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Image credit: Gregory Fisher-USA TODAY Sports

Traducido por Marco A. Gámez.

Los días en que los Mets de Nueva York se preguntaban si tenían demasiadas opciones en la tercera base han desaparecido.

En un mundo donde J.D. Martínez juega todos los días como bateador designado—y lo hace bastante bien—parecería que solo habría espacio para Mark Vientos o Brett Baty en la alineación, especialmente cuando el experimento de Baty en el jardín izquierdo de la administración anterior es cosa del pasado.

Y de hecho, en las horas previas al partido del jueves por la noche entre los Mets y los Filis, fue fácil ver el problema. Tanto Vientos como Baty tomaban la práctica en el cuadro interior como tercera base, y las reglas de las Grandes Ligas del Béisbol establecen claramente que los equipos pueden tener sólo un tercera base en todo momento.

Pero los Mets están resolviendo esto usando el antiguo sistema de alternarlos según el brazo del lanzador rival, utilizado por el mentor de  Casey Stengel, John McGraw. El hombre que heredó el trabajo de Stengel,  Carlos Mendoza, no usa esa denominación, pero es obvio, según la forma en que habla de utilizar su dúo.

Tomemos, por ejemplo, su respuesta cuando se le preguntó si se sentía tentado a dejar a Vientos en la alineación nuevamente para el juego del jueves contra los Filis después de su noche de dos hits el miércoles.

“Sí, y era de esos en los que sabíamos que íbamos a enfrentar a un par de zurdos como próximos oponentes, si no jugaba Baty, serían cuatro días [de descanso] para él”, dijo Mendoza, rodeado de reporteros, con un telón de fondo de los Mets detrás de él en el vestidor de visitantes en Citizens Bank Park. “Así que a pesar de que fue Vientos [quien] tuvo un buen juego ayer en el plato, hoy decidí ir con Baty”.

Esa declaración por sí sola indica algunas nuevas realidades en la tercera base desde que Vientos fue ascendido proveniente de Triple-A. Sentar a Vientos contra un zurdo ni siquiera fue una consideración, mientras que Mendoza sí consideró sentar a Baty contra el abridor derecho Taijuan Walker. Y Walker, no es solo un derecho, es un lanzador abridor que promedia poco más de 91 MPH (146 KPH) en sus envíos en recta esta temporada.

Todo esto presagia un futuro en el que los Mets suenan más comprometidos con darle a Vientos la oportunidad de jugar en tercera, incluso si su fildeo, por decirlo con suavidad, sigue siendo un trabajo en progreso.

¿Otra razón para pensar eso? Baty estaba tomando roletazos en segunda base y como campo corto, bajo la supervisión del propio Mendoza, y el manager no rehuyó la idea de que en un mundo post-Joey Wendle (para ser claros, todavía existe, pero sencillamente ya no está con los Mets después de que Nueva York lo colocó para asignación), el es también la nueva opción del equipo como utility en el cuadro interior.

“Sí, con la forma en que está nuestra plantilla ahora, él será el jugador que si necesitamos a alguien en caso de una emergencia, tendrá que ir a defender el campo corto y la segunda base”, dijo Mendoza. “Pero me gusta como luce su defensa en la tercera base. Ha progresado mucho y se lo debemos a él y a los coaches que trabajaron mucho. Y ha llegado a un punto en el que es un defensor bastante bueno”.

Las métricas defensivas tienden a coincidir, aun cuando el manager de los Filis, Rob Thomson, dice: “No creo que sean reales”. (Más sobre eso y lo que significa para Filadelfia la próxima semana). Y es claramente posible que Vientos pueda salir de la posición.

Pero por ahora, parece que Baty tendrá que seguir en la misma situación. Le pregunté a Mendoza sobre el alentador aumento en el ángulo de despegue de los batazos de Baty, que fue un factor importante que lo frenó en 2023, y si ese desempeño subyacente importa más que su línea de producción ofensiva. Sin embargo, a Mendoza le preocupaba más otra estadística.

“A fin de cuentas, lo que queremos es que Baty conecte más elevados”, dijo Mendoza. “Solo tiene que controlar la zona de strike, conectar buenos lanzamientos y chocar la pelota con el barril y luego hacer daño…simplemente tienes que actuar como un bateador y tienes que estar listo para tu lanzamiento y tienes que poner el barril contra la pelota. A eso se reduce todo”.

Y eso sencillamente no está sucediendo. Incluso cuando Baty ha aumentado su ángulo de despegue a 11.7 grados, acercándose al promedio de la liga, ha visto el porcentaje de barril caer al 5.4%, frente al ritmo de la temporada pasada del 7.7%, y su velocidad de salida promedio se ha reducido a 85.4 millas por hora (138 KPH), cuatro MPH (6 KPH) por debajo del ritmo de 89.5 (144 KPH) del año pasado.

¿La forma más fácil de interpretar esto? Los elevados flojos no son mucho más valiosos para los Mets que los roletazos fuertes que terminan por la vía 6-3.

Todo esto es suficiente para que la paciencia que uno normalmente debería de tener con un jugador joven que no cuenta con un reemplazo obvio en un equipo que parece estar fuera de competencia sea discutible en este caso. Porque no parece que Mark Vientos pueda reemplazar a Brett Baty. Parece que, en el sentido que importa a efectos de ligas de fantasía, ya si lo ha hecho.

Ya que hablamos de los Mets: Mendoza reveló que Tylor Megill será el lanzador abridor hoy contra Cleveland. Para propósitos de ligas de fantasía, no esperes que sea necesario un ascenso: le pregunté a Mendoza si Megill tiene alguna restricción y señaló que había realizado 80 lanzamientos en su última apertura de rehabilitación. Megill ponchó a siete y tampoco dio boletos a ningún bateador en esa apertura de rehabilitación de 5 y ⅓ entradas. Y la forma decidida de hablar de Mendoza difería de la que había mostrado apenas unos días antes, cuando no se había comprometido con Megill como lanzador abridor.

¿Qué ha cambiado? Bueno, Joey Lucchesi se derrumbó el miércoles y fue enviado a Triple-A. Los Mets pueden contar con Luis Severino, Sean Manaea  y hasta ahora, Christian Scott,  quien ha estado preciso en sus dos primeras aperturas. José Quintana ha hecho lo suficiente para seguir en la rotación sin que haya alternativas tocándole la puerta. ¿Y luego? Bueno, Adrian Houser ya fue desterrado al cuerpo de relevistas. José Butto también está de regreso a Triple-A, trabajando para consolidar algunas de las mejoras que mostró en las Grandes Ligas.

Sin embargo, Kodai Senga es quien podría reemplazar a alguien en la rotación. Y no parece estar cerca cuando le pregunté a Mendoza sobre él.

“Es muy difícil decir”, explicó Mendoza, cómo podría ser un regreso de Senga sin más contratiempos. “Porque todavía depende de cómo se sienta, día a día, cada vez que lanza un bullpen. Y ahora que, con suerte, empezará a enfrentar a bateadores, es difícil ponerle un cronograma”.

Incluso si Senga regresa, como escribí, hay muchas razones para pensar que los Mets podrían utilizarlo dentro de una rotación de seis hombres. Eso es aún más probable en un mundo donde necesitan limitar las entradas de Christian Scott,  mientras navega por su primera temporada completa en las Grandes Ligas.

Es una buena razón para intentar adquirir a Megill con fines de flujo continuo, quien está disponible por la ruta de waiver en el 98% de las ligas de Yahoo y en más del 99% de los circuitos de ESPN. Después de todo, los Mets tienen dos hombres para cubrir tercera, pero, en este momento, no hay nadie más para lanzar cada cinco días.

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