Traducido por José M. Hernández Lagunes
Si viste el cuarto partido de la Serie Mundial el miércoles por la noche, habrás visto a la alineación de los Astros brincar sobre Aaron Nola y José Alvarado en la quinta entrada, y habrás visto a la alineación de los Phillies—ahora famosa por hacer… nada. Los Phillies, tal vez recuerdes, apabullaron a Lance McCullers Jr. con siete carreras y cinco cuadrangulares literalmente un día antes. Esto puede estar relacionado con la planificación del juego, o tal vez McCullers estaba anunciando sus lanzamientos. Una explicación igualmente interesante sobre las actuaciones de los Phillies contra cualquiera de los lanzadores podría ser que Cristian Javier es irreal, y McCullers es, pues, muy real.
Uno de los aspectos más impresionantes de la noche de Javier es que básicamente tomó su bola rápida y desafió a los Phillies a conectarla. Lanzó 70 en la noche, o un total del 72% de sus lanzamientos, por encima de su promedio de temporada del 59.9%. Lo que es todavía más impresionante es que los bateadores abanicaron 41 veces, y aunque sólo fallaron seis veces, tampoco hicieron mucho. En su lugar, la conectaron de foul 27 veces, lo que no es necesariamente un strike o una abanicada, pero añade un strike a la cuenta, y cuando no lo hace, al menos no es una bola.
Si eso parece suerte, y que los Phillies simplemente estaban fuera de ritmo, piénsalo de nuevo. Considera la siguiente tabla de los cinco mejores abridores por el porcentaje de foules en bolas rápidas de cuatro costuras este año:
Lanzador | % foul |
Miles Mikolas | 28.3 |
George Kirby | 28.2 |
Kevin Gausman | 28.1 |
Justin Verlander | 28.0 |
Cristian Javier | 26.5 |
Javier es uno de los mejores lanzadores en convertir bolas rápidas en bolas de foul. Eso por sí solo es impresionante, creo, pero es importante considerar el resto de los resultados. Si Javier tuviera un alto porcentaje de bolas y un bajo porcentaje de strike y abanicada, esto podría no ser tan interesante, pero no es el caso. Javier todavía no es muy conocido, así que puede que no sepas que este año ha tenido un porcentaje de strikes abanicados del 14.4% con su bola rápida, situándose justo por debajo de Carlos Rodón y por encima de Robbie Ray.
Esos porcentajes de foul y abanicadas de élite se combinaron para ayudar a crear un porcentaje de strike que se ubica en el percentil 70. Lanza muchos strikes, pero no de la manera en que lo hacen muchos lanzadores de élite. Puede que no sepas que la bola rápida de Javier se situó entre las 10 primeras en valor de carrera durante la temporada regular, pero si no lo sabías, ahora lo sabes. Es instructivo pensar por qué es así.
Aquí, una captura de pantalla de Javier en su punto de liberación:
No recorre el montículo hacia abajo especialmente bien, pero aquí, se puede ver que Javier lanza por los tres cuartos del brazo, y si se mira de cerca, se puede ver que, a pesar de la liberación baja, que es capaz de mantener su muñeca orientada verticalmente al soltar la pelota, algo que probablemente debería ser llamado el Efecto Josh Hader. Eso por sí solo hace que su bola rápida sea imposible de captar para los bateadores. Al salir de una ranura más baja, esperan una bola rápida con algo de caída, y con mucha carrera. Lo que obtienen es lo contrario: una bola rápida con más velocidad, con un recorrido medio.
Para mostrar lo especial que es esto, he reunido una lista de abridores quienes lanzan su bola rápida desde 5.6 pies (170 cm) o menos, con 19 o más pulgadas (48 cm) de ruptura vertical inducida (IVB por sus siglas en inglés):
- Cristian Javier
Este tipo está en otra liga. El único lanzador que se acerca a este criterio es Vince Velásquez. Crear 19 pulgadas de IVB es difícil. ¿Hacerlo desde cinco pies y medio sobre el suelo? Se necesita una mecánica peculiar para lograrlo.
Como te puedes imaginar, dadas sus características de lanzamiento, Javier tiene uno de los ángulos de aproximación vertical (VAA por sus siglas en inglés) más planos de la MLB. De hecho, con -3.9°, Javier tiene el VAA más bajo de todos los lanzadores abridores. Por supuesto, el VAA es sensible a la altura de los lanzamientos—y Javier eleva su bola rápida más que la mayoría—pero incluso el año pasado, se situó en el percentil 90 en VAA de zona neutra. Desde entonces, ha bajado su punto de soltura y ha añadido velocidad a la bola rápida, convirtiéndola en un arma aún más convincente.
La forma de la bola rápida es de élite, por lo que las abanicadas han seguido, pero si se comparan sus números con los del año pasado, no es ahí donde Javier ha mejorado. Creo que donde ha empezado a diferenciarse con su bola rápida es en su capacidad para vivir en la parte alta de la zona sin ser castigado. Los mejores bateadores fallan, y muy a menudo, en la parte superior de la zona, pero los de más elite también evitan los barriles, porque la parte superior de la zona es el área más fácil de levantar la bola.
Al mejorar la forma de su bola rápida, Javier ha podido permitirse el lujo de fallar en su colocación. Lo que antes eran cuadrangulares, han empezado a convertirse en largos elevados, y los elevados conectados con el barril y las líneas al jardín de antaño han empezado a convertirse en elevados y líneas más suaves.
Y lo que es mejor, cada vez más bolas rápidas puestas en juego tienen este aspecto:
Christian Vázquez coloca la mascota abajo y afuera, y Javier falla sobre el plato con una bola rápida al centro a tal vez el mejor bateador del mundo, y sin embargo no importa. Javier sigue consiguiendo que su bola rápida esté por encima del barril gracias a la naturaleza engañosa del lanzamiento.
Obviamente, la anotación oficial habla por sí misma, pero por strikes cantados más abanicadas (CSW por sus siglas en inglés) únicamente, no parece que Javier tuviese una salida del otro mundo la noche del miércoles. Cuando se añaden las bolas de foul, se añade otra capa de contexto, haciéndose más evidente que lanzó muchos más strikes de lo que el CSW deja entrever. Pero cuando se consideran las bolas en juego, se ve la noche como lo que fue, que es una obra maestra, pero también una consecuencia natural de lo que ha hecho todo el año.
Te dejo con esto: una lista de todas las pelotas bateadas permitidas por Javier esa noche, con sus respectivos ángulos de salida y promedios de bateo esperados:
Bateador | Ángulo de salida | xBA |
Schwarber | 41° | .090 |
Hoskins | 57° | .030 |
Stott | 53° | .070 |
Segura | 34° | .030 |
Hoskins | 65° | .000 |
Segura | 59° | .010 |
Marsh | -11° | .280 |
Schwarber | -6° | .320 |
Hoskins | 4° | .230 |
Seis de las nueve pelotas bateadas fueron elevados altos o pop-ups, y todas podrían ser categorizadas como outs prácticamente automáticos. Más que nunca, Javier ha sido capaz de mantener su bola rápida por encima del barril. A veces eso es una abanicada y fallo, a veces es un elevado. A veces es un foul, a veces es un pop-up. El miércoles por la noche, hubo un montón de bolas de foul, y un montón de pop-ups y elevadotes débiles. Javier ha perfeccionado la trifecta de evitar bates, evitar barriles, y generar pop-ups, tal vez de una manera que ningún otro abridor tiene.
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