La primavera que vivimos peligrosamente

Image credit: © Bill Streicher-USA TODAY Sports

Traducido por José M. Hernández Lagunes

Este año ha sido la segunda vez en los últimos cinco años que el béisbol ha tenido un entrenamiento de primavera normal. En 2020, bueno, ya sabes. Los campos de entrenamiento en 2021 todavía estaban bajo la nube de COVID-19, y los jugadores se estaban preparando después de haber jugado sólo 60 partidos de temporada regular (para los jugadores de las Grandes Ligas) o cero (para los jugadores de las ligas menores que no jugaron en sitios alternativos) la temporada anterior. Los entrenamientos de primavera de 2022 se retrasaron debido al cierre patronal de la MLB. Sólo el año pasado todo volvió a la normalidad, al igual que esta temporada.

Como hemos señalado, hubo 826 lesiones (medidas por asignaciones no COVID-19 a la lista de lesionados) en 2023 en comparación con 820 en 2022. MÁS LESIONES fue el titular. Pero eso se debió en gran parte a los entrenamientos de primavera. Hubo menos lesiones por partido jugado en mayo, junio, julio y agosto en 2023 que en 2022. Lo mismo puede decirse de toda la temporada. Hubo 0,31 entradas en la lista de lesionados en 2023 por partido de temporada regular jugado, en comparación con 0.34 en 2022 y 0.36 en 2021.

Los entrenamientos de primavera de 2023 fueron más largos que los de los tres años anteriores, lo que dio a los jugadores más oportunidades de lesionarse. Hubieron 295 partidos de entrenamiento de primavera en 2020, 370 en 2021 y 244 en 2022, aumentando a 422 en 2023 y 2024. Es cierto que los entrenamientos de primavera no se limitan a los partidos de exhibición, pero en general, cuanto más tiempo juegan los jugadores de béisbol, más se lesionan.

¿Cómo fue el entrenamiento primaveral de 2024 en cuanto a lesiones? ¿Se lesionaron más o menos jugadores? ¿Y qué nos puede decir eso sobre la incipiente temporada?

En términos generales, las lesiones no cambiaron. Hubieron 165 jugadores en la lista de lesionados entre el inicio de los entrenamientos primaverales de 2023 (Walker Buehler, Davis Daniel, Trevor Story, Eguy Rosario y Blake Treinen llegaron a los 60 días el 16 de febrero) hasta el primer día de la temporada (30 de marzo, cuando los equipos colocaron a 34 jugadores en la lista de lesionados para reducir sus listas de 26 jugadores activos). Hubieron 165 jugadores idénticos en la lista de lesionados entre el comienzo de los entrenamientos de primavera de 2024 (Dustin May fue a la lista de 60 días el 8 de febrero, Tony Gonsolin al día siguiente) hasta el primer día de la temporada (28 de marzo, cuando los equipos pusieron a 23 jugadores en la lista de lesionados al comenzar la temporada).

Pero espera, estarás pensando, esa cifra de 165 es un poco falsa. Mira esas dos colocaciones en la lista de lesionados este año antes de la serie de dos partidos de Corea. May fue operado del tendón flexor y del ligamento colateral cubital en julio del año pasado. Gonsolin se sometió a una operación Tommy John a principios de septiembre. Ninguna de esas lesiones se produjo durante los entrenamientos de primavera. Están en la lista de lesionados debido a lesiones que se produjeron antes de los entrenamientos de primavera, no durante ellos.

Revisamos la lista y excluimos a los jugadores cuya colocación en la lista de lesionados no se debió a una lesión que se produjo durante el entrenamiento de primavera. La gran mayoría de ellas se debieron a cirugías. Para ser claros, si un lanzador terminó 2023 con un codo adolorido, y le molestaba de nuevo cuando aumentó su carga de trabajo en febrero o marzo, todavía lo incluimos entre los jugadores que sufrieron lesiones en el entrenamiento de primavera de este año. Excluimos sólo a los jugadores cuya estancia en la lista de lesionados no tuvo nada que ver con lo que ocurrió una vez abiertos los campamentos.

Este refinamiento eliminó 35 colocaciones en la lista de lesionados en 2023, resultando en 130 lesiones sufridas durante el entrenamiento de primavera 2023. Este año, 51 colocaciones en la lista de lesionados se debieron a condiciones preexistentes, dando lugar a 114 lesiones sufridas durante el entrenamiento de primavera 2024. ¡Progreso!

Una reducción de 130 lesiones a 114 no es grande. Es apenas un 10%. Así que no hay razón para pensar que hemos descifrado el código de las lesiones. Lo que podemos decir, sin embargo, es que tampoco hay pruebas de que las lesiones en los entrenamientos de primavera estén proliferando. Presentarse a los entrenamientos de primavera no fue más peligroso para los jugadores en las listas de 40 jugadores de los equipos en 2024 que en 2023.

Pero la mención de May y Gonsolin trae a colación otra forma de ver los datos: ¿Cómo van las cosas para los lanzadores? Sabemos que los lanzadores se lesionan más que los bateadores; véase el Mapa de lesiones en cuatro años. ¿Podría el recuento general de bajas ocultar un repunte (o un descenso) en las lesiones de los lanzadores?

He aquí los datos. En esta tabla, PEC = condiciones preexistentes.

Comparando 2024 con 2023, las lesiones en general (al menos las lo suficientemente graves como para justificar la inclusión de un jugador en la lista de lesionados) sufridas durante los entrenamientos de primavera fueron ligeramente inferiores. Las lesiones de los bateadores disminuyeron ligeramente. Las lesiones de los lanzadores disminuyeron ligeramente. No hay diferencia.

Jugar al béisbol en la MLB puede ser peligroso para la salud. Los equipos pusieron un promedio de 27.5 jugadores en la lista de lesionados la temporada pasada, más de uno por puesto en la lista activa. Y, como hemos escrito, esas lesiones no se distribuyeron uniformemente. Pero el aparente aumento de lesiones de 2022 a 2023 fue en gran parte producto de la casi duplicación de juegos de entrenamiento de primavera el año pasado en comparación con el año anterior. Este año, con una comparación de entrenamiento de primavera de manzanas a manzanas, las lesiones disminuyeron un poco antes del Día de Apertura. Puede que los riesgos inherentes al puesto de jugador de béisbol no hayan disminuido significativamente, pero tampoco han empeorado.