Traducido por Pepe Latorre
Una de las cosas más importantes de la temporada pasada fue ser conscientes de que los lanzadores habían estado aplicando sustancias pegajosas en sus manos en un intento por mejorar la rotación (spin rate en inglés) y la efectividad de sus lanzamientos. La sorpresa no fue el hecho de que los lanzadores hicieran trampas (ya sabemos que existe una larga y poco honrosa historia en la que encontramos lanzadores que raspaban, lubricaban o cambiaban la superficie de la pelota para obtener una ventaja). Lo sorprendente fue lo extendida que estaba la trampa y lo efectiva que era.
A la MLB no le quedó más remedio que tomar medidas. A mediados de la temporada 2021 la liga decidió dejar de mirar hacia otro lado. Se sacaron unas nuevas reglas que penalizaban activamente a los lanzadores por aplicar Spider Tack y sustancias similares a la pelota. El efecto fue enorme, en aproximadamente un mes las tasas de rotación cayeron tan en picado y tan abruptamente que nadie podía negar la frecuencia o eficacia de esas sustancias y su uso generalizado.
Por un tiempo pareció que la MLB estaba entrando en una era diferente, una con mucha menos rotación en los lanzamientos y, en consecuencia, con muchos más lanzamientos bateables. Pero ya durante la segunda mitad de la temporada 2021 la rotación volvió a aumentar nuevamente de una manera curiosa y sorprendente. Y esa tendencia se ha acelerado este año, culminando en una relación giro-velocidad (spin-to-velocity ratio o SVR, por sus siglas en inglés) que se está acercando a las cifras increíbles que se alcanzaron la temporada anterior a la implantación de las nuevas reglas.
Antes de meternos con las estadísticas conviene repasar brevemente qué es la rotación de la bola y por qué es importante. Cuanto más rápido gira la pelota mientras viaja del lanzador al plato, más se mueve, en gran parte gracias al efecto Magnus. Un lanzador que utilice Spider Tack u otro producto similar puede ganar una media pulgada o más de altura en su bola rápida. Esto es más que suficiente para mejorar significativamente el rendimiento del lanzamiento en términos de ponches y contactos débiles.
La rotación mejora con la velocidad, lo que significa que cuanto más fuerte lanza un pitcher más rotaciones por minuto obtendrá. Para ajustar este efecto, estoy usando la relación giro-velocidad, o SVR para abreviar. La SVR se ve afectada por otros muchos factores, como la temperatura, las peculiaridades del estadio y el lanzador en cuestión, por lo que necesito eliminar todos estos otros efectos antes de concentrarme en el verdadero cambio de la SVR a lo largo del tiempo.
Una vez hecho esto la tendencia es llamativa. Este gráfico muestra el SVR desde el comienzo de la temporada 2020.
La SVR ha sido una montaña rusa durante las últimas temporadas. Alcanzó su punto máximo en 2021 antes de una caída precipitada y acusada alrededor de junio del año pasado. Los peloteros se ajustaron a la nueva realidad antes de que se pusieran en práctica las nuevas reglas, lo que significa que la rotación comenzó a caer antes de que se aplicara la nueva normativa. Cuando comenzaron los playoffs los lanzadores ya habían recuperado gran parte de la rotación que perdieron cuando la MLB decidió tomarse los problemas en serio por primera vez.
Este año hemos visto un ascenso ininterrumpido que culminó en un efecto SVR promedio que en fechas recientes no es muy diferente de los registros que se obtenían antes de la aplicación de las nuevas reglas. También está cerca de la SVR más alto de la era Statcast, lo que sugiere que los lanzadores vuelven a tener un recurso potente para suprimir a las ofensivas.
Es difícil aislar y conocer el efecto real de todo esto sobre los bateadores por los tejemanejes de la MLB en la manera de fabricar las pelotas, así como por los humidificadores recién instalados y el efecto de la climatología y la temperatura. Sin embargo, el porcentaje de ponches (K%) generalmente cae a lo largo del año, gracias, en parte, a que el clima más cálido favorece a las ofensivas. Si tomamos 2019 como un año típico, vemos que el K% cayó 1,1 puntos porcentuales de marzo/abril a agosto. Este año ha bajado solo 0,7 puntos porcentuales. Debido a todos los otros factores que afectan a la ofensiva es peligroso darle demasiada importancia a esto, y otras estadísticas además de la tasa de ponches están aún menos conectadas con el movimiento del lanzamiento.
Como de costumbre, es imposible saber con seguridad por qué está aumentando la velocidad de rotación, pero el año pasado hubo un culpable obvio. Sería ingenuo creer que la entrada en vigor de las medidas para evitar el uso de sustancias pegajosas y la caída masiva en la rotación fue una coincidencia. Y es ingenuo creer que los lanzadores no tratarán de encontrar nuevas maneras de recuperar parte de esa rotación perdida por muy estrictas que sean las normas.
Como era de esperar, los mismos lanzadores que perdieron puntos en su tasa de rotación el año pasado están recuperándose milagrosamente este año, alimentado así la idea de que han encontrado nuevas formas de aplicar sustancias. Gerrit Cole es un célebre usuario de Spider Tack, ni siquiera lo niega cuando se le pregunta. Estuvo entre aquellos lanzadores cuyo SVR más se resintió en junio y julio de 2021, pero ha aumentado esta temporada sin llegar, eso sí, a registros anteriores.
La MLB decidió que los árbitros inspeccionarían las manos de los lanzadores para disuadirlos de aplicarse sustancias que mejoren la rotación de la pelota esta temporada. Pero hay innumerables formas de sortear esas inspecciones. Un poco de Spider Tack o una sustancia pegajosa similar es muy útil y si tenemos en cuenta la cantidad de personas que tocan la pelota en su camino hacia el lanzador y la cantidad de lugares que tiene el lanzador disponible para almacenar un poco de químico, vemos que no hay forma de evitar que los lanzadores aumenten su rendimiento.
Si la MLB no mejora de nuevo sus protocolos ya sabemos cómo va a terminar esta historia. A medida que los lanzadores encontraron químicos cada vez más efectivos para generar rotación, su rendimiento mejoró y las ofensivas se resintieron. Una vez más, están poniendo a prueba los límites y si encuentran formas infalibles de utilizar las mismas sustancias que usaron en el pasado la práctica se extenderá por toda la liga y nos llevará a las tasas de rotación que vimos alcanzar su punto máximo en la primera mitad del 2021.
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