Traducción de José M. Hernández Lagunes
Perfil de jugador
“Nunca conocerás la peor suerte de la cual tu mala suerte te salvó”. – Cormac McCarthy, No Country For Old Men
Los Rockies eligieron a Gray tercero en el draft de 2013 con expectativas de que se transformará en un lanzador de primera línea algún día. Desde una perspectiva de equipos de fantasía, es difícil imaginar un peor lugar para el nativo de Oklahoma que Coors Field. Nadie cuestionaba su prodigioso talento nato. Claramente, Gray contaba con un poderoso arsenal que podría conquistar el monstruo del Mile High. Sin embargo, es justificable ser escéptico sobre una organización cuyo último (y único) desarrollo exitoso (de lanzadores) en los últimos 25 años fueron Ubaldo Jiménez y Jhoulys Chacín. Y no nos olvidemos de TINSTAAPP.
El lanzallamas derecho voló por el sistema de ligas menores de los Rockies, lanzando en sólo 24 salidas en Doble-A y Triple-A en dos temporadas antes de ser ascendido el 4 de agosto de 2015. Los ligamayoristas lo cogieron a palos en sus primeras nueve salidas, terminando la temporada con 5.53 ERA, 40 strikeouts y 14 bases por bola, pero en el 2016 tuvo quizá la mejor campaña como novato en la historia de la franquicia. En 29 salidas, el joven de 24 años obtuvo marca de 4.61 ERA (3.95 DRA) con 185 ponches y solamente 59 bases por bola en 168 entradas. Después de ser uno de sólo 16 lanzadores que calificaron para el título de ERA y ponchando más de un bateador por inning (9.9 K/9) en 2016, los dueños de equipos de fantasía finalmente se permitieron ignorar el riesgo estratosférico en su perfil. De acuerdo a la data de posición de draft de NFBC, Gray fue uno de los 50 mejores abridores (180º general) en drafts de fantasía en la primavera pasada. A diferencia de la gran mayoría de lanzadores prospectos que se han desmoronado bajo el peso de Coors Field desde 1995, Gray aprovechó el reto de manera frontal y aparentó llegar al precipicio de la grandeza en términos de equipos de fantasía.
¿Qué salió mal?
El 13 de abril, durante la tercera salida de su segunda campaña, Gray tomó la azarosa decisión de aventarse desde el montículo para atrapar una rola alta, rompiéndose el pie izquierdo. La lesión lo mantuvo fuera de circulación más de dos meses. Cuando finalmente regresó a la rotación el 30 de junio, terminó sus últimas 17 salidas sin más daños. El mejor indicador de lesiones futuras para lanzadores es su historial de lesiones, pero el hecho de que los problemas de Gray no involucraban su brazo u otro tejido suave mitiga la mayoría de preocupaciones de lesiones a futuro. Fuera del tiempo perdido debido a su lesión, Gray tuvo un estupendo 2017.
¿Qué salió bien?
El ávido caza-fantasmas ha tomado un respiro de sus actividades paranormales para transformar su repertorio en las más recientes temporadas. Ha dejado de lado su cambio a favor de una mezcla de sliders de 90 mph (145 kph) y una curva de 80 mph (120 kph) que han progresado rápidamente en las últimas dos temporadas. Todavía utiliza su abrumadora bola rápida de 95 mph (150 kph), pero su habilidad para yuxtaponerlo con un par de lanzamientos curvos con más funk que Austin Powers le ha transformado en uno de los más impresionantes artistas jóvenes del ponche.
“Mientras más la uso, mejora más”, Gray dijo a The Denver Post después de una salida dominante a mediados de julio. “Es un lanzamiento que debes sentir. No se puede lanzar con pereza. Pero cuando se lanza correctamente, es un estupendo lanzamiento. E induce rolas al cuadro. Será un arma”.
Durante sus últimas 17 salidas, Gray obtuvo un ERA de 3.58 con 103 strikeouts y sólo 23 bases por bola en 98 entradas. Haciendo todavía más impresionantes esos números es el hecho de que fue mordido por el monstruo del BABIP, con un infladísimo .344 en ese lapso. El total de strikeouts no fue suficiente para llamar la atención de los dueños de equipos de fantasía, pero el hecho de que logró dominar su control, disminuyendo su ritmo de bases por bola de 3.2 BB/9 en 2016 a sólo 2.4 BB/9 esta temporada, es otra razón para ser optimistas. De acuerdo al indispensable Play Index de Baseball-Reference, Gray es uno de sólo 13 abridores (mínimo de 100 entradas) en ponchar más de un bateador por entrada y menos de dos y media bases por bola cada nueve entradas. El resto de la lista:
Jugador |
K/9 |
BB/9 |
|
214 1/3 |
12.93 |
1.81 |
|
203 2/3 |
11.71 |
1.59 |
|
202 1/3 |
9.56 |
2.00 |
|
200 2/3 |
12.02 |
2.47 |
|
200 |
10.17 |
2.07 |
|
193 1/3 |
10.71 |
2.37 |
|
178 1/3 |
9.79 |
2.07 |
|
175 1/3 |
10.47 |
2.41 |
|
175 1/3 |
10.21 |
2.46 |
|
175 |
10.39 |
1.54 |
|
136 |
10.32 |
2.45 |
|
134 1/3 |
9.38 |
2.28 |
|
110 1/3 |
9.14 |
2.45 |
Vaya lista.
Expectativas para 2018 y más allá
El paisaje de los lanzadores abridores sufrió una gran transformación en los años recientes, mejor evidenciado por la disminución de sus cargas de trabajo. Aquellos días mágicos cuando los abridores lanzaban las entradas finales y juntaban más de 200 innings en el transcurso de una temporada se están desvaneciendo. Sólo 15 abridores alcanzaron los 200 innings esta temporada. Dado que hay tan pocas oportunidades para lograr números de elite, un lanzador como Gray—quien tiene dudas sobre lesiones y los riesgos obvios de Coors Field—es de menor riesgo hoy que hace tan sólo cinco años. Existe una buena oportunidad para dueños de equipos de fantasía conocedores en formatos de largo plazo, y no hay duda de que Gray será uno de los abridores más codiciados la campaña siguiente.
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