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Image credit: Charles LeClaire-USA TODAY Sports

Traducido por Pepe Latorre

Oneil Cruz es un unicornio en más de un sentido.

Para empezar, es un campocorto de 2 metros. La lista de peloteros de posición con esa altura en la historia no es demasiado larga, y el hecho de que tenga esa estatura mientras juega en una posición defensiva premium es una locura.

Es cierto que Cruz podría necesitar cambiar de posición de vez en cuando. Durante su tiempo en las Menores, así como durante una entrada con los Pirates la pasada temporada, se le ha visto en los jardines. Las métricas, más allá de un brazo que lanza durísimo, no son demasiado amables con la defensa de Cruz en el campocorto. Aun así, el hecho de que esté jugando como campocorto a nivel de Grandes Ligas a estas alturas es bastante loco.

La otra cosa que hace que Cruz sea único es, por supuesto, su conjunto de herramientas sorprendentes y rompedoras en Statcast. Ya he mencionado su brazo, pero eso no es todo.

Cruz impacta a la pelota como pocos. En agosto conectó un batazo que alcanzó las 122.4 mph, la mayor velocidad de salida en la era de Statcast. Puedes echarle un vistazo aquí.

Ese sencillo que se estrelló contra la cerca de los jardines no fue una anomalía. En 2022 Cruz estuvo en el percentil 96 en barrels y en el percentil 91 en velocidad de salida. Su tasa de contactos duros no se situó del todo en la categoría de élite, pero se las apañó para estar en el percentil 81.

Su velocidad de sprint la temporada pasada se ubicó en el percentil 98. El joven de 24 años es un exotismo en lo que a combinación de potencia y velocidad se refiere.

​​Entre los 317 peloteros que contaron con al menos 250 apariciones en el plato la temporada pasada fue uno de los únicos cuatro en tener un sprint de al menos 29 pies por segundo, una velocidad de salida promedio de al menos 90 mph y una tasa de barrel de al menos 10%.

Pelotero Velocidad salida promedio (mph) Barrel% Sprint (pies por segundo)
Oneil Cruz 91.9 15.5 29.9
Julio Rodríguez 92 13.1 29.8
Mike Trout 91.6 19.7 29.4
Byron Buxton 92.9 16.4 29.1

Es muy buena compañía.

Si combinamos sus apariciones en Indianápolis, en Triple A, y las Mayores vemos que en las 608 visitas al cajón que Cruz tuvo en 2022 acumuló 26 cuadrangulares y 21 bases robadas. No es exagerado decir que una temporada de 30-30 está dentro de sus posibilidades en 2023, particularmente con las nuevas reglas vigentes que probablemente conducirán a un aumento de bases robadas en toda la liga.

Dicho esto, y por muy emocionantes que sean las herramientas y las fortalezas de Cruz, no se libra de despertar ciertas dudas.

Bateó solo .232 en Triple A y .233 con los Pirates la temporada pasada. Terminó con un bajo porcentaje de alcanzar base de .294 en las Mayores. El principal culpable de sus problemas de promedio de bateo es su propensión para abanicar y fallar. Cruz tuvo una tasa de ponches del 34.9% con Pittsburgh en 2022, y eso después de abanicar cuatro veces en nueve apariciones en el plato durante su breve estancia en la Gran Carpa en 2021.

El zurdo sufre bastante contra los lanzadores de su mismo perfil. Bateó .158/.225/.307 contra zurdos a nivel de Grandes Ligas en 111 apariciones en el plato la temporada pasada y eso vino junto con una espantosa tasa de ponches del 53.2%. Es cierto que Cruz bateó regularmente como primer bate contra los diestros, pero cayó al rango de 5-8 de la alineación ante zurdos.

Cruz también incurre en muchos rodados. Su tasa fue del 49% con los Pirates y al 51.3% en Indianápolis en 2022. Es algo que hizo regularmente en las Menores, aunque fue elevando algo la bola a medida que superaba niveles. Es posible ser un bateador de élite a pesar de una alta tasa de rodados si golpeas la pelota lo suficientemente fuerte. Pregúntale a Vladimir Guerrero Jr. Sin embargo, no es la receta ideal para el éxito.

También debo señalar que es probable que la ofensiva de los Pirates vuelva a ser horrorosa en 2023, lo que limitará las carreras de Cruz y su potencial de carreras impulsadas. Su inutilidad y su lugar más bajo en el orden de bateo contra los zurdos tampoco ayudarán en ese sentido.

Lo que no podemos descartar en Cruz es su capacidad de mejora en su disciplina en el plato. De hecho, ya sucedió, como bien señaló el manager Derek Shelton y como Howard Megdal escribió hacia el final de la temporada regular.

Cruz redujo su tasa de persecución a medida que avanzaba la temporada, eso le ayudó a acumular una buena línea de bateo de .288/.359/.525 con seis jonrones y cinco bases robadas durante septiembre/octubre. Su tasa de ponches ese mes fue del 29.8%, que todavía no es muy buena, pero es mucho mejor el 37.8% que tenía al comienzo del último mes.

No obstante, no estoy seguro de cuánto podemos confiar en esta mejora. Todavía estamos hablando de un tamaño de muestra pequeño y su historial anterior en las Mayores y las Menores apunta a que será un tipo que probablemente siempre tendrá dificultades para hacer contacto. Sin embargo, el progreso fue sin duda una buena señal.

Si los drafts iniciales del National Fantasy Baseball Championship (NFBC) son una indicación, la industria parece bastante optimista con Cruz para 2023. Ha estado yendo justo después de la selección 70 y ha sido el séptimo entre los torpederos, por delante de Corey Seager, Tim Anderson y Xander Bogaerts, entre otros. Otros.

Probablemente no me la voy a jugar con él si esta tendencia continúa. Y sospecho que lo hará, ya que Cruz es el tipo de jugador que tiende a ser elegido pronto y no tarde a medida que avanza la temporada del draft. Sin embargo, no se puede negar el techo. Si es capaz de mantener su tasa de ponches por debajo del 30% de manera regular sin sacrificar su habilidad de contacto duro, probablemente sea una superestrella.

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