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Image credit: USA Today Sports

Traducido por Marco Gamez

Si sólo sabes una cosa acerca del lanzador derecho de los Astros, Lance McCullers, es muy posible que eso sea que incendió el mundo del beisbol lanzando 24 bolas curvas consecutivas para sofocar a los Yankees en el Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana. O, simplemente, que es uno de los novedosos lanzadores abridores que usan sus bolas curvas tanto como su bola rápida.

Sin embargo, ser novedoso no es lo mismo que ser joven. Las piedras angulares de este fenómeno han sido lanzadores maduros, en el mejor de los casos: magos establecidos de lanzamientos de dedos separados (Masahiro Tanaka, et.al.), perros viejos que prueban nuevos trucos (CC Sabathia, et.al.), y, pues,  Rich Hill. A pesar de todos ser fascinantes e importantes, son limitantes como precedentes para aquellos a quienes podrían inspirar. Esta frontera todavía es relativamente desconocida por los principiantes en los años formativos de sus carreras.

Ahí es donde McCullers despertó mi interés. Él y el lanzador derecho de los Rays, Chris Archer, son los más prominentes lanzadores que están al inicio de su carrera y que adoptan este enfoque “al revés”, pero el joven abridor de los Astros ha reconocido la necesidad de algo más. Está mirando más allá del tema de ser el mejor pitcheo de su repertorio hasta llegar al corazón de la ideología McCullersiniana o Archeriniana o Corbinniana, que aun son desconocidos caminos que no han elevado a verdaderos creyentes a la estratosfera por propia cuenta. Y, si se me permite pronosticar empíricamente por un momento, diría que su intento de evolucionar desde un punto de partida centrado en los lanzamientos en curva podría ser ampliamente relevante y sumamente importante en cuestión de unos pocos años.

Me pregunto, ¿cuál es esa siguiente ideología?

Para orientarme, reformulé esa amplia pregunta en esta más pequeña: sabiendo que la curva es la base, ¿cómo diseñarían McCullers y los Astros el resto de su repertorio? Encontré una respuesta, una buena respuesta, pensé, antes de darme cuenta de que todo era demasiado fácil.

***

Mi radio de acción original era estudiar cómo su pitcheo principal establece secuencias con los otros lanzamientos. Al carecer de la bola rápida que se eleva, la cual es empleada por muchos especialistas en curvas, McCullers siempre se ha caracterizado por ser un especialista en que le bateen roletazos gusaneros. Sus métodos—principalmente, siempre lanza a la parte baja de la zona—pueden generar algunas dificultades en el departamento de engaño.

Ahora, muchos de esos lanzadores con curvas pesadas usan variaciones de forma y velocidad para mantener a los bateadores fuera de balance, en oposición a la práctica más común que nuestras mediciones de túneles evalúan donde cada lanzamiento debe verse lo más parecido posible hasta el punto de ruptura. Nuestros números muestran que McCullers no está evitando esta forma de engaño. De hecho, lo usa bastante bien contra bateadores zurdos. Su problema es contra los de su misma mano. Un problema a la inversa de lo tradicional.

Los diestros lo ven más claramente, al obtener la siguiente línea de bateo: .257/.344/.412 a lo largo de su carrera, en comparación con .232/.305/.340 para los zurdos. Dentro de sus secuencias individuales, vi una línea principal que está tratando de seguir. La recta de dos costuras y la curva revelan sus planes rápidamente. Si McCullers usa un lanzamiento muy rápido a la altura de las rodillas, la bola curva tendrá que ir contra la tierra y afuera para lograr el engaño. ¿Esa secuencia es muy particular? Él puede hacer eso.

¿Pero qué sucede cuando un bateador espera una curva y se ajusta fácilmente a los lanzamientos bajos? A menudo, ellos terminan obteniendo su misma perspectiva.

Si McCullers no se da por vencido, los bateadores consiguen una base por bolas. Si él cede, reciben su oportunidad de intentar batear una curva elevada. Mi gran momento de eureka fue algo como esto: Vaya, McCullers podría simplemente lanzar su doble costura alta y afuera contra los derechos con más frecuencia, por encima de donde utiliza su lanzamiento quebrado. ¡Él nunca hace eso!

Tal vez podría diversificar un poco su curva lanzando una versión que cae y otra versión más slider-y con diferentes velocidades. Un latido más tarde: ¿Eso…se parece mucho a Corey Kluber?

Otro latido más tarde: Ese es Kluber.

***

Es tentador pensar en una poco convencional mezcla de lanzamientos o en una forma de lanzar conjurada de la nada, una explosión de pura creatividad. Pero los saltos creativos, en todo tipo de campos, a menudo nacen a partir de de restricciones. La bola rápida de cuatro costuras de Kluber no era genial. Por lo tanto, no produjo los roletazos que esperarías de un lanzador de bolas hundidas. Eventualmente, usó su nebuloso pero increíble lanzamiento quebrado combinado con un lanzamiento cortante con más velocidad, endulzado a la medida y con una recta con movimiento horizontal opuesto y listo.

McCullers, desafortunadamente, podría no tener el control de su bola rápida. Vamos a ver una secuencia rutinaria de la temporada pasada para echar un vistazo a esa posible limitación. Antes de comenzar, mira dónde se ubica su receptor, Brian McCann.

Es un conteo de 1-1, y quiere que McCullers se adelante usando su lanzamiento de doble costura sobre la parte exterior del plato. Nadie persigue su doble costura. Nadie persigue la de Kluber, tampoco. El poder de este pitcheo particular proviene de cómo puede colarse en la zona después de que parece establecer un rumbo bastante alejado de la barrera imaginaria.

Kluber lo ha dominado totalmente. A medida que coloca la pelota en la esquina alta y afuera, los bateadores hacen swing al raro y rápido envío. Su lanzamiento quebrado aparece allí entonces como un espejismo en el desierto, una bola rápida lanzada por error, enviada desde los cielos solo para ellos, y luego desaparece.

Si McCullers establece el cebo como McCann  le pide, el bateador C.J. Cron, podría tener dos strikes en su cuenta y se pondrá a la defensiva contra cualquier envío cercano, haciendo que una curva posterior sea aún más letal.

Sin embargo, la bola termina en la parte interior del plato, lo que no agrega nada nuevo al cálculo de Cron. Entonces, cuando esa curva en dos strikes rompe de una manera tan bonita, no lo convence para comprometerse.

Eso podría ser solo una limitación. ¿Qué puede hacer McCullers en el otro lado del plato, donde a menudo ubica la bola rápida (intencionalmente o no)? Una secuencia servirá para mostrar el potencial aquí. Contra Aaron Judge en el Juego 4 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, antes de que dependiera solo de la curva, todo el tiempo, McCullers usó esta combinación.

Recta de dos costuras, alta y adentro, con mucho mejor movimiento horizontal de lo habitual:

Seguido por una curva que parece brotar de su mano de una manera similar, solo para sumergirse hacia el plato:

Púm, ponchado.

Esta primavera, McCullers amplió el movimiento en su pitcheo de dos costuras, según lo valiosamente registrado por la útil cuenta de Twitter @PitchingNinja perteneciente a Rob Friedman. Se ve mejor a simple vista, una noción confirmada por las primeras modificaciones de registros. Habiendo lanzado 80 veces hasta ahora en la acción de la temporada regular, ha promediado casi tres pulgadas más de movimiento horizontal en el brazo que la temporada pasada. También lo está lanzando más dentro de la zona de strike, pero estaría mintiendo si dijera que el tamaño de la muestra es significativa para ese último dato.

No, la renovada bola rápida le brinda a McCullers la oportunidad de cambiar las circunstancias bajo las cuales está trabajando. Sí, hay muchas pruebas que sugieren que podría tener dificultades para usar esta bola relámpago de gran apariencia de la manera tradicional. Sin embargo, puede no importar. Aunque siempre fue ingenuo de mi parte pensar que podría seguir una hoja de ruta de Kluber, ha demostrado que puede trazarse un camino propio. Quizás castigue a los diestros con envíos a sus manos y luego vea cómo su curva puede rendir beneficios. Quizás encuentre una manera de usarlo como un lanzamiento de persecución.

Realmente no sé a dónde le llevará. No creo que nadie lo haga. Nos gustan las composiciones, patrones y modelos a seguir. Nos gusta entender lo que un tipo debería estar haciendo para que podamos ver y decir si lo está haciendo. A algunas personas (me incluyo) les gusta tanto que pueden caer en la trampa obvia de atrapar a alguien en una de estas pistas cuando simplemente no hay una pista preexistente para él.

Voy a llegar hasta acá y esperar. Estas son las restricciones con las que McCullers parece estar trabajando. Pronto podrá revelarnos una forma totalmente novedosa de evitarlas. Vamos a observarlo a detalle.

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