Traducido por Carlos José Lugo
Tengo una debilidad que confesar. Mi tipo de prospectos favoritos son los jardineros que pueden correr, tienen un buen ojo al plato y se ponchan por montones. No es que ande buscando los ponches, per se, pero siempre están ahí. ¿DJ Peters? Mhmm. ¿Khalil Lee? Oh bebé. Pero ninguno de ellos se compara a Estevan Florial de los Yankees, uno de los de mayor avance e impacto en el 2017 y ahora uno de los intocables de la organización en las conversaciones de intercambios.
Florial, personaje conocido antes con el nombre de Haniel d’Oleo, muchas lunas atrás en un momento en que, certificados de nacimiento falsos, suspensiones y otros eventos desafortunados se unieron para retrasar su arribo desde Haití, fichó con los Yankees por apenas una fracción de su valor real por causa de estas complicaciones. A los 17 años, en su primera experiencia profesional en la Liga Dominicana de Verano, Florial fue dominante, compartiendo el premio de Jugador Más Valioso. Al año siguiente vino a Estados Unidos y…literalmente se fue de bruces. Con una triple línea de .225/.315/.364 en 60 partidos, Florial enseñó de todas maneras sus tres herramientas plus (poder crudo, velocidad, brazo) pero sin poder ponerlas juntas.
Y entonces pasó el 2017. Con 19 años en una liga de temporada completa, Florial no perdió tiempo anunciando su presencia. Terminó abril con dos jonrones, cuatro bases robadas y un OPS de .817. En mayo agregó cuatro jonrones y se robó cinco bases mientras que bateaba por encima de .275 y conseguía base por bolas en 10 por ciento de sus apariciones. La fiesta de bienvenida continuó hasta clase-A avanzada, donde finalizó con un TAv de .307 en una liga donde él era tres años más joven que el jugador promedio. Cuando la polvareda de la temporada regular se había aplacado, Florial, un adolescente durante todo el 2017, había bateado .298/.372/.479 con 13 jonrones y 23 bases robadas. Florial llegó incluso a iniciar un partido de los playoffs en Doble-A, donde nuestro Jarrett Seidler necesitó solo una mirada para entender lo especial de su talento.
Florial es uno de los prospectos con mejores herramientas en el béisbol. En el extremo más agresivo de la escala, los scouts le han otorgado tres calificaciones plus-plus en las herramientas mencionadas previamente. De las tres, la de velocidad sea quizás la calificación más realista gracias a sus largas piernas que le permiten alcanzar zancadas gigantescas en los jardines o corriendo las bases. Su brazo en el jardín central y su poder son también consideradas herramientas plus en el extremo más conservador de la escala. Pero, ustedes y yo conocemos la gran interrogante que pende sobre su cabeza.
En 908 turnos en su carrera, Florial se ha ponchado en 294 de ellos. Eso equivale a una proporción del 32 por ciento. Esta no es un área en la que él tampoco ha mejorado gradualmente. ¿Cómo es entonces pudo batear .298 el año pasado? Un BABIP de .400 puede que responda esa pregunta. Cierto, él es un muchacho veloz con tendencia a conectar una razonable cantidad de rodados permitiéndole utilizar la velocidad a su favor. Florial es susceptible a los lanzamientos rompientes y aún está aprendiendo a reconocer los lanzamientos de baja velocidad y no hacerle swing fuera de control. Por lo tanto, no esperen aquí una trayectoria de desarrollo lineal. De hecho, me atrevería a apostar a que su valor disminuirá un poco este año, sea que inicie la temporada en Clase-A avanzada o Doble-A. Los lanzadores están más avanzados saben secuenciar mejor sus lanzamientos y yo anticipo un importante periodo de ajuste para mi prospecto de swing-libre favorito. Pero, similar a lo ocurrido con su salto de Pulaski a Charleston, Florial deberá superar la prueba.
Existe una razón por la que Florial aparece en el puesto 26 en nuestra lista de los Mejores 101 Prospectos. Estamos ante alguien que legítimamente puede convertirse en un jugador 30/25 bateando en una alineación cargada de talento en un estadio favorable, además de jugar buena defensa. Las preocupaciones acerca de los ponches y la herramienta de bateo son legítimas. Pero recordemos, ya no son un tabú. Desde el 2005 la proporción de ponches de la liga ha aumentado cada año, culminando en 20.1 por ciento en el 2017, cifra tope en la historia. Eso representa seis puntos porcentuales menos que lo mostrado por Florial en su breve estadía de 19 partidos en Clase-A avanzada para finalizar el año.
Si usted participa en una liga de fantasía de dinastía, tenga fe en una temporada robusta que lo lleve a alcanzar un estatus entre los mejores 20 prospectos del béisbol, pero esté preparado también para posibles momentos difíciles. Lo que usted no querría hacer es vender barato si esto último es lo que sucede. Actúe igual que los Yankees y conviértalo en intocable. Espere un debut en el 2019 con la oportunidad de conseguir un puesto regular en el 2020 cuando Aaron Hicks, Brett Gardner y (por el bien de los Yankees) Jacoby Ellsbury ya estén fuera del panorama. El techo de Florial es bien alto y, pese a sus obvias debilidades, el piso es bastante bueno por igual.
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