, no será suspendido de por vida, a diferencia de Canó.

Pero en ligas más profundas, llegará un momento antes de lo que podría pensar en sus drafts—digamos, después de la selección 250—en el que el techo de Robinson Canó es más atractivo que lo que podrían aportar las alternativas en la posición. No dejes que la incertidumbre te ciegue ante ese hecho cuando ocurra. Estate preparado para saltar.

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