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Image credit: Brett Davis - USA TODAY Sports

Traducido por Marco Gámez

Spencer Strider está teniendo una temporada inimaginable. Después de comenzar el año en un rol de lanzador para varias entradas viniendo del bullpen, hizo la transición a la rotación y no ha perdido el ritmo. Observa el siguiente cuadro:

Rol Entradas (Juegos) K% (# K) BB% (# BB) Swings fuera zona %
Relevista 24.1 (11) 38.9 (37) 11.6 (11) 31.7
Abridor 35.1 (7) 36.8 (53) 8.3 (12) 32.6
Liga (Todos los lanzadores) xxxx 21.4 7.7 29

Podríamos hablar sobre la caída en su tasa de ponches, pero no es muy interesante y, como veremos en breve, eso es bastante típico de un lanzador que pasa del bullpen a la rotación. Lo que es notable es un descenso en la tasa de bases por bolas y un ligero aumento en la tasa de persecución de lanzamientos porque, claro, es posible que no esté logrando la misma cantidad de ponches, pero ha sido aún más difícil de enfrentar como abridor en comparación con cuando era relevista. Los bateadores están llegando a la base a un ritmo menor mientras persiguen sus lanzamientos que son menos posibles de batear, a pesar de verlo más.

Ha logrado esto principalmente con solo dos lanzamientos: la recta de cuatro costuras, que lanza el 66% de las veces, y una slider, que lanza el 27.5% de las veces. Él tiene un particular cambio de velocidad que incluye en su repertorio. El arsenal es de élite. Como, realmente, seguramente quizás algunos de los mejores arsenales de cualquier abridor en las mayores. Esta es la bola rápida:

A 96 mph (154 kph), esa era una versión de bajo octanaje de su envío. Como abridor, promedia 98 (158 kph).

Esta es una versión de la slider, que registra casi 86 mph (138 kph), que rompe a lo grande hacia el lado del guante:

Esta es otra, lanzada al otro lado del plato y que se parece un poco más a la que habría lanzado Brad Lidge:

Kyle Schwarber hizo un swing un poco errático, mientras que Luis Garcia parecía haber hecho un esfuerzo enérgico, pero perdió esa misma energía cuando abanicó.

Y este es el cambio de velocidad, que llega a 88 mph (142 kph) en promedio, engañando el swing de Yadiel Hernandez:

Coincidentemente, todos estos ejemplos son contra bateadores zurdos. Sin embargo, en realidad no importa, porque el arsenal de Strider es tan bueno que funciona para los bateadores a ambos lados del plato. Sé que insisto en lo bueno que es, pero aquí está la prueba: no hemos visto una racha de siete juegos como esta de un joven abridor en mucho tiempo. Retrocediendo hasta 2012, los lanzadores abridores de 23 años o menos lograron 53 ponches o más en siete aperturas consecutivas un total de 121 veces. José Fernández de los Marlins representó él solo 39 de esas rachas (y logró al menos 50 K otras cinco veces). Solo dos veces lo logró en menos de 40 entradas. Por su parte, Stephen Strasburg lo hizo ocho veces, y además solo lo logró en menos de 40 entradas dos veces. Sin embargo, ninguno llegó allí en tan pocas entradas como Spencer Strider.

Pero, la mayoría de esas 121 rachas no ocurrieron en el transcurso de las primeras siete aperturas de un lanzador. Tomando en cuenta a los lanzadores que poncharon al menos a 50 bateadores en las primeras siete aperturas de su carrera, hay 11 ejemplos y se remontan a 1955, con Herb Score quien lo hizo con Cleveland. No ocurriría otra vez hasta que Gary Nolan lo logró en 1967, luego fueron Jose DeLeon (1983), Dwight Gooden (1984), Al Leiter (1987-88), Kerry Wood (1998), Mark Prior (2002), Félix Hernández (2005), Strasburg (2010), Dinelson Lamet (2017), y Freddy Peralta (2018). Otros tres — Hideo Nomo (1995), Yu Darvish (2012), and Masahiro Tanaka (2014)– también lograron hacerlo, pero jugaron como profesionales en el plano internacional antes de llegar a la MLB. (Gracias a Darius Austin por ayudar con esta búsqueda en particular).

Sin embargo, todos esos jugadores comenzaron sus carreras en las grandes ligas como lanzadores abridores. ¿Qué pasa con los lanzadores que fueron relevistas primero, como Strider? Con un poco de ayuda del equipo de BP y otros amigos del béisbol, armé una lista que no es exhaustiva pero es amplia, que data de 1992. El cuadro a continuación incluye el año en que cada lanzador se convirtió en abridor al lanzar la mayoría de sus juegos en ese rol, la tasa de ponches promedio de la liga para los lanzadores abridores ese año y la tasa de ponches de ese lanzador en particular como abridor en esa temporada. La tasa de ponches no lo es todo, pero es suficiente para servir, en primer lugar, como un indicador de por qué estos jóvenes pueden haber sido movidos a la rotación.

Jugador Temporada Prom K% Esa Temp  K% del P como LA
Curt Schilling 1992 14 16.4
Kenny Rogers 1993 14.2 15.8
Jeff Fassero 1994 15.3 20.9
Pedro Martinez 1994 15.3 24.3
Darren Oliver* 1996 15.6 14.4
Omar Daal^ 1997 16.3 16.3
Jose Lima 1998 16.3 17.8
Scott Schoeneweis* 2000 15.8 10.5
Derek Lowe* 2002 16 14.9
Danny Graves* 2003 15.6 8.1
Carlos Silva* 2004 16 8.7
John Smoltz 2005 15.6 18.2
Jorge De La Rosa* 2007 16.1 13.9
Ryan Dempster^ 2008 16.6 21.8
C.J. Wilson 2010 17.6 20
Chris Sale 2012 18.7 24.9
Carlos Martinez^ 2015 19.5 25.4
Luis Severino^ 2017 20.6 29.4
Brandon Woodruff^ 2019 22.3 29
Julio Urías* 2020 22.9 20.1
Corbin Burnes 2020 22.9 36.7
Freddy Peralta 2021 22.6 33.6
Spencer Strider 2022 21.4 36.8

Notarás que muchos de estos abridores tienen una marca junto a su nombre. Los cinco con la flecha hacia arriba (^) son los únicos que vieron aumentar su tasa de ponches cuando los mudaron a la rotación. Prácticamente todos los demás vieron caer las suyas en al menos un par de puntos porcentuales. Los que tienen un asterisco (*) son los únicos que vieron caer sus tasas de ponches por debajo del promedio de la liga para esa temporada. Strider se destaca nuevamente en un espacio único, habiendo perdido 2.1 puntos porcentuales en la tasa de ponches, pero también obteniendo la mayor cantidad de K de cualquiera en la lista. Es el lanzador que puede darse el lujo de perder más y aún así ser más efectivo que la gran mayoría de estos otros colegas suyos.

Sin embargo, incluso este enfoque no capta del todo la transición que Strider ha hecho este año, porque todos los demás lanzadores pasaron al menos una temporada completa como relevista antes de pasar a la rotación. La mayoría de ellos pasó varios años como relevista, especialmente a medida que retrocedemos en la investigación, lo que Jarrett Seidler señaló que era una estrategia de desarrollo bastante típica en un momento determinado antes de que los equipos decidieran dejar de quemar años de servicio porque los lanzadores no podían ser tan valiosos en relevo. Otros de los nombres en la lista se movieron entre relevar y abrir juegos varias veces en sus carreras. Nadie hizo la transición durante la temporada, y nadie tuvo un impacto tan inmediato. Sería una mala decisión que Atlanta redujera su papel. Su techo está altísimo. Cuando se trata de mudar lanzadores del bullpen a la rotación, Spencer Strider es el sueño.

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