Traducido por Fernando Battaglini
La ofensiva ha tenido una caída dramática en la temporada de béisbol de grandes ligas del 2022, impulsada ante todo por una bola menos aerodinámica que disminuyó los jonrones en comparación con su valor máximo en el 2019. Pero una tendencia secundaria que está matando los hits tiene poco que ver con la pelota, incluso si también está disminuyendo la puntuación en cientos de carreras. Esta temporada, vamos por buen camino hacia el BABIP más bajo en unos 30 años, aunque las fuerzas que impulsan esa tendencia son algo misteriosas.
En este momento, el BABIP de toda la liga se encuentra en un mísero .288, que resulta ser el más bajo desde 1992. El BABIP se mantuvo bastante estable durante la mayor parte de la década del 2010, fluctuando en unos pocos puntos de aproximadamente .297 hasta hace tres temporadas, cuando empezó a caer. Ese año, la caótica campaña 2020 acortada por la pandemia, BABIP cayó seis puntos, de .298 a .292. Una disminución tan masiva llama la atención, pero dadas las otras complicaciones de esa temporada, desde un tamaño de muestra más pequeño hasta la pérdida del entrenamiento de primavera, entre la agonía de la pandemia y el lanzamiento de un nuevo seguimiento, la caída precipitada en hits fue menos notoria.
Sin embargo, continuó en la temporada 2021. La cual presentó la misma marca de .292 antes de caer a donde está hoy, lo que seguramente son suficientes bolas bateadas combinadas para concluir que algo está pasando. La mecánica de BABIP, que mide la frecuencia con la que las bolas en juego son hits, dicta que la calidad del contacto ha disminuido o la defensa ha mejorado. (El clima es un contribuyente muy pequeño para BABIP, pero examinar los números de cada año hasta junio muestra exactamente el mismo patrón).
Ahora llevamos tres temporadas en el sistema Hawkeye, que ya no es nuevo, lo que parece un gran avance en la medición de datos de pelotas bateadas. Y en esta era relativamente estable de un sistema de alta precisión, no hay señales de que la velocidad de salida haya disminuido significativamente o que el ángulo de lanzamiento se haya movido en una dirección u otra. La velocidad de salida promedio se ubica en 88.2 mph, en realidad el número más alto del tramo Hawkeye de tres temporadas, mientras que el ángulo de lanzamiento, en 12.3 grados, está cómodamente posicionado entre los números de 2020 y 2021.
Entonces, en conjunto, no hay razón para creer que la calidad del contacto ha cambiado significativamente. Pero los promedios no cuentan toda la historia. Tal vez la calidad del contacto haya disminuido en las bandas particulares de ángulo de lanzamiento y velocidad de salida que generan la mayor cantidad de hits. Hay alguna evidencia para esta teoría: dependiendo de las clasificaciones de pelotas bateadas que use, las líneas están en su nivel más bajo desde quizás 2011. Este año, representan solo el 20.2% de las pelotas bateadas, frente al 21.6 por ciento de hace un par de años. Teniendo en cuenta que las líneas habitualmente cuentan con un BABIP de .600 o más, perder incluso una de cada cien bolas bateadas de esta categoría tiene el potencial de drenar muchos, muchos hits en la liga.
Esa es una buena evidencia de que el espectro de contacto ha cambiado en la liga. El problema es que las clasificaciones de las bolas bateadas son la clasificación subjetiva de dos cantidades objetivas: el ángulo de lanzamiento y la velocidad de salida de cada bola bateada. Los largueros que miran el juego ponen una etiqueta en cada hit desde el principio, con la esperanza de capturar si es una línea, un elevado o un roletazo, y normalmente hacen un buen trabajo. Pero en este caso, curiosamente, el sistema de monitoreo Statcast no respalda el hallazgo de una disminución importante en líneas bateadas. Independientemente de cómo los defina, la banda de contacto desde un ángulo de lanzamiento de aproximadamente 10-25 grados, con o sin un filtro de velocidad, no parece haber disminuido en ningún grado importante, como sugeriría el déficit de línea bateadas.
Eso deja algo de misterio: considerando que múltiples clasificaciones diferentes de pelotas bateadas están de acuerdo en que hay menos líneas este año, pero el sistema de seguimiento de cámara súper avanzado no está de acuerdo, estamos más o menos de vuelta al punto de partida.
Hay otra posibilidad, por supuesto, que la defensa haya mejorado. Escribí en 2021 sobre cómo las defensas han mejorado tanto que ahora están fildeando limpiamente miles de outs cada año que se habrían convertido en hits hace solo unos años. No se trata solo del shift dentro del cuadro, aunque el shift a menudo se lleva la mayor parte de la gloria. Según análisis previos, optimizar la posición de los jardineros es probablemente al menos igual de importante a nivel ofensivo agregado.
Pero la defensa es mucho más difícil de estudiar porque, aunque el sistema Hawkeye mide dónde se paran y se mueven los jugadores en todo momento, esos datos no están disponibles para el público. En estudios anteriores, tuve que idear finales elaborados para tratar de ver qué equipos estaban haciendo de manera diferente para cambiar su posicionamiento defensivo. Parecía, por ejemplo, que las gerencias de equipos habían aconsejado a sus fildeadores que se pararan más atrás, lo que resultó en más carreras hacia adelante para interceptar pelotas bateadas y quitaron muchos dobles.
Pero no hay señales de un gran cambio en la posición de los jardineros este año, al menos en términos de distancia desde el plato o en las limitadas tablas de alineación de fildeo que produce MLB. Lo que nos deja de nuevo en el punto de partida: preguntándonos por qué una estadística que normalmente es tan estable a nivel de toda la liga disminuiría tanto (cuatro puntos completos) en el espacio de una sola temporada de descanso. ¿Acaso, hubo un salto cualitativo en la defensa que arrasó en la liga de una sola vez? Si es así, ¿qué podría haber sido? O, ¿hay alguna otra fuerza, como un lanzamiento mejorado que crea un peor contacto, tal vez influyendo en el giro de la bola bateada? Otra métrica que Statcast recopila, pero no proporciona al público. Por el momento, con los datos que tenemos, no hay una señal clara de por qué han desaparecido los hits.
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