Tengan Fe en Eury Pérez

Traducido por Fernando Battaglini

Los grandes lanzadores parecen llegar en oleadas. En las décadas de 1960 y 1970, teníamos a Steve Carlton, Bob Gibson, Jim Palmer, Nolan Ryan y Tom Seaver. Luego, en la década de 1990, estaban Roger Clemens, Randy Johnson, Pedro Martinez y el trío de Atlanta. También hay períodos intermedios en los que hay algunos buenos lanzadores y tal vez incluso uno o dos miembros del Salón de la Fama en su mejor momento, pero sin el dinamismo de múltiples leyendas en su mejor momento. Cuando Pedro/Randy/Maddux y otros; disminuyeron su rendimiento y se retiraron hace 20 años. ¿Quiénes fueron los mejores lanzadores del juego? No quiero denigrar a Roy Halladay y Johan Santana, pero la cohorte que representan no se compara con la de sus predecesores.

Parece que 2023 marcó el fin de otra generación de grandes lanzadores. Zack Greinke, Clayton Kershaw, Max Scherzer, y Justin Verlander ya no son lo que solían ser. Todavía tenemos a Gerrit Cole en su mejor momento y finalmente ganó su primer Cy Young, pero le falta competencia en la Liga Americana y la carrera por el Cy Young de la Liga Nacional fue una decepción en comparación con cuando Kershaw, Scherzer y Jacob deGrom ganaron siete premios desde el 2011 al 2019.

“¿Quién es el siguiente?” es la pregunta de seguimiento obvia, pero la respuesta es desconocida. Es irresponsable ungir a alguien como el próximo Gibson o Maddux, e intentar hacerlo es tanto una demostración de fe ciega y esperanza como es un análisis de informes y datos de los cazatalentos.

¡Pero debemos hacerlo de todos modos! Alguien vivo será un lanzador legendario. ¿Por qué siempre debemos cubrir nuestras apuestas? Es edificante para el alma poner esa fe en alguien, sabiendo que probablemente no logrará alcanzar expectativas poco realistas, pero subirse a una montaña rusa se trata de la alegría de la experiencia, no de llegar a un destino.

Pongámosle un poco de fe a Eury Pérez. Es bueno para nosotros como fanáticos. Si está buscando a alguien nuevo en quien creer (y todos deberíamos hacerlo, todo el tiempo, él marca todas las casillas.) Los Marlins ficharon al diestro de 6 pies 8 pulgadas como agente libre amateur internacional procedente de la República Dominicana en 2019. Su primera temporada en Estados Unidos fue en 2021, en la que compiló efectividad de 1.96 con 108 ponches en 78 entradas y un WHIP de 0.89. Eso le valió el no. 54 en la lista BP Top 101 antes de la temporada 2022. Pasó la mayor parte de ese año lanzando en Doble-A cuando tenía 19 años con una absurda tasa de ponches del 34,6%. Saltó al no. 11 en general en el BP 101 del año pasado, el segundo mejor prospecto de lanzador detrás de Grayson Rodriguez (n° 8).

Debutó contra los Reds el 12 de mayo, menos de un mes después de cumplir 20 años. Tuvo altibajos en su año de novato, incluidas algunas interrupciones de servicio para limitar sus entradas, pero terminó con una efectividad de 3.15 en 19 aperturas, aunque con un DRA de 106. Su tasa de ponches del 28.9% fue la número 14 en la MLB (mínimo 90 entradas). Nada mal para el lanzador más joven de la liga.

Lanzar en la MLB en su temporada de 20 años, independientemente de qué tan bien se desempeñó, elevó los resultados probables para su carrera. Es apenas el decimotercer abridor desde 1991 en lanzar al menos 60 entradas en la MLB a esa edad, y el primero desde 2016.

Lanzador	Temporada de Debut	Carrera WARP	WARP/Temporada	Cy Young
Eury Pérez	2023	0.8	0.8	0
Julio Urías	2016	9.9	1.2	0
José Fernández	2013	12.5	3.1	0
Jordan Lyles	2011	4.3	0.3	0
Madison Bumgarner	2009	22.2	1.5	No, pero WS MVP
Rick Porcello	2009	12.9	1.1	1
Clayton Kershaw	2008	65.8	4.1	3
Félix Hernández	2005	46.7	3.1	1
Zack Greinke	2004	50.6	2.7	1
Jeremy Bonderman	2003	—	—	0
Oliver Pérez	2002	—	—	0
CC Sabathia	2001	—	—	1
Rick Ankiel	2000	—	—	Es una historia larga

WARP para lanzadores solo se remonta a 2005 (Nota del editor: esto se solucionará en un próximo parche), pero Pérez es parte de un club que cuenta con cinco ganadores del Cy Young y tres o cuatro futuros miembros del Salón de la Fama. También hay algunas historias tristes, extrañas y sórdidas en esa lista. Aquí es donde entra la parte de la fe. Al menos no hay riesgo de que se convierta en un jardinero como Ankiel.

Su perfil comienza con su bola rápida de cuatro costuras, que utiliza el 51.8% del tiempo y promedia 97.5 mph. Su velocidad de giro de 2635 rpm lideró a todos los lanzadores de la MLB. Como era de esperar de un lanzador de 6 pies 8 pulgadas, obtiene 6.9 pies de extensión, percentil 85 según Baseball Savant.

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Tiene suficiente velocidad para ocasionalmente desperdiciarla ante los bateadores como lo hizo con Cal Raleigh , en la imagen superior, pero la mayor parte del tiempo la usa para adelantarse y lanzar strikes. No tiene una buena forma para hacer fallar muchos bates y, a veces, puede dejarlo en una parte peligrosa de la zona de strike. Permitió 10 jonrones con su bola rápida el año pasado, en parte porque es un lanzamiento que eleva con facilidad. Su tasa de rodados del 13% en su bola rápida de cuatro costuras fue la más baja en la MLB (mínimo 300 lanzamientos). Tenga en cuenta que solo tenía 20 años y se enfrentaba a los mejores bateadores del mundo. No existe un lanzador perfecto a esa edad. Tenga fe en que su mando mejorará a medida que madure.

Su slider no necesita mejorar en absoluto. Ya es una oferta de élite, como descubrió Andrew McCutchen:

Como dice Eno Sarris de The Athletic, “La velocidad es muy importante para lanzamientos quebrados; cualquier slider de más de 85 mph está casi predestinado a ser excelente”. El promedio de Pérez es 86.3 mph, pero lo extraño es que no siempre se desliza: tuvo -0.1 pulgadas de movimiento horizontal la temporada pasada. Funciona de todos modos porque juega con su bola rápida, que promedió -5,2 pulgadas de horizontal, y por la excelente velocidad en todos sus lanzamientos. Generó ponches en el 47,5% de todos los swings contra su slider, que fue quinto entre los titulares (mínimo 300 lanzamientos).

Su curva es tan efectiva como su slider, especialmente contra zurdos. Llega a 81.3 mph, que es una de las curvas más difíciles del juego y, al igual que su slider, presenta un movimiento más sutil. Solo obtuvo 0,6 pulgadas de caída vertical, que fue la segunda más baja entre los lanzadores abridores, pero su 54,6% de abanicos solo estuvo por detrás de la curva de Blake Snell. Puede tocar fondo cuando lo necesita, como lo hizo contra Brendan Donovan:

Otras veces solo necesita un pequeño quiebre para abanicar, incluso contra el mejor jugador del deporte:

La competencia característica de los Marlins en el desarrollo de jugadores es enseñar cambios de velocidad, y Pérez es un gran ejemplo. Este lanzamiento a  Kevin Kiermaier a 91 mph:

Tiene un promedio de 89.6 mph en el campo, que es una diferencia de 7.9 mph con su bola rápida. Tenía una tasa de abanicos del 46%, que fue sexto en la ML (mínimo 150 lanzamientos), ubicado justo entre Snell y Spencer Strider en la clasificación de cambios. Lanzó exactamente 150 de ellos el año pasado y sólo permitió un hit, un sencillo que podría haber sido un E4:

Si estás contando, eso le da cuatro lanzamientos potencialmente excelentes provocan abanicados: una bola rápida de alto giro y alta velocidad y tres lanzamientos secundarios de aniquilación. Su tasa de strikes del 15.7% el año pasado fue la tercera en la MLB entre los lanzadores abridores (mínimo 50 entradas). Sólo le superaron Strider (18.9%) y Tyler Glasnow (16.5%).

Vale la pena repetir que hizo todo esto sin tener la edad legal para beber alcohol. Es difícil decir que solo puede mejorar a partir de aquí porque eso no fue cierto para Bonderman o Ankiel. Es igual de difícil decir que será el próximo Kershaw o Greinke porque esa es una expectativa excesivamente alta para cualquier lanzador joven. Pero tiene el talento suficiente para que esto sea posible, y ahí es donde la fe toma el control.