Traducido por Marco Gámez
Tan temprano en la temporada puede ser difícil analizar qué es real y qué no lo es. Algunos jugadores han dado pasos hacia adelante, pero no podemos decir con certeza si esas tendencias son más ruido que una señal. Lo mismo ocurre con los jugadores en declive; no querrás descartar a un veterano cuando simplemente está sufriendo un comienzo lento. Así es abril, cuando todos los días pueden ser Día de los Inocentes.
En lugar de sacar conclusiones de los resultados superficiales, como el promedio de bateo o el promedio de slugging de un jugador, es mejor profundizar en su perfil y ver si su nuevo nivel de rendimiento está siendo impulsado por cambios en sus rasgos subyacentes. Para los bateadores, eso significa ver si su enfoque ofensivo ha cambiado o si han hecho ajustes en la mecánica de bateo para reducir el agujero que tienen contra un lanzamiento en particular que les había causado problemas. En circunstancias más dramáticas, puede ser impulsado por un swing completamente nuevo.
Con eso en mente, quise echar un vistazo a un par de los más llamativos comienzos de temporada, buenos y malos, y ver qué está impulsando su éxito. Veamos.
Matt Chapman, 3B, Toronto Blue Jays
Deberías ponerte gafas de sol antes de mirar la página en Baseball Savant de Matt Chapman en este momento. El jugador está encendido, chocando la pelota, posiblemente, mejor que nadie en las grandes ligas en el comienzo del año de negociar su contrato. Siempre supimos que Chapman podía batear la pelota con fuerza, pero eso estuvo acompañado de serias preocupaciones por su tendencia a abanicar y una tasa de ponches que ha tenido presencia constante desde 2019. Gran parte de eso ha sido alimentado por un problema contra las rectas en la zona y pegadas a su manos. En lo que va de 2023, aparentemente le ha ido mejor contra estos lanzamientos, con 4 jonrones ante rectas y una tasa de ponches en su rango de 2019. Pero queda la pregunta de si esto es sostenible, lo que para nuestros propósitos se reduce a que él abanique menos estos lanzamientos.
La respuesta corta: no realmente, al menos hasta ahora. En rectas de tres pies (0.91 m) o más altas en la zona, Chapman falló el 40.4 por ciento de sus swings el año pasado. Esta temporada eso ha bajado hasta… 39.1 por ciento. Ese agujero en su swing todavía está allí, como se puede ver en la ubicación de su mapa de calor de abanicar.
Obviamente, ese no es el nivel de mejora que uno esperaría que condujera a un salto tan drástico en su juego. En cambio, una ráfaga de jonrones en los primeros juegos ha elevado sus números de la temporada junto con una versión más disciplinada de Chapman, que está persiguiendo menos lanzamientos quebrados fuera del plato y conectando más de esos envíos en la zona: su tasa de contacto en la zona ha mejorado un 10 por ciento en general. Para que eso sea suficiente con miras a sostener su actual impulso y así perseguir un contrato tipo Judge, tendrá que incluir alguna regresión contra envíos de alta velocidad que lo preocuparon en el pasado.
Nolan Gorman, 2B, St. Louis Cardinals
Un jugador que se unió a Chapman en la cima de las tablas de clasificación de la temporada es el jugador de cuadro interior de los St. Louis Cardinals, Nolan Gorman. Él es algo así como un jugador post extrema promoción. Después de una temporada de novato decepcionante en la que registró un DRC+ de 86 y en la que fue bajado a las menores en septiembre, parecía que Gorman se perdería en la confusión entre el abarrotado grupo de jugadores de posición de los Cardinals. En cambio, está bateando al ritmo de un 118 DRC+ hasta el 19 de abril.
Al igual que Chapman, el gran agujero de Gorman estaba en la parte superior de la zona y lo llevó a poncharse en un tercio de los viajes al plato en 2022, al tiempo que apenas registraba un promedio de .194 contra los envíos rápidos. A diferencia de Chapman, parece que Gorman ha hecho ajustes reales para manejar mejor ese tipo de lanzamiento en particular. Una táctica común que usan los bateadores para contraatacar los envíos altos en el nivel de las Grandes Ligas es ponerse más erguidos y levantar las manos. Gorman ha hecho ambas cosas:
A la izquierda, Gorman en 2022. A la derecha, él este año. Está menos agachado antes del lanzamiento y sus manos están mucho más altas. También permanecen así durante su carga, lo que crea un recorrido más corto y rápido hacia la parte superior de la zona. Así se pasa de llegarle tarde a un envío de 89 mph (143 kph):
…a llegarle a tiempo a uno de 93 mph (150 kph) en la misma ubicación:
El swing más plano que Gorman tiene este año es algo bueno, ya que significa que hace menos swings a envíos altos y puede batearlos con más frecuencia. Estos cambios parecen reales, y la vista ya consolidada de Gorman en el plato significa que puede esperar y castigar casi cualquier pelota en la zona. Los Cardinals parecen haber encontrado a otro toletero joven y talentoso.
Jarred Kelenic, OF, Seattle Mariners
Kelenic tenía un problema diferente al de Chapman y Gorman; siempre ha sido capaz de destrozar las rectas, es todo lo demás lo que le ha causado problemas. Eso hace que evaluarlo este año sea un poco diferente. Su buen comienzo todavía se debe, principalmente, a cómo castiga los envíos rápidos: tiene un SLG de .703 contra las rectas, pero lo que ha cambiado hasta ahora es que ha podido obligar a los lanzadores a lanzarle más rectas porque persigue menos esos envíos secundarios fuera del plato. En 2022 persiguió el 34.4 por ciento de los lanzamientos quebrados y cambios de velocidad; este año esa cifra se ha reducido al 28.6 por ciento. Al dejar pasar pelotas fuera de la zona, se está ganando el derecho a ver más lanzamientos en los que puede hacer daño. Así está bien, ¿verdad?
Bueno… esa respuesta no es tan corta y rígida. La pregunta de si puede batear pelotas quebradas en el nivel de las grandes ligas todavía existe, y aunque sus índices de abanicar han bajado ligeramente contra los envíos secundarios, su calidad de contacto no es muy alentadora, como muestra esta tabla de roletazos por pelota en juego (negras = rectas, azules = quebrados, amarillas = cambios de velocidad):
Kelenic ha pasado de hacer swing y fallar constantemente contra lanzamientos quebrados a batearlos directamente contra el terreno de juego. Una mejora, pero muy ligera. El siguiente paso lógico de los lanzadores será hacerlo batear esos envíos dentro de la zona en lugar de las rectas. El jurado aún no sabe si podrá continuar haciendo daño cuando eso suceda, pero por lo menos después de luchar tanto para adaptarse a una permanencia prolongada en las Grandes Ligas, finalmente, dicho en términos del tenis, está devolviendo el servicio.
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