
Traducido por Marco Gámez
Esta primavera, es posible que hayas escuchado que la temporada de 2024 ha sido llamada como el año del splitter, ya que innumerables lanzadores llegaron a los entrenamientos de primavera con el nuevo lanzamiento en su arsenal. Como nuestro compañero Daniel Epstein escribió la semana pasada, eso no ha ocurrido, porque solo un puñado de lanzadores han incorporado con éxito el lanzamiento a sus respectivos repertorios. El uso del splitter en Grandes Ligas solo ha aumentado del 2.3% al 3.0%, que es el mismo aumento del 0.7% que vimos de 2022 a 2023. 2023, como recordarán, fue el año del sweeper, entonces, ¿como es eso?
Si bien la frecuencia del splitter no ha aumentado tanto como se anuncia, eso no significa que no se esté produciendo un cambio significativo, aunque encubierto, en la interacción entre lanzadores, bateadores y el juego del gato y el ratón entre los dos. En una era en la que las Grandes Ligas han sido ampliamente reconocidas (y, al menos hasta ahora, con justa razón) como una Liga de sliders, algo interesante está sucediendo: los bateadores se están adaptando.
Después de que la Liga, hace un año, intentó batear los lanzamientos rompientes más que las rectas por primera vez (revisando solo el primer mes de cada temporada, ya que las tasas de swing son siempre más bajas al comienzo de la temporada), parece cierto que los bateadores han mejorado en descifrar eso de los giros; han vuelto a hacer swing en un mayor porcentaje a las rectas. Este gráfico muestra la tasa de swing en marzo/abril contra bolas rápidas (verde), lanzamientos de baja velocidad (azul) y curvas (naranja).

No solo eso, sino que cuando batean los envíos quebrados, están haciendo más daño que en muchos años. Eno Sarris y compañía en The Athletic escribieron sobre como el año pasado los bateadores se desempeñaron mejor que nunca contra los sliders, y esa tendencia ha continuado en 2024. Escalando hasta el wOBA general de la liga para que 100 sea exactamente el promedio, al igual que DRC+, wRC+ u OPS+, mira cuánto han mejorado los bateadores su wOBA contra lanzamientos “flexibles” (gracias a nuestro compañero Stephen Sutton-Brown por acuñar ese término) a medida que la liga se ha vuelto más dependiente de los envíos en curva:

Todavía mantienen a los bateadores por debajo del wOBA promedio de la liga, pero son solo ~6 por ciento peores que el promedio contra lanzamientos quebrados esta temporada. Compara eso con el primer año de datos de Statcast, cuando fueron casi un 17% peores que el promedio contra los envíos con giro. Es obvio; cuanto más ven los bateadores estos lanzamientos, más cómodos se sienten contra ellos y más ajustan sus estrategias para manejarlos mejor. En otras palabras, se “sientan” a esperar un slider, al estilo de Austin Riley.
Es posible que en esas líneas anteriores hayas captado la otra tendencia que está en desarrollo: si bien el desempeño de los bateadores contra las rectas se ha mantenido mayoritariamente estático y ha mejorado constantemente contra las curvas, recientemente han empeorado mucho contra los lanzamientos de baja velocidad. Ese declive pareció comenzar la temporada pasada y, al menos hasta ahora, de verdad que está cobrando fuerza este año. Entonces, si bien el “año del splitter” puede no manifestarse en un cambio en la cantidad, sí parece manifestarse en una mayor eficacia no solo de los splitters, sino también de los lanzamientos de baja velocidad en todas sus formas y tamaños. “El año de los envíos de baja velocidad” no tiene el mismo efecto atractivo, pero puede ser más preciso en este caso.
Podría haber varias razones para esto. En primer lugar, los ajustes realizados para combatir los lanzamientos quebrados podrían estar haciendo que los bateadores sean susceptibles a los lanzamientos de baja velocidad. Si piensas en las localizaciones generalizadas de ambos grupos de envíos en situaciones de bateadores contra lanzadores de la misma mano en un escenario que sería para aprovechar la mano contraria, tiene cierto sentido teórico: los lanzamientos quebrados generalmente se separan de los bateadores, mientras que los de baja velocidad corren hacia adentro. Si los bateadores hacen trampa para cubrir la mitad exterior del plato para batear las curvas, entonces serían más vulnerables a los lanzamientos en la mitad interior, ubicados bajo sus manos.
En la práctica, esa es una afirmación difícil de probar (no tenemos datos de colocación sobre dónde se ubican los bateadores en la caja de bateo) y la lógica no se sostiene en enfrentamientos de manos opuestas entre lanzador y bateador, precisamente las situaciones en las que los lanzamientos de baja velocidad se utilizan con mayor frecuencia. Es necesario investigar más esta hipótesis antes de que podamos aceptarla por completo.
La segunda teoría, y quizás la más convincente, es que la calidad de los lanzamientos lentos en la liga simplemente está mejorando. Normalmente, esa también sería una teoría difícil de probar, pero afortunadamente para nosotros vivimos en una era en la que la fuerza relativa de un lanzamiento se puede cuantificar de manera efectiva. Usando nuestras propias métricas de PitchPro y StuffPro (lea el artículo introductorio de Stephen sobre ellas aquí ), podemos ver si el descenso en el rendimiento de los bateadores puede explicarse por la calidad de los envíos que enfrentan o no.
Recuerda: un número negativo significa un lanzamiento más difícil de enfrentar para un bateador, y StuffPro mide los atributos brutos de un lanzamiento, mientras que PitchPro incluye la ubicación. En este caso, ambas métricas cuentan una historia similar:


Las curvas siguen siendo los lanzamientos más difíciles de conectar para los bateadores en condiciones normales, pero la brecha entre los lanzamientos quebrados y los lanzamientos de baja velocidad se está reduciendo. Rápidamente. Los mejores cambios de velocidad y splitters siempre han sido tan buenos como los mejores sliders y curvas, pero es mucho más probable que un cambio mediano engañe más a un bateador que en el pasado, como lo ilustra este “lanzamiento del día” de Cristopher Sánchez.
Si bien tradicionalmente los cambios de velocidad no se han considerado como lanzamientos que producen swing y abanicar (se han utilizado para inducir un contacto débil más que cualquier otra cosa), incluso eso se ha modificado en las últimas temporadas. Quizás debido a la proliferación de cámaras de alta velocidad y un diseño de lanzamientos más matizado, los cambios de velocidad se han convertido en lanzamientos de abanicar, tan difícil como el sweeper más incómodo. El año pasado fue la primera vez que estos lanzamientos eclipsaron a los quebrados en provocar abanicados, pero esta otra tendencia ha continuado este año. Este gráfico muestra la tasa de abanicar por año:

Y nuevamente encontramos los tipos de lanzamientos que confirman esa historia; aquí está la tasa de abanicar esperada por tipo de lanzamiento:

Ahora es más probable que los splitters y los cambios de velocidad crucen a un bateador que una curva.
Los lanzadores y bateadores están atrapados en un juego de ajustes constantes. Durante años, los lanzadores han ido ganando ventaja enviando menos bolas rápidas y más lanzamientos quebrados. Los bateadores respondieron cazando cada vez más esos lanzamientos rompientes, hasta el punto que algunos bateadores fueron incluso mejores contra los envíos con efecto que contra las rectas rápidas. A partir de la temporada pasada y continuando de manera aún más drástica en esta, hemos visto a los lanzadores dar el siguiente paso: están lanzando a los bateadores un cambio, les están lanzando más y mejores cambios de velocidad. Es reconfortante saber que después de todos estos años, batear sigue siendo el momento oportuno y lanzar sigue siendo alterar ese momento oportuno.
*Material de StuffPro, PitchPro y Expected Whiff cortesía de Stephen Sutton-Brown
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