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Image credit: © Mark Hoffman / USA Today Network

Traducido por Pepe Latorre

La semana pasada, a eso de la hora del almuerzo, la División Central de la Liga Nacional se convirtió de repente en el centro del universo del béisbol. Con la inesperada y dramática deserción de Craig Counsell de los Brewers a los Cubs a través de la agencia libre de entrenadores. Durante los próximos años los duelos entre estos vecinos y rivales geográficos van a estar a flor de piel. Los Cubs (vencedores, al menos sobre el papel, y equipo aparentemente en ascenso) anunciaron su intención de ir a por algo más que las escaramuzas del Medio Oeste.

Si fue la primera vez que pensaste algo sobre cualquiera de las Divisiones Centrales no te preocupes, eres humano. Las Centrales de la Liga Americana y la Liga Nacional se han convertido en la zona media del béisbol, y no solo porque lo sean geográficamente sino porque dedican solo media porción del calendario beisbolero a ser verdaderamente relevantes.

En los primeros dos años del formato ampliado de playoffs con 12 equipos no hemos visto a ninguna franquicia de las Divisiones Centrales hacerse con ningún comodín. Ningún equipo de la Central ha llegado a la Serie de Campeonato de la Liga desde 2019. Ninguno ha ganado un banderín desde las Series Mundiales entre Cubs y Guardians en 2016. La eliminación por la vía rápida del equipo de paquetes de la Central se está convirtiendo en un ritual anual cada octubre y pone de manifiesto algo mucho más profundo: el mundo del béisbol avanza mucho más rápido en las costas que entre ellas.

Es posible que eso esté a punto de cambiar. De hecho, podría ser lo más seguro. La temporada 2023 vio el final de varias cosas en estas dos divisiones. La racha de 15 años de temporadas ganadoras de los Cardinals se rompió como la cuerda de una guitarra: no con un gemido, sino con un tintineo. No fue sólo el final de un período de éxito, sino de una era, con Adam Wainwright, el último vestigio de un núcleo que le dio al equipo dos títulos de Serie Mundial y cuatro banderines con 13 apariciones en playoffs durante un período de 20 años. En las tres décadas que la MLB lleva separada en tres divisiones, cada vez que los Cardinals lo hacen mal se crea un vacío de poder en la División Central de la Liga Nacional.

No han sido los Cardinals los únicos que han visto el fin de una era. Terry Francona se retiró después de una década al frente de Cleveland, un equipo que normalmente (aunque de manera menos consistente) tiene la misma influencia organizativa en su división que los Cardinals en la suya. La presencia de un veterano como Miguel Cabrera, y su contrato con los Tigers, llegaron a su fin y recibió una empalagosa despedida que duró hasta el último día de otra temporada perdida. Los White Sox cortaron lazos con los hombres que habían dirigido su departamento de operaciones de béisbol durante aproximadamente un cuarto de siglo. Los Reds se despidieron de Joey Votto (con menos pompa y gravedad que Cabrera).

La teoría más extendida sobre la historia y el comportamiento de nuestro universo es el modelo inflacionario. Es la teoría del Big Bang, además de algunas cualificaciones cuidadosas y trabajos detallados de físicos de todo tipo. Sin embargo, también existe una visión alternativa que tiene cierto consenso en la comunidad científica: la teoría del universo oscilante. En esa versión de las cosas, no hay un big bang, sino muchos. El universo es eterno y pasa por ciclos de rápida expansión y compresión. Las escalas de tiempo y las fases de estos períodos (las explosiones y los colapsos) cambian. No es una función de onda sinusoidal, sino un ciclo en constante alargamiento que permite una entropía cada vez mayor del universo. Aún así, el ciclo está ahí.

Podríamos estar ante un big bang en las Divisiones Centrales. Con estructuras de liderazgo nuevas o muy distintas que afectan a la mitad de los equipos y con las personalidades y dinámicas que han definido durante más de una década a esta región del mundo del béisbol desapareciendo casi simultáneamente; y con diversas presiones externas que obligan a los dos grupos a entrar en lo que parece un espacio competitivo muy comprimido. Parece haber potencial para una agitación aún mayor en los próximos meses.

La entropía de este sistema ha sido suprimida artificialmente durante demasiado tiempo. El caos se está vengando. El único equipo que parecía estar estableciendo algún tipo de hegemonía en cualquiera de estas divisiones en 2023 eran los Twins. Ahora están planeando reducir sustancialmente su nómina debido al fin de su acuerdo de derechos con uno de sus socios, la empresa en quiebra de Bally Sports. Los Cubs están tratando de posicionarse para convertirse en la potencia de la División Central de la Liga Nacional, como parece ser su destino desde que se estableció la división (y ciertamente desde que los Astros, un gran mercado, fueron sacados de ella en 2012), pero algo que en realidad nunca ha sucedido.

En los próximos 12 meses veremos resueltas cuestiones cruciales sobre los estadios de dos de estos equipos. Veremos a una ex superpotencia humillada intentar reafirmarse. Veremos a algunos de los jugadores jóvenes más electrizantes del juego afianzarse profundamente y quizás tengamos el debut de uno de los mejores lanzadores novatos que las Divisiones Centrales han visto desde que despuntaron Mark Prior y Ben Sheets hace más de 20 años. Antes de eso, sin embargo, veremos a 10 equipos pasar el invierno tratando de resolver lo que se está convirtiendo en un problema perenne para ellos: la reducción de su peso en el juego, en relación incluso con aquellos históricamente menos prestigiosos, más nuevos y anteriormente eclipsados. Equipos del este y el oeste.

Si se mira con una lente lo suficientemente amplia o estrecha cualquier año de la historia cíclica del béisbol puede parecer un cataclismo. Sin embargo, si has vivido y has estado familiarizado con el devenir del béisbol en la División Central de la Liga Nacional y la Liga Americana durante los últimos años probablemente reconozcas el sentimiento que estoy describiendo aquí. Hemos llegado a un punto de inflexión.

Puede que no sea una crisis existencial para estos equipos, individualmente o como grupo, pero no está lejos de serlo. Los Cubs y los Brewers coparon el escenario nacional por un momento la semana pasada, pero para que ellos o cualquier otro equipo de la división obtengan una exposición más prolongada tienen que suceder grandes cambios. De una forma u otra, ya se están produciendo grandes cambios en todas estas divisiones y seguirán ocurriendo en los próximos meses. Ahora que hemos comentado los grandes arcos y los titulares de los equipos podemos profundizar más y centrarnos en temas específicos en futuras entregas. Hemos plantado algunas semillas, pero la diversión de este espacio estará esperando a ver cómo crecen las historias.

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