Traducido por Pepe Latorre
El desarrollo de los peloteros modernos es tan feroz que a menudo parece imparable. Los lanzamientos se vuelven más duros o rompen más o se complementan mejor; los swings se vuelven más rápidos o más inteligentes o más pacientes. Puede resultar un poco aburrido, de verdad. El pelotero A es lo suficientemente bueno como para llegar a las Grandes Ligas. El pelotero A hace un ajuste. El pelotero A sube de nivel. Hay varias historias como esta cada año, cada año nos las comemos con patatas. Por muy interesantes que puedan ser algunos casos particulares, sabemos que mejorar a los jugadores a este nivel no es imposible y que es difícil de ocultar. Ese es el asunto. Los equipos quieren enseñar cuánto ha mejorado un pelotero y para hacerlo hay que ponerle a jugar.
Sin embargo, todavía hay algo de alquimia en todo esto. Los peloteros no pueden decidir hacer alguna de estas cosas sólo porque quieran. No pueden hablar con un analista cuantitativo en la oficina central del equipo o con un gurú del entrenamiento y cargar toda esa información en su cabeza como Neo hace con el kung fu en Matrix. Tienen que encontrar el ajuste necesario y el mensaje correcto en el momento adecuado, y cualquiera que deambule por la Tierra con uno de estos trajes de carne y hueso ha sentido la incomodidad que puede conllevar esa búsqueda. De la misma manera que decir que abanicar al primer lanzamiento no es para todos, sería una tontería decir que los bateadores simplemente deberían abanicar menos. Sería tan poco práctico como ideal. Ni siquiera se menciona como un nuevo objetivo para los jugadores en los informes optimistas de los entrenamientos de primavera.
La tasa de strike promedio de la liga en cada uno de los últimos tres años nos lo dice. Ha sido un poco más del 11%, terminando en 11.2 en cada una de las dos últimas temporadas después de la friolera de 11.3 en 2021. En lo que va del 2024 es el 10.8%, pero no es extraño que los bateadores hagan swing y fallen un poco menos en las primeras semanas de la temporada. Por muy estable que haya sido en el panorama general, es difícil para peloteros sobreponerse a título individual. De 2022 a 2023 George Springer logró la mayor mejora pasando de 13.3% a 9.8%. El único que se acercó a él fue Gleyber Torres, que logró una bajada de 3.5%.
Eso es bastante interesante por sí solo porque es un número pequeño que puede contribuir a una diferencia significativa. Por ejemplo, el DRC+ de Torres pasó de 105 a 125. Pero es más interesante en el contexto de otros bateadores. Entre los jugadores que registraron al menos 400 apariciones en el plato tanto en 2022 como en 2023, solo otros tres entre 109 redujeron su tasa de strikes en al menos un 2,5%. Si reducimos un poco nuestras expectativas, lo que a menudo es una decisión saludable, solo nueve peloteros lograron bajar un 2% o más. Puedes ver todos los datos aquí.
Si lo que buscamos es una clasificación y consideramos solo los 10 primeros, podemos ver lo valioso que puede ser hacerlo. Seis peloteros mejoraron drásticamente su producción de carreras, en lo que respecta a DRC+: Torres, Ronald Acuña Jr., Brandon Marsh, Cody Bellinger, Adolis García y Kyle Tucker. Springer y Xander Bogaerts fueron mejores, y Michael Harris II peor. La actuación de Javier Báez fue ligeramente peor. Tal vez quieras pensar en otro jugador para cerrar la lista, su ofensiva ha sido mala durante mucho tiempo. El siguiente clasificado fue Alec Bohm, que experimentó una mejora considerable.
Una historia similar pero un poco más dramática. De 2021 a 2022 solo 82 jugadores se clasificaron y solo dos redujeron su tasa de strikes en un 2.5% o más: Christian Walker y Báez. Ocho entre los 10 mejores vieron mejorar su DRC+: Walker, Anthony Santander, Matt Chapman, José Abreu, Yandy Díaz, Bohm, Willy Adames y Ryan McMahon. Solo Báez y Shohei Ohtani no lo hicieron, y son una pareja tan extraña como Danny DeVito y Arnold Schwarzenegger en “Gemelos”. Báez logró algunas de las mayores ganancias dos años seguidos y aún seguía produciendo como un receptor suplente, mientras que la caída de Ohtani significó que todavía era una superestrella. Si queremos volver a hacer la excepción de Báez, el siguiente en la lista sería Josh Bell, que también mejoró su producción de carreras. Los datos confirman la noción intuitiva de que hacer abanicar menos es un buen negocio, y también que muy pocos bateadores pueden lograrlo.
Y eso nos lleva a 2024. Al llegar el juego del lunes nos encontrábamos con que 22 bateadores han reducido su tasa de strike en al menos un 2.5%. Podemos agruparlos a ellos y a sus mejoras hasta la fecha en tres categorías, en relación con la tasa de strike promedio típica de la Liga de alrededor del 11%.
Cerca del promedio | Un poco mejor que el promedio | Mucho mejor que el promedio |
Fernando Tatis Jr. | Jack Suwinski | Anthony Volpe |
Shohei Ohtani | Amed Rosario | Jonathan India |
Ryan Mountcastle | Luis Rengifo | Alec Bohm |
Trea Turner | Brice Turang | |
Xander Bogaerts | ||
Spencer Steer |
Será una casualidad, pero nos encontramos con un par de grupos interesantes. Aquellos que ahora coquetean con una tasa promedio de strikes son en su mayoría estrellas. Los que ahora son ligeramente mejores que la media son temporeros. Y los del caos, aquellos dramáticamente mejores que el promedio son tipos que han tenido temporadas increíbles (India, Bogaerts), tipos que esperan tenerlas (Bohm, Volpe) y tipos que podrían merecer más crédito del que hemos tenido nosotros (Steer).
La parte complicada es, primero, averiguar qué mejoras podrían mantenerse, y luego qué mejoras podrían ayudarlos a lograr una mejor producción ofensiva. Si los últimos dos años son una indicación sabemos que sólo unos pocos estarán cerca de mantener este nivel, y estamos a otras tres o cinco semanas de poder tomar en serio el rendimiento de un pelotero.
Turner no ha registrado una marca como la que tenía al entrar en juego el lunes (9.1%) desde 2018. El grupo de bateadores de platoon/utilitarios en el medio de la tabla podría tardar más que nadie en demostrar si sus mejoras son reales o no. Y nuestro grupo del caos podría tener el mayor impacto. Bohm, Steer y Turang darían una profundidad a la alineación de su equipo que DRC+ ha considerado prácticamente improbable. India podría estar al otro lado de lo que parece ser una línea muy fina en cuanto a su conjunto de habilidades, que se ha registrado en el lado equivocado del promedio la mayor parte del tiempo desde el final de su año de novato. Volpe, de quien hablamos aquí, le daría a los Yankees un campocorto estrella, algo que nunca han tenido.
Lo que hemos visto hasta ahora nos ha dado algo que buscar en el futuro. Aquí puedes realizar una encuesta de dos preguntas para votar quien está aquí para quedarse y quién se beneficiará más. A final de temporada podremos ver bien quien ha entendido este proceso alquímico.
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