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Image credit: © Rob Schumacher/The Republic/USA Today Network

Traducido por José M. Hernández Lagunes

Los Arizona Diamondbacks 2023 abrieron la temporada con Madison Bumgarner y Zach Davies en la rotación. Kyle Lewis fue el primer bate. Nick Ahmed era el campocorto titular. Su cerrador era… bueno, realmente no tenían uno, algunos días era Andrew Chafin, otros días era Scott McGough, ocasionalmente Miguel Castro.

Los Arizona Diamondbacks de 2023 terminaron la temporada como ganadores del cetro de la Liga Nacional. Claro, seguían siendo un equipo defectuoso—los Rangers les impidieron ser el primer ganador de la Serie Mundial desde 1987 con un diferencial negativo de carreras en la temporada regular—pero, bueno, fue una postemporada infernal, que tuvo de todo, desde la perpetuamente subestimada racha de bateo récord de Ketel Marte hasta las actuaciones sobresalientes de jugadores como Merrill Kelly y Brandon Pfaadt, un joven diseñador de lanzamientos, hasta Zac Gallen tratando de ver dos días más del verano lanzando pelota sin hit enfrentando eliminación. Les falto apenitas en una serie que estuvo más cerrada de lo que  el resultado final indica.

El gerente general Mike Hazen actuó agresivamente durante toda la temporada. Bumgarner pasó abril siendo bombardeado y fue liberado. Davies tuvo una correa más larga, pero finalmente su inflamado ERA le valió su propia carta de despido. Lewis no bateó después de un período de lesión, y pasó la mayor parte del año en Reno. Pero los recortes de grandes nombres fueron sólo la punta del iceberg.

Durante los entrenamientos de primavera, los Diamondbacks firmaron a la joven superestrella Corbin Carroll a una extensión de $111 millones de dólares, el primer novato sin experiencia profesional en el extranjero en obtener más de $70 millones, por no hablar de nueve cifras. Fue un gran acto de fe en un jugador con sólo 32 partidos en la MLB, que se vio recompensado de inmediato; Carroll se convirtió enseguida en uno de los mejores jugadores de la Liga, un monstruo polifacético que probablemente ganará por unanimidad el premio al Novato del Año.

Gallen, por su parte, siguió emergiendo como un as, y recibirá votos para ganar el Trofeo Cy Young por segundo año consecutivo. Estuvo brillante en la primera mitad y parecía que iba a ganar el premio sin problemas; su desvanecimiento en la recta final se correspondió con el malestar general de los Diamondbacks tras el paso de la fecha límite para intercambios, y acabó lanzando más de 240 entradas en la temporada regular y postemporada. Su esfuerzo en el Juego 5 pudo haber sido en vano, condenado a ser olvidado como John Smoltz en 1991, pero durante seis entradas parecía que iba a llevarse la noche.

La gran operación por Hazen del invierno pasado parece ahora un asalto a mano armada. Arizona sacó provecho de las métricas defensivas atípicas de Daulton Varsho en la esquina del jardín, adquiriendo al mejor prospecto de receptor Gabriel Moreno y al jardinero de reemplazo Lourdes Gurriel Jr. Gurriel superó cómodamente a Varsho este año, mientras que Moreno parece estar listo para ser uno de los mejores receptores por un tiempo, especialmente si puede mejorar su rezagado encuadre de lanzamientos.

Arizona arrancó a toda máquina y llegó a liderar la División Oeste de la Nacional durante más de un mes a principios de verano. Los Dodgers resultaron inevitables, como todos los años, pero Hazen estuvo atento en la fecha límite desde su posición en la carrera por el Comodín, y finalmente se hizo con dos de sus principales colaboradores en la carrera por la postemporada: Tommy Pham, jardinero de los Mets, y Paul Sewald, cerrador de los Mariners.

Pham fue un alquiler caro; Arizona renunció a Jeremy Rodríguez, su único fichaje de siete cifras de la clase de enero de 2023, y uno de los prospectos mejor considerados de la DSL. Pero el veterano proporcionó una producción confiable de jardinero de esquina y bateador designado en agosto y septiembre, estuvo increíble contra los Dodgers en la Serie Divisional, y en un mundo alternativo donde el picheo de Arizona aguantó más, podría haber sido el MVP de la Serie Mundial.

Sewald fue adquirido a un precio relativamente bajo a cambio de un cerrador de renombre con un año más de control del equipo, el utilitario Josh Rojas, el jardinero Dominic Canzone y Ryan Bliss. Siguió lanzando sus lanzamientos invisibles y barredoras a los bateadores en Arizona, aunque las oportunidades de salvar fueron a veces esquivas mientras el equipo se tambaleaba en la recta final. Aún así, llegaron al torneo y, una vez que llegó octubre, Sewald formó un cerbero de cerrador moderadamente raro con Kevin Ginkel, un buen jugador con el brazo que sube y baja, y Ryan Thompson, un fichaje de agosto. De algún modo, funcionó bastante bien.

Ahí están las preguntas que nos hemos estado haciendo sobre los Diamondbacks de 2023: ¿eran realmente buenos? ¿Qué hacía un equipo de 84 victorias con un diferencial de carreras negativo en la postemporada, por no hablar de la Serie Mundial? ¿Es esto lo que queremos que sea el béisbol?

Que equipos de temporada regular mediocres lleguen a la Serie Mundial no es nada nuevo; los Mets de 1973 y los Twins de 1987 no eran mejores que los Diamondbacks de 2023, y ambos llegaron bajo la estructura de cuatro equipos; los Twins incluso ganaron el cetro. Es cierto que equipos de la calidad de los Diamondbacks entrarán más ahora que hay más equipos de postemporada en general, y en consecuencia uno hará una carrera de vez en cuando.

Mi opinión es que este tipo de magia de octubre es buena para el juego, aunque hay que admitir que se trata de una preferencia estética personal. Parece que más equipos intentan entrar en la postemporada ahora que a veces lo consiguen equipos con 84 victorias; con una barrera más alta para entrar al torneo, quizá Hazen ni siquiera compre en la fecha límite. Los Diamondbacks fueron un equipo divertido, emocionante y entretenido durante el último mes, no importa lo que digan los índices de audiencia televisiva o los registros pitagóricos. Y creo que ese es el mejor legado que un equipo puede tener: intentaron ganar y fue un placer verlos.

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