Traducido por Pepe Latorre
La situación: los Twins quieren ser competitivos y es probable que Jhoan Duran acabe siendo uno de sus mejores relevistas.
Antecedentes: Duran, nacido en la República Dominicana, firmó por los Arizona Diamondbacks en 2014 por un bono de $65.000. En 2018, después de cuatro años en los circuitos cortos y de novatos, consiguió destacar en una temporada completa. Nos mostró una bola rápida que ha acabado asentándose en torno a las 95 millas y un lanzamiento rompiente de lo más interesante. Inmediatamente después de esto fue incluido en un paquete de peloteros que se fue a Minnesota en un traspaso por Eduardo Escobar. Estuvo en el puesto número 8 de la granja de los Twins esa última off season, en parte porque su “cambio firme con buena acción de caída y separación” se convirtió en un lanzamiento que daba resultados. Ascendió al 5º puesto en el sistema y al Top 101 de novatos gracias a un exitoso 2019 en el que estuvo entre clase A+ y Doble A. Se perdió la mayor parte del 2021 por problemas en el codo.
Informe de ojeador: El lanzamiento de Durán del que más se habla es su “splinker”. Consiste en agarrar la bola como si fuera un splitter pero lanzar como si fuera una sinker, mientras que la mayoría de los splitter de élite actuales se lanzan como si de un cambio se tratase. Pensemos por ejemplo en Kevin Gausman o Shohei Ohtani, que lanzan splitters de unas 85 millas, aproximadamente 10 millas más lentas que sus rectas. Duran lanza su splinker tan duro como puede, y ahora anda asentado en unas 95 millas, un poco a la manera de la splitter clásica. De alguna manera todo esto se remonta a las décadas de 1970 y 1980, cuando la bola rápida lanzada con los dedos separados era un lanzamiento habitual. La diferencia está que Duran lanza mucho más duro que cualquiera de aquellos peloteros. Está lanzando mucho más duro que los Bruce Sutters del mundo. Consigue crear un extraño combo de velocidad y movimiento atípico, a la manera en que lo hace Emmanuel Clase con su cutter.
Ah, sí, y también alcanza los triples dígitos con su bola rápida de cuatro costuras, perfectamente capaz de ponchar bateadores en la zona a base de 99-101 millas. Como abridor es capaz de incluir con regularidad en su repertorio una bola rompiente de unas 85 millas, que habitualmente se identifica con una curva poderosa. El lanzamiento tiene buena rotación y caída, aunque a veces tiende a convertirse en una slurve. Con un arsenal de tres lanzamientos tan poderosos podría convertirse en un brazo importante de la rotación si es capaz de mantenerse sano y llegar a las 30 aperturas.
Pero todavía hay muchas posibilidades de su transición definitiva al bullpen. En alguna ocasión Duran ha tenido problemas para lanzar strikes, y es errático dentro de la zona, incluso cuando la lanza dentro de ella. Esto ha provocado que su desempeño en las Ligas Menores haya sido un tanto agridulce si se tiene en cuenta los tres lanzamientos de élite que poseé. Su velocidad ha disminuido. Aunque es cierto que viene de superar varias lesiones y se perdió la mayor parte de la temporada pasada por problemas en el codo.
Futuro inmediato en la Grandes Ligas: Con unas características tan perfectas para los relevos largos sería raro no intentar convertirlo cuanto antes en un relevista para los momentos más tensos, ¿no? —Jarrett Seidler
Impacto en ligas de fantasía: Tim McCullough acaba de decir que Jhoan Duran es “el comodín en la baraja” del bullpen de Minnesota gracias a su arsenal. Traspasar a Taylor Rogers en el intercambio de Chris Paddack a principios de abril dejó un vacío en el rol de cerrador que obviamente no está cubierto… todavía. Se podrían usar cuatro o cinco tipos diferentes en oportunidades de salvamento hasta que la situación se resuelva sola. Sin embargo, Duran podría tener algo que decir. Mostró su recta de tres dígitos en su debut de dos entradas y cuatro ponches. Aparentemente, el equipo planea usarlo en las entradas intermedias mientras se adapta a las Mayores, pero con lanzamientos tan duros y que se mueven tanto como los suyos parece razonable suponer que serán los bateadores de las Grandes Ligas los que tengan que adaptarse a él.
Es difícil pasar por alto todo lo que ofrece. En serio. Tengo la sensación de que podría aportar en muchas métricas. Siendo como es el béisbol moderno podrían pasar un par de cosas diferentes. Podría acabar como cerrador, en plan Aroldis Chapman, y solo se le permitiría apagar las luces al final del juego mientras acumula saves. O podría usarse en momentos tensos concretos y acumular estadísticas. Su valor final podría depender del formato, pero el talento que ofrece es raro y vale la pena invertir en él con entusiasmo. —Tim Jackson
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