Los Azulejos de Toronto al rojo vivo

Image credit: Troy Taormina-USA Today Sports

Traducido por Pepe Latorre

Es muy cierto eso de que los aficionados al deporte son como un metrónomo que oscila entre dos extremos: “somos los mejores” y “somos los peores”. Para los fanáticos de los A’s, perpetuamente condenados a ver como los peloteros más importantes son traspasados a franquicias menos moribundas que ellos, el metrónomo adquiere una cadencia más lenta, como de marcha fúnebre. La “reconstrucción” más reciente comenzó mucho antes de lo esperado, y el compromiso del equipo de deshacerse rápidamente de todo el talento que cobraba siete cifras fue, en un intercambio, claramente a expensas del mejor rendimiento posible. El sueño se desvanecía, y para rematarlo Matt Chapman fue traspasado en el momento en el que su valor era el más bajo, después de firmar la peor temporada completa de su carrera. Pero los fanáticos de Oakland saben mejor que nadie que lo bueno a menudo termina demasiado rápido y a veces no regresa por completo. Cuál fue el punto más bajo del valor de Chapman: al inicio del 2022 los A’s no quisieron averiguarlo en caso de que una lesión o un rendimiento todavía más bajo lo dejara por los suelos. Después de una temporada en Toronto no obtuvimos respuestas definitivas, pero el comienzo de esta temporada sugiere que Chapman está de vuelta.

La selección 25º del draft de 2014 nunca tuvo problemas para golpear la pelota con autoridad y demostró ser un talento generacional en la esquina caliente desde el momento en que llegó a las Grandes Ligas en 2017. La primera temporada completa de Chapman fue un éxito (3.7 WARP). Y 2019 más de lo mismo (4.2). Lo que vino a continuación fue triste y largo, como un partido de los A’s de este año. Una lesión en la cadera persistió hasta 2020, lo que afectó al tiempo de juego de Chapman y en última instancia se necesitó de una cirugía que puso fin a la temporada. Chapman simplemente no fue el mismo jugador en 2021: la tasa de ponches más alta de su carrera continuó en la temporada corta, su velocidad de salida promedio cayó casi 4mph, y aunque no incurrió en una tasa de elevados (18%) tan mala como la que tuvo en 2020, un ángulo de bateo promedio de 18.6º indicó que todavía estaba contactando a la pelota muy por debajo con demasiada frecuencia.

Sus habilidades defensivas en la tercera base le permitieron seguir siendo un jugador muy por encima del promedio (2.7 WARP en 2021), pero sin un ajuste, sus días como All-Star quedarían atrás antes de cumplir los 30 años. Oakland pareció comprar está teoría al traspasar a Chapman antes de la temporada pasada, cuando un rebote seguramente habría asegurado un mejor retorno en la fecha límite. Chapman se recuperó, hasta cierto punto, un OPS de .757 fue lo suficientemente bueno como para acumular un DRC+ de 111. Pero todavía estaba muy lejos del jugador que había recibido votos de MVP en su segunda y tercera temporada, tanto en términos de cantidad como de calidad de contacto. Abanicaba a un ritmo cercano al de su primera temporada en las Grandes Ligas. Este gráfico muestra sus porcentajes de abanicos contra lanzadores diestros (línea azul) y zurdos (negro):

Es fácil apreciar la caída en el último tramo. Actualmente, Chapman está haciendo el mayor contacto de su carrera contra zurdos, y casi también contra diestros. Es representativo de su brillante comienzo de la temporada 2023. El domingo (cuando se publicó este artículo), Chapman lideraba la Liga Americana en dobles, promedio y en OPS. Tiene una velocidad de salida promedio en el percentil 99 según Statcast, es decir, un promedio de 95.7 mph. Su ángulo de bateo promedio es de 16.2º, emulando sus marcas de 2018 y 2019. Ha tenido elevados dentro del cuadro en solo cuatro de las 57 bolas que ha puesto en juego, alrededor de dos tercios del promedio de su carrera. ¿Está el bateador que parecía estar en la cima del estrellato de vuelta a su antiguo yo, y justo a tiempo para la agencia libre?

Es demasiado pronto para decir sí Chapman está alcanzando su punto máximo (y preparándose para un gran un gran cheque en una agencia libre que ilusiona poco más allá del lanzador-bateador), pero hay razones más allá de los resultados de una muestra pequeña para creer. Un ajuste a la hora de mover sus pies ha revitalizado el enfoque de Chapman en el plato y le ha ayudado a jugar “como el viejo yo”. Mira su cambio en el enfoque, primero a velocidad normal y luego ralentizado (2023 está a la izquierda y 2022 a la derecha):

Es fácil ver el cambio en los pies, incluso teniendo en cuenta el ángulo desconcertante elegido por la retransmisión de Toronto. Es menos sencillo entender qué aporta ese cambio y cómo logra mayor velocidad, o si el cambio en la mecánica es la clave para recuperar la consistencia. Lo que está claro es que está encontrando un tipo diferente de contacto, particularmente para los elevados. Cortesía de FanGraphs:

En algún momento Chapman se convirtió en un bateador que busca su lado natural. No es algo que uno esperaría o preferiría de alguien con su fuerza y poder, e ilustra lo que se había convertido en un problema fundamental para lograr buenos contactos. Lo que podrían ser jonrones o dobles al campo contrario, y lo habían sido en el pasado, se convirtieron en elevados dentro del cuadro y en la zona de foul. Otra forma de ilustrar el problema es con los ángulos de bateo de Chapman, cortesía de Statcast nuevamente:

Aunque Chapman no había estado haciendo contacto de la manera en que es capaz de hacerlo durante años, ha estado haciendo ajustes en el plato y madurando como bateador. De lo contrario, las últimas campañas podrían haber sido mucho peores, amenazando no ya su condición de estrella, sino de titular.

Siempre un bateador paciente, Chapman estaba lidiando con problemas y lesiones en 2020, atacando más lanzamientos que en cualquier otro momento de su carrera, incluso cuando su tasa de contacto dentro y fuera de la zona se desplomó. El resultado parecía sacrificar contacto para ganar en poder, lo que resultó en el ISO más alto de su carrera (.303), pero una tasa de ponches menos bases por bolas superior al 30%, casi triplicando su tasa de 2019. Al regresar de la cirugía al año siguiente e incapaz de mantener el mismo poder, Chapman no alteró mucho su enfoque y tuvo su peor campaña ofensiva. El año pasado recuperó algo de paciencia e hizo un contacto más consistente, pero no pudo recuperar su excelencia anterior debido a resultados inconsistentes en ese contacto. Ahora que finalmente ha sido capaz de recuperar sensaciones que llevaban mucho tiempo inactivas, Chapman ha sido, hasta este punto en 2023, su mejor versión. Si bien hace swing con más libertad que el año pasado, está mucho más concentrado en la zona, donde conecta al segundo mejor ritmo de su carrera. Quizás no por coincidencia con su presencia en la zona, también es el mejor contacto de la carrera del jugador de 30 años.

La conclusión aquí es lo que nos dice su OPS de 1.122: Matt Chapman ha sido de otro mundo. Con toda probabilidad, no mantendrá un BABIP de .462 o un OPS+ que comience por dos. El DRC+ (como con la mayoría de las métricas avanzadas no demasiado fiable si la muestra es pequeña), tiene al Azulejo en 116, una mejora notable con respecto a las últimas temporadas, pero todavía unos pocos puntos por detrás de su pico en 2018-19. Hasta cierto punto es una decepción, pero en otro es una afirmación. Incluso desde la perspectiva más clínica y escéptica, Chapman se ha parecido más esta temporada al jugador bueno que era cuando estaba en los A’s. Si nada de esto convence a un observador lo único que puede hacer Chapman es continuar sobresaliendo. Esa es también su ruta para ganar mucho dinero en el transcurso de la temporada.