¿Necesitamos draftear robadores de base de élite todavía? — segunda parte

Image credit: Jessica Rapfogel-USA TODAY Sports

Traducido por Pepe Latorre

En este artículo estamos considerando si las nuevas reglas de la MLB para 2023 van a suponer que los ladrones de bases de primer nivel no tengan el mismo valor que han tenido hasta la fecha. En el último artículo, analizando Triple A en 2021 y 2022, encontramos que el 56.1% de los “roba-bases” de Triple A intentaron más robos en 2022 que en 2021, es decir, una vez que las nuevas reglas del reloj de lanzamiento y pickoff entraron en vigor. Examinemos algunos peloteros concretos.

Aquí están los 20 jugadores con las tasas de intentos más altas de 2021, junto con su SBA% (intentos de robos) de 2022 y la diferencia entre los dos:

Se sabe que Esteury Ruiz y Vidal Bruján son rápidos (aunque Bruján no ha estado tan bien como cabría esperar en su breve tiempo en las Grandes Ligas). Corrían tanto que parece que no cambiaron mucho su comportamiento con las nuevas reglas. Algunos peloteros que ya corrían mucho aprovecharon la oportunidad para correr aún más, sobre todo David Hamilton, Michael Beltre y Matt Lipka. Sin embargo, y de manera general, vemos que la tendencia es casi idéntica a lo que vimos en el conjunto de datos más amplio: 11 de los 20 jugadores aumentaron su tasa y los otros nueve la disminuyeron. El 55% de la muestra corrió con más frecuencia.

En cambio, si observamos a los 20 jugadores que más aumentaron su SBA%, nos encontramos con una historia bastante diferente:

Top-20 del mayor aumento de SBA% en Double A & Triple A entre el 2021 y el 2022

No sorprende que Hamilton y Kaiser estén aquí nuevamente, además del reciente debutante en las Grandes Ligas Bubba Thompson, pero ¿Trey Cabbage? ¿Niko Hulsizer? ¿Max Burt? Muchos de estos jugadores rara vez habían acumulado muchos robos totales en sus carreras en las Menores antes de 2022. Desde luego no lo hicieron en 2021 y, sin embargo, podemos ver que están sacando ventaja de las nuevas reglas. Aquellos que saltaron a los rangos del 30 o 40% (lo que equivaldría a temporadas bastante ridículas de 65-85 intentos dadas 600 apariciones en el plato y un número promedio de oportunidades) no se limitaron a aquellos que anteriormente ocupaban el rango de más del 20%.

Estos ladrones de bases inesperados tienen algo en común. No son peloteros jóvenes con pedigrí de futuras estrellas, 16 de ellos tienen 24 años o más y 11 tienen al menos 25. La sensación es que los beneficiados de una manera más desproporcionada han sido aquellos que tenían experiencia. Aquellos que supieron leer las situaciones y aprovechar más rápidamente las oportunidades que ofrecen las nuevas reglas.

También tenemos algunos datos de Statcast sobre los pocos jugadores de la lista que han aparecido en las Mayores. Thompson es ridículamente rápido, uno de los jugadores más rápidos de la liga. Florial y Velázquez están por encima del promedio pero no son élite. Sin embargo, si nos vamos un poco más abajo encontramos un nombre más que sorprendente: Kevin Padlo. El ya veterano novato de los Rays corrió mucho cuando era un adolescente en que se fogueaba en los niveles más bajos de las Menores, pero no había sido una amenaza en las bases desde 2019, cuando robó 12 almohadillas en 16 intentos en 110 juegos. Este año jugó para tres organizaciones diferentes y se hizo con 13 en 15 intentos en 82 partidos con 25 años cumplidos y sin embasarse con tanta frecuencia como en 2019. Aumentó su porcentaje de intentos de robo del 9.2% en 2021 a 22% esta temporada. Su velocidad no está verificada por Statcast a nivel de MLB,  pero ha sido 1.2 pies por segundo más lento que el promedio en Sprint Speed.

No estoy diciendo que tengas que draftear a Kevin Padlo o hacerte con alguno de los otros peloteros mencionados. La mayoría de ellos ni siquiera son bateadores promedio en las Menores. Lo que intento decir es que es algo más complejo que seleccionar candidatos en función de sus tasas de intentos de robo anteriores, su velocidad o sus informes. Esto nos sugiere que si los Esteury Ruiz del mundo se mantienen constantes en lugar de robar aún más, los que están en el tramo superior de las Menores ya podrían estar cerca de su techo en términos de tasa de intentos. Algunos de los casos de jugadores que vieron caer sus tasas a pesar de las nuevas reglas son igualmente instructivos sobre qué esperar.

Tomemos como ejemplo a Xavier Edwards, muy bien considerado por tener una velocidad a la que los scouts le dan un 80 (puntuación máxima). Su tasa de intentos de robo cayó 17 puntos porcentuales y fue de 10.6% este año. Se embasa, mayoritariamente, a través de sencillos y bases por bolas y todavía no pudo encontrar la manera de aumentar su tasa de intentos o lograr una tasa de éxito particularmente impresionante (7 de 11) a pesar de su velocidad. O está Jake McCarthy, quien se acercó y demostró que es un corredor excelente al robar 23 almohadillas en 26 intentos, una tasa de intentos del 20% en sus 130 partidos en la MLB. Robó a una tasa muy alta, 26.8%, en las Menores, pero venía de una temporada anterior, en la que las reglas aún no eran tan favorables, en la que registró un 40.2%. Luis Rengifo solo tuvo cuatro intentos en su tiempo en las Menores este año, una tasa de intentos del 12.5% después de un 30% en 2021.

Es posible que haya matices detrás de todas estas historias: lesiones, estrategias de equipo, matices situacionales o algo completamente diferente. Pero lo que estoy viendo es que en los niveles más altos de los Menores, una vez que las nuevas reglas han entrado en vigor, ha sido perfectamente posible que los corredores comunes agreguen cantidades masivas a sus índices de intentos de robo mientras que los corredores de élite vean colapsar esos índices. Eso, para mí, habla de los problemas del tamaño de la muestra y la naturaleza situacional de los robos, problemas que he examinado en el pasado y, en el último caso, espero que se vuelvan aún más prominentes.

Sigo convencido de que veremos aumentos masivos en la cantidad de bases robadas. Puede haber algún tipo de ventaja otorgada por la experiencia a aquellos que no solo han jugado en los niveles superiores por un tiempo, sino también a aquellos que ya jugaron con las nuevas reglas. Estoy particularmente fascinado de ver lo que hace Thompson, por ejemplo. No creo que la comunidad de fantasía esté hablando lo suficiente sobre el terremoto que vamos a ver, un cambio que ya es evidente por el aumento masivo de bases robadas en las Menores.

Cada vez estoy menos convencido de que apostar por los sospechosos habituales en el draft genere el rendimiento esperado. Mi sospecha es que el valor probablemente está en aquellos que corren al menos un poco, los que no tienen los números o la reputación para ser considerados un contribuyente importante y que, sin embargo, poseen la capacidad y la intención de robar en las situaciones correctas. Esas situaciones van a aumentar considerablemente y va a cambiar todo el panorama de los robos, desde la distribución hasta los peloteros de los que provienen.

Para responder de nuevo a la pregunta de Tim: no, no creo que sea necesario draftear a un ladrón de bases de élite según las nuevas reglas, al menos no a uno que actualmente consideremos como tal en función del desempeño anterior. Nuestra comprensión de lo que eso significa puede cambiar rápidamente en el futuro. Nos estamos enfrentando a la incertidumbre, así que en el draft no apostaré por un jugador solo porque anteriormente haya ofrecido una velocidad élite.