Análisis sobre un análisis de transacciones

Image credit: © Jim Rassol-USA Today Sports

Traducido por Fernando Battaglini

Pittsburgh Pirates envían C Jacob Stallings a los Miami Marlins por LD Zach Thompson, LD Kyle Nicolas, y Jardinero Connor Scott.

El 1 de diciembre de 2021, los Pirates enviaron a su receptor con Guante de Oro a los Marlins, quienes luego lo cambiaron por su ex receptor que no es Guante de Oro a los Padres, lo que resultó en un análisis de transacción cada vez más desquiciado. Ocho meses no es tiempo suficiente para juzgar una transacción de manera justa, pero hagámoslo de todos modos. Una cita extraída del original:

Mientras tanto, Jacob Stallings claramente ya no podría ser un Pirata de Pittsburgh debido a su competencia y elegibilidad para el arbitraje, por lo que se dirige a climas más soleados. Si hay alguna sorpresa para el receptor notablemente consistente, es que su mercado no podría exigir más. La oferta de receptores en la agencia libre requiere una lupa. Yan Gomes, quien ofrece un valor similar (mejor bateo, peor defensa), acaba de recibir un contrato de $13 millones por dos años y, sin embargo, Stallings tiene contrato por tres, es dos años más joven y tiene un salario que depende de la sabiduría de un panel de árbitros que consideran las estadísticas defensivas que existían cuando Steve Yeager introdujo la solapa del cuello.

Los Marlins saben lo que obtienen en Stallings, porque ha acumulado números casi idénticos desde su temporada de novato: Un perfil ofensivo orientado hacia el OBP que se ubica en el rango de 90-100 DRC+ y excelentes números defensivos en todos los ámbitos, en términos de framing, bloqueo y lanzamiento. No hará que nadie olvide a J.T. Realmuto; probablemente no hará que nadie olvide a Jorge Alfaro, por diferentes motivos. Pero él es una solución instantánea a uno de los mayores problemas de Miami, ya que el equipo intenta armarse para una de sus carreras esporádicas por conseguir el comodín.

Media temporada después, los resultados son… malos. Malo para los Marlins: Stallings está teniendo su peor temporada como profesional, con un ISO (.052) la mitad del total de su carrera. Su framing ha caído por un precipicio, pasando de un CDA de 6.5 en 2021 a -1.2 en lo que va de 2022. Malo para los Pirates: los tres muchachos que Pittsburgh consiguió en la venta forzosa han retrocedido este año, con Thompson rindiendo al nivel de reemplazo en la rotación de las Grandes Ligas y ambos prospectos retrocediendo. Roberto Pérez, fichado para sustituir a Stallings (al doble de salario), se lesionó casi de inmediato y los reemplazos han sido uniformemente pésimos. Y malo para mí, por compartir una opinión al respecto.

Ni mencionemos lo que escribí sobre Jorge Alfaro.

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Podemos asignar un valor a casi todo. Stallings puede recibir 7,755 lanzamientos, y podemos estimar que al hacerlo ha contribuido con 0.15 pérdidas a los Miami Marlins en comparación con un receptor defensivo promedio. Mi hija ruega por una muñeca horrible en la tienda de departamentos y puedo recordarle que cuesta lo mismo que 20 hamburguesas con queso. Haciéndonos quedar como tontos, Jeremy Bentham puede dar un largo paseo en una tarde agradable y convertir esa experiencia en utilidad, dándose crédito extra por ayudar a una anciana a cruzar la calle. El ámbito de los deportes no se acerca mucho a las finanzas en este campo, pero pocos pueden igualar sus poderes de cuantificación.

Una de las razones por las que es tan difícil extender esto al análisis de transacciones y, por lo tanto, al análisis de los jugadores, es que no hay una meta. La mitad de una temporada es demasiado pronto para juzgar a cualquiera de estos jugadores. ¿Podría Stallings darle la vuelta? Tanto el dinero de la casa como la experiencia declaran que no sólo puede hacerlo, sino que lo hará. Lo que sea que creamos que sabemos, nunca es suficiente. El análisis del béisbol requiere una especie de paradoja de certeza de Zeno: estamos medio seguros de algo, luego tres cuartos seguros, luego siete octavos. Pero nunca llegamos hasta el final hasta que el último involucrado se retira, e incluso entonces existe la posibilidad de que una nueva métrica nos obligue a reevaluar.

Nadie puede vivir así. No podemos ir por ahí en nuestra vida diaria estando seguros en un 90% de todo, incluso si realmente lo estamos, y especialmente incluso cuando deberíamos estarlo. Entonces, la mayoría de nosotros formamos una opinión sobre las cosas, tal vez le ponemos fecha en nuestros cerebros y la dejamos allí. A veces recibimos dos opiniones que no se concilian Jorge Alfaro, por ejemplo, tiene un OPS+ de 115 y un DRC+ de 72(!)), así que lo archivamos para considerarlo más tarde o simplemente lo desechamos por completo. Y escribimos y leemos análisis de transacciones, porque tenemos que entender un poco este mundo incierto.

El gran problema de la vida es que realmente no hay tiempo para reflexionar. No importa cuán importante sea reconciliar el pasado, siempre hay más presente con el que lidiar primero. El béisbol al menos solía ofrecer una temporada baja, pero ahora eso también es solo un tipo diferente de presente, el ciclo de transacciones y lesiones y avances que simplemente nos lleva hacia adelante como una ola, sin importar cuánto nos gustaría mantenernos quietos. por solo un minuto.

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Los umpires aciertan, si un lanzamiento es bola o strike, el 94% de las veces. La tasa de éxito de los toques de sacrificio ha aumentado ahora que los lanzadores no pueden fallar con el tercera base parado a 45 pies de distancia, pero no es tan alto. ¿Pueden las personas notar, pueden realmente notar, cuando algo es correcto 14 de cada 15 veces? Probablemente no. Y en esos casos, al menos obtienen el 15. ¿Qué pasa con los intercambios? Puedes defender a los Marlins en el canje de Jacob Stallings, porque realmente no tenían otras opciones como receptor, y no cedieron mucho en el canje o en el salario. Los Pirates… se siente seguro decir que es una posibilidad remota que saldrán adelante, solo con el salario de Roberto Pérez.

Así que ponle una D muy pequeña al GM Ben Cherington por ese intercambio. Pero entonces, la pregunta es, ¿con qué frecuencia los equipos necesitan ganar intercambios? ¿Con qué frecuencia necesitan hacer buenos fichajes? (Y eso ignora el factor de restricciones presupuestarias artificiales y salarios desechados, si se siente inclinado a permitir que los equipos empeoren y sean más rentables). La realidad es que no tenemos suficiente muestra, ni siquiera a lo largo de los años, para saber cuál es el verdadero talento comercial de un gerente general, a menos que sea Jerry Dipoto. Incluso la cuestión de qué tan seguros podemos sentirnos acerca de las habilidades de Ben Cherington es algo para lo que carecemos de certeza. Y eso sin entrar en el coste de oportunidad.

¿Con qué frecuencia deben tener razón los analistas de béisbol? ¿Con qué frecuencia tenemos razón, incluso? Nadie lo sabe realmente. No hay tiempo para realizar las múltiples revisiones de argumentos anteriores que serían necesarias para llegar a una conclusión. En realidad, nadie revisa el trabajo de nadie en absoluto, más allá de regodearse con una mala proyección de PECOTA o un escritor pregonando algún argumento poco conocido. Los fanáticos son jueces terribles de todos modos, entrenados (como vemos con los Umpires) para preocuparse y aullar, selectivamente, según lo dicte su estado de ánimo. La gente de estadísticas ajusta sus algoritmos, obviamente, y los escritores de fantasía y prospectos a veces revisan su propio trabajo y buscan sesgos. Es muy bueno cuando hacen esto. También es raro, porque no hay recompensa para ello, aparte de las exigencias del contenido.

Odio estar equivocado. Es una de las razones por las que no tengo más éxito, probablemente. Si yo fuera un árbitro y mi decisión fuera anulada en la revisión, me quitaría las gafas y caminaría hacia el mar más cercano. Al menos agarraría el micrófono del jefe de equipo y me disculparía con la multitud. Pero nadie lo hace, porque las personas sanas y normales no viven así, y los atletas profesionales (y los árbitros) son seleccionados para eliminar mi tipo de debilidad. Son incapaces de vivir en el pasado de esa manera. Otra población que hace lo mismo: literalmente todos los demás. El cerebro está diseñado para eliminar los sueños y los errores estúpidos, mantenerse enfocado en el próximo tigre dientes de sable. Ni siquiera podemos disfrutar de los campeonatos, porque siempre hay algo más por delante. Quizás incluso para Jacob Stallings. Y si no la hay, olvidará que usted (y yo) alguna vez tuvimos una opinión sobre él.