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Traducido por Carlos Saiz Domínquez
Esta es la última traducción de Carlos Saiz. Aquí en BP Español le estamos sumamente agradecidos por todo su trabajo en esta columna y velando por su calidad. Le deseamos lo mejor.
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“La realidad es que, en nuestro juego, la permanencia promedio del cargo ha bajado mucho para entrenadores. Odio esa tendencia, pero es lo que es. Los entrenadores y gerentes tienen mayor rotación. Mike Scioscia aquí, son 19 años para él, y es el entrenador más antiguo. Y creo que nunca volveremos a ver 19 años”.
– C.J. Nitkowski, 4 de abril en “The Leadoff Spot” de SiriusXM
Nitkowski tiene razón. Al comenzar la temporada, Scioscia había dirigido los últimos 2,916 partidos de los Angels. Sólo otros cinco equipos están liderados por entrenadores que han estado en el trabajo durante al menos 1,000 partidos: Bruce Bochy de los Giants con 1,782, Ned Yost de los Royals con 1,261, Buck Showalter de los Orioles con 1,191, Clint Hurdle de los Pirates con 1,134 y Bob Melvin de los A’s con 1,071.
Por otro lado, Alex Cora de los Red Sox, Ron Gardenhire de los Tigers, Mickey Callaway de los Mets, Aaron Boone de los Yankees, Gabe Kapler de los Phillies, y Dave Martinez de los Nationals llegaron al año con cero partidos con sus equipos respectivos en su haber.
La permanencia promedio del cargo de entrenador al inicio del año era 585 partidos. Pero ese número probablemente esté distorsionado debido a Scioscia. Si echamos por la borda las cifras mayores y menores, bajamos a 523 partidos. Y si miramos la mediana, son 474 partidos. Eso es menos de tres años. Eso no es mucha permanencia. Quizá Nitkowski tenga razón.
Así que echemos una mirada una década hacia atrás, a 2008. Bobby Cox, de Atlanta, empezó el año con 2,784 partidos al timón, y Tony LaRussa, con 1,943, se acercaba a 2,000 con St. Louis. Pero hubo cinco nuevos entrenadores, como en 2018: Dusty Baker en Cincinnati, Trey Hillman en Kansas City, Joe Torre en Los Ángeles, Joe Girardi en Nueva York y John Russell en Pittsburgh. La tenencia media del entrenador era 495 partidos, 431 excluyendo el mayor y menor, con una media de 244. Eso es menos que en 2018.
Tal vez fue casualidad. Retrocedamos otra década, a 1998, el Verano del Amor y del Longball. El entrenador más veterano era Tom Kelly, de los Twins, con 1,738 partidos en la temporada. Arizona (Buck Showalter), Baltimore (Ray Miller), los White Sox (Jerry Manuel), Tampa Bay (Larry Rothschild) y Toronto (Tim Johnson) tuvieron nuevos entrenadores. La media fue de 405, 372 excluyendo el mayor y el menor, y la mediana fue de 286. De nuevo, menos que en 2018.
Pero en 1998, el béisbol todavía intentaba recuperarse del desastroso paro laboral de 1994-1995. Entonces tal vez fue eso lo que fomentó la rotación de los entrenadores. Ese no fue el caso una década antes, en 1988. Esa temporada siguió un destello de anotación (4.72 carreras por equipo por partido, la mayor cantidad desde 1939) y una emocionante postemporada. Tommy Lasorda, con 1,736 partidos con los Dodgers, era el decano de los entrenadores. Solo hubo tres entrenadores novatos: Cookie Rojas en California (no duraría la toda temporada), Don Zimmer con los Cubs, y la última aparición de Billy Martin en el banquillo los Yankees después de una ausencia de tres años (duraría solo 68 partidos). Y, sin embargo: la permanencia promedio del cargo en 1988 era de 388 partidos, el promedio sin el mayor y el menor fue de 348, y la mediana fue de 309. Todavía inferior a 2018.
Así que retrocedamos otra década, a 1978. El juego divisional y el bateador designado aún no tenían una década. Earl Weaver llevaba 1,524 partidos en su carrera de entrenador con los Orioles, y de nuevo sólo habían tres entrenadores novatos: Bobby Cox en Atlanta (su primera temporada en el club; partiría a Toronto en 1982), George Bamberger en Milwaukee, y Roger Craig en San Diego. Pero el promedio de permanencia fue el más corto hasta la fecha: 305 en promedio, 266 de promedio sin mayores y menores, 162 – ¡sólo una temporada! – de mediana.
OK, una década más, todo el camino hasta 1968, El Año del Pitcher. Walter Alston tenía 2,212 partidos en su carrera como entrenador de los Dodgers, y otros dos patrones, Gene Mauch en Filadelfia (1,278 juegos) y Bill Rigney en California (1,132) también figuraban con cuatro cifras. Pero hubo cinco nuevos entrenadores: Lum Harris con los Braves, Alvin Dark en Cleveland, Gil Hodges con los Mets, Bob Kennedy con los A´s en su primer año en Oakland, y Bob Lemon con los Senators. La permanencia promedio fue de 394 partidos, 314 excluyendo el mayor y menor, y la mediana fue de 271.
Permítanme poner todo esto en una tabla, en la que se enumeran los puestos de entrenadores por partidos que entran en la temporada:
Temporada | Permanencia Promedio de Mgr | Promedio sin Alta/Baja | Permanencia Media |
2018 | 585 | 523 | 474 |
2008 | 495 | 431 | 244 |
1998 | 405 | 372 | 286 |
1988 | 388 | 348 | 309 |
1978 | 305 | 266 | 162 |
1968 | 394 | 314 | 271 |
Ahora, una gran advertencia está en orden. Los años 1968 a 2018 abarcan 51 temporadas. Sólo he enumerado seis de ellas. Confía en mí, yo no elegí los datos, pero puede que me esté perdiendo un montón de años en los que el promedio de permanencia como entrenador es mayor que este año.
Pero lo dudo. Hay razones para creer que la permanencia en el cargo de entrenador es más larga ahora y es probable que siga siéndolo. Los entrenadores son tan responsables de ejecutar el plan estratégico de la oficina principal y de mantener las relaciones entre la gerencia y los empleados como cualquier otra cosa. Eso puede llevar a una mayor continuidad
¿Está Gardenhire sobre una capa de hielo fino porque los Tigers no están ganando? ¿O Andy Green en San Diego? ¿O Rick Renteria al sur de Chicago? Esos tres, entre otros, fueron seleccionados presumiblemente para guiar a un equipo a través de una reconstrucción, no para producir resultados ganadores inmediatos. Eso les da mayor seguridad laboral.
Nitkowski puede estar en lo cierto al decir que es poco probable que veamos a un entrenador durar 19 años, como lo ha hecho Scioscia (aunque Bochy, entre varios equipos, ha dirigido más partidos totales que Scioscia, y Showalter está a 10 partidos totales de Scioscia). Pero Scioscia es el caso más atípico. En general, una comparación con 10, 20, 30, 40 y 50 años atrás sugiere que los gerentes permanecen en su trabajo más tiempo que nunca.
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