Traducido por José M. Hernández Lagunes
Si se revisa cualquier lista de los peores bateadores del béisbol de las últimas dos temporadas, se encontrará una gran cantidad de defensas destacados (Austin Hedges, Andrelton Simmons) que rondan el nivel de reemplazo, cancelando sus malos toletes con buenos guantes. Pero hay un nombre que está decididamente fuera de lugar en estas listas: Jarred Kelenic, otrora prospecto quien se ha convertido en un improbable fracaso, y que este año tiene un DRC+ de 58 con una línea absolutamente nauseabunda de .224/.266/.378.
Jarrett Seidler ya documentó la caída de Kelenic desde las alturas de los prospectos, pero su destino realza una mayor tendencia que se está desarrollando en las Mayores en las últimas temporadas. El tipo de prospecto de jugador de posición top-10 consensuado absoluto que él representa ha comenzado a fracasar repentinamente con mucha más frecuencia que antes. Aunque estos jugadores a menudo no pueden alcanzar todo su potencial, hasta hace poco rara vez se convertían en imposibles titulares o en un nivel casi de reemplazo. Sin embargo, en los últimos cinco años, el índice de prospectos del top 10 que han fracasado de forma espectacular se ha (discutiblemente) duplicado.
Es difícil definir con exactitud qué es un fracaso porque el desarrollo de un jugador no es lineal. Un jugador puede fracasar estrepitosamente en su primera temporada y convertirse en estrella un año después. Pero para una definición simple y cuantitativa de una palabra compleja y subjetiva, utilicé un WARP de menos de una victoria en sólo uno de los tres años después de que un jugador obtuviera una clasificación de los 10 mejores prospectos (incluyendo la temporada en la que se clasificaron altamente, ya que estas son listas de pretemporada). No es un criterio difícil de cumplir: un jugador de una sola victoria en una sola temporada se considera por debajo de la media, por lo que no valer una victoria ni siquiera una vez en las tres temporadas siguientes indica una profunda falta de contribución al equipo de Grandes Ligas, ya sea por no entrar en la plantilla o por jugar pésimamente una vez en ella.
Junté las clasificaciones de prospectos de Baseball Prospectus en los últimos 15 años y las crucé con los totales de WAR para luego encontrar cuántos jugadores cumplieron con este criterio en dos ventanas de tiempo: de 2011 a 2015, y luego de 2016 a 2020. Aunque utilicé las clasificaciones de esta publicación, es importante señalar que repetirlas con Baseball America produjo casi los mismos resultados. Esto se debe a que generalmente ambas publicaciones concuerdan sobre cuáles jugadores están en la cima de cualquier lista de prospectos en un año determinado. Kelenic, por ejemplo, fue calificado como el prospecto número cuatro del béisbol en 2021 por Baseball America, número seis por nuestros autores, número cinco por FanGraphs y número cuatro por MLB Pipeline. No hay mucho espacio para debate con jugadores como este, pero en las contadas ocasiones en que un jugador fue un prospecto superior en una lista y no en otras, lo descalifiqué sobre la base de que no era un prospecto consensuado del top-10 y su fracaso podría haber sido más predecible si hubiera utilizado una lista diferente.
A lo largo de la década, sólo un puñado de prospectos de jugadores de posición de primer nivel fracasaron, pero esa tasa parece haberse disparado en los últimos años.
Periodo | Número de prospectos top fracasados | Nombres |
2011-2015 | 2-3 | Jurickson Profar, Jesús Montero, Byron Buxton |
2016-2020 | 2-5 | Nick Senzel, Jo Adell, J.P. Crawford, Royce Lewis, Jarred Kelenic |
En la primera mitad de la década sólo hubo dos fracasos inequívocos en Montero y Profar, y Profar fue mucho más inusual, porque no sólo era un prospecto de primera, sino que era el número uno consensuado en casi todas las listas. Por supuesto, como lo demuestra su temporada 2022, desde entonces ha logrado realizar una sólida carrera, pero sus primeros años fueron malos desde cualquier punto de vista. Técnicamente, Byron Buxton cumple con este criterio, pero sólo debido a las lesiones, por lo que yo diría que no debería ser considerado un fracaso. (Un jugador adicional de 2011-2015 califica, Oscar Taveras, pero debido a su muerte prematura en un trágico accidente automovilístico, nunca sabremos qué tipo de jugador de Grandes Ligas habría llegado a ser).
Desde 2016, el número de jugadores de posición que cumplen con este criterio ha aumentado sustancialmente. Según la medida objetiva de menos de 1 WARP en las tres temporadas desde su mejor clasificación, cinco bateadores diferentes han fracasado, incluido Kelenic. Pero como muchos de ellos son jugadores jóvenes que todavía pueden cambiar de rumbo, vale la pena examinar a cada uno de ellos individualmente para ver quiénes tienen todavía una oportunidad de revertir sus destinos.
J.P. Crawford ha ido construyendo poco a poco y mejorando de año en año, culminando en una campaña 2022 bastante buena hasta ahora. Si continúa a su ritmo actual, se registrará como el mejor año de su carrera hasta el momento, y terminará con quizás 3 o más WARP. Pero esto probablemente se registre como una decepción para un prospecto tan destacado como lo fue Crawford, a menos que siga mejorando. Promovido a las Mayores por primera vez en 2017 a la tierna edad de 22 años, había sido un prospecto consensuado entre los cinco mejores apenas un año antes, pero no sería hasta 2019, dos años después, que registraría incluso una temporada de una victoria.
Crawford es un caso debatible, pero los dos siguientes son sencillamente decepciones, se mire por donde se mire. Ni Nick Senzel ni Jo Adell han estado a la altura de las expectativas y el tiempo se está agotando rápidamente para que tengan una oportunidad de éxito en Grandes Ligas. A los 27 años, Senzel ya no es joven y, hasta la fecha, no ha sido mejor que el nivel de reemplazo. Adell, por su parte, ha sido mucho peor que el nivel de reemplazo, y aunque todavía tiene la juventud de su lado, se hace difícil imaginar que un jugador con tantos problemas ofensivos (un DRC+ de 72 a lo largo de su carrera con una línea de .213/.263/.343) se convierta en un jugador productivo de Grandes Ligas en un futuro cercano.
Finalmente, Royce Lewis es otro caso más ambiguo. Un prospecto consensuado entre los 10 mejores en 2019 (y primera selección general del draft antes de eso), Lewis se ha deslizado hacia abajo en las clasificaciones desde entonces. A los 23 años, todavía hay tiempo para que Lewis se convierta en estrella, pero los informes de los visores son mucho menos optimistas de lo que solían ser, con Jeff Paternostro notando un fallo en su swing, una configuración con mucho ruido y un “mucho doble toque de pies”. En el mejor de los casos, los visores notaron el potencial de Lewis antes de que hubiera madurado lo suficiente como para ser realmente digno de una clasificación superior; en el peor de los casos, puede que nunca llegue allí, aunque es demasiado pronto para decirlo con seguridad. (Su etapa más reciente ha sido muy prometedora).
Por el momento, carecemos de las herramientas necesarias para hacer de esto un ejercicio verdaderamente científico de identificación de fracasos. Dada la discrepancia entre las listas, se podría argumentar que esta publicación se adelantó demasiado con un jugador en particular o que lo puso demasiado alto. El desarrollo también es demasiado incierto, como lo demuestran ejemplos tipo Lewis, Crawford y Profar. Pero según esta tabla de puntuación, sólo hubo unos dos verdaderos fracasos en la ventana entre 2011 y 2015, en Montero y Profar. Mientras tanto, dependiendo de cómo cuentes los ejemplos ambiguos (Crawford, Lewis, Kelenic), hubo tan solo dos (Adell y Senzel casi indiscutiblemente) y hasta cinco prospectos de consenso entre 2016 y 2020 que no han valido mucho al principio de sus carreras.
Cabe resaltar que uno de los factores cambió: ahora hay muchos más prospectos bateadores en el top-10 que nunca antes. Hay un incremento de casi el 35% en nombres entre el periodo del 2016 al 2020 que del 2011 al 2015, otorgando más oportunidades a los bateadores para fallar; esto explica algo, aunque no todo, del incremento en jugadores top que fallan.
No es que la calidad de los visores haya disminuido en general durante este tiempo. Los mismos estupendos escritores que pueden haber pasado por alto a Adell también señalaron a Vladimir Guerrero Jr. y a Wander Franco, dos jugadores generacionales. Y en general, sigue siendo cierto que los prospectos mejor clasificados suelen prosperar a su llegada, desde Julio Rodríguez hasta Adley Rutschman.
Pero parece que la tasa de fracasos de perfil ultra alto puede haber aumentado ligeramente en el pasado reciente, y no hay una explicación clara del por qué. Tomando en cuenta los mejores datos, como la velocidad de salida y la información granular sobre los lanzamientos, de los que disponen las oficinas centrales y los visores durante la última década, yo habría esperado que los jugadores que tenían problemas con lanzamientos de Grandes Ligas fueran eliminados antes en el proceso, en lugar de más tarde.
Una característica común en muchos de los fracasos de alto perfil es la incapacidad de conectar los lanzamientos rompientes. Kelenic no puede; Adell tampoco. Con la Liga en su conjunto alejándose de las bolas rápidas, es posible que un aspecto subestimado de la habilidad de los prospectos modernos sea su capacidad para conectar no sólo las bolas rápidas de alta velocidad, sino también las bolas rompientes que aparentemente todos los lanzadores modernos pueden comandar.
Un factor notable y algo desconocido aquí es la temporada perdida del 2020. Dada la naturaleza sin precedentes de la pandemia y el cierre de un año en el béisbol de ligas menores que causó, no tenemos ninguna referencia o comprensión de cómo eso puede haber afectado el desarrollo de los prospectos. Pero muchos de los fracasos notables recientes se vieron atrapados en ese año perdido.
¿Esa pérdida de tiempo de desarrollo interrumpió las curvas de maduración que, de otro modo, les habrían llevado al estrellato en la MLB? O bien, ¿ha cambiado el visoreo de alguna manera que hace más difícil identificar a los jugadores que se convertirán en estrellas seguras? Por el momento, es difícil saberlo. Pero ver a Kelenic abanicar otro lanzamiento rompiente hace que parezca que otro de los mejores prospectos puede estar encaminándose a una trayectoria profesional decepcionante. Si las tendencias actuales se mantienen, Kelenic será uno de los muchos prospectos posicionales de su generación que se apagarán una vez que lleguen a las Mayores.
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