
Traducido por José M. Hernández Lagunes
El mes pasado, presenté en la Conferencia de Analítica SABR una investigación que el pionero de sabermetrics Pete Palmer y yo realizamos sobre bateo en el clutch. Nuestra presentación (la cual puedes leer aquí y aquí, o escucharla aquí y ver las diapositivas aquí) concluye que mientras cada temporada cuenta con jugadores quienes batean bien o mal en situaciones de mucha presión, la data (compuesta por casi 9,000 temporadas por jugador desde la Segunda Guerra Mundial) indica que el bateo de clutch no existe como una destreza replicable.
Simplemente no existe la evidencia de que algunos jugadores consistentemente batean mejor en situaciones de clutch que en otras. De hecho, encontramos 120 instancias de jugadores quienes se colocaron en el 5% más alto de bateadores de clutch en una o más temporadas de sus carreras y en el 5% más bajo al menos una vez. Esto equivale a que Clayton Kershaw obtenga una temporada de 5.00+ ERA en medio de sus temporadas de 2.00- ERA, o Billy Hamilton logrando dos robos en seis intentos durante una temporada completa, o Joey Votto consiguiendo 24 bases por bola en 600 apariciones al plato.
Para amplificar el punto, encontramos 12 peloteros (Garret Anderson, Dwight Evans, Tony Gwynn, Joe Morgan, David Ortiz, Frank Robinson, Pete Rose, Gary Sheffield, Miguel Tejada, Bobby Thomson, Larry Walker y Carl Yastrzemski) quienes se colocaron en el 5% más alto entre bateadores de clutch así como en el 5% más bajo en al menos dos ocasiones durante sus carreras. Walker, por ejemplo, se encontró en el 5% más alto en 1993, y en el 5% más bajo en 1995 y 1998, y de vuelta en el más alto en 2002. Esto significa contra-evidencia abrumadora del bateo de clutch como destreza replicable.
Durante la sesión de preguntas y respuestas, Meredith Wills, astrofísica y anotadora oficial, preguntó si nuestras conclusiones se sostendrían si excluyésemos a los mejores bateadores. Nuestra metodología comparó a las situaciones dependientes de los bateadores (por ejemplo, con cada aparición al plato, cómo afectaba la probabilidad de triunfo) y las situaciones independientes, tales como el desempeño general de cada temporada. Por ejemplo, calculamos que en 1993, Walker generó 42 carreras dependientes de situaciones para los Expos, comparadas con 20 carreras independientes de su situación. En 1995, tuvo una temporada mejor en general para los Rockies, generando 41 carreras independientes de su situación, pero generó solamente 25 carreras dependientes de la situación. Esto lo hizo un bateador en el clutch magnífico en 1993 pero uno terrible dos años después.
Wills apuntó que para los mejores bateadores, les es difícil sobresalir relativamente en situaciones de clutch ya que su vara es muy alta de manera general. Walker, por ejemplo, obtuvo un OPS de .932 en su carrera en apariciones al plato de alta presión (con un índice de presión de 1.5 o más). ¡Esto es magnífico! Esta cifra lo ubica en el puesto 27 entre peloteros quienes jugaron mayoritariamente después de la Segunda Guerra Mundial. Pero obtuvo un OPS de .974 en sus demás apariciones. ¿Es justo señalarlo por no superar su fenomenal punto de referencia?
Para probar esto, tomé nuestra base de datos de 8,936 bateadores de la posguerra con más de 500 apariciones al plato en una temporada y quité cada una de las temporadas en donde el bateador generó más de tres triunfos en la ofensiva. (Ya que usamos un método de peso linear de carreras anotadas para determinar los triunfos por jugador, quité cada temporada en donde el bateador creó más de 30 carreras, usando la medida de 10-carreras-por-triunfo.) Esto eliminó 1,325 temporadas en donde un jugador puso una vara demasiado alta por su propia actuación. También quité todas las temporadas en donde un bateador le costó a su equipo tres ó más victorias. Esto eliminó 115 temporadas muy pobres. (La discrepancia 1,325-115 refleja el hecho de que los bateadores malos generalmente no tienen la oportunidad de regalar 30 carreras, ya que muy pocas veces pueden batear 500 ocaciones.)
Después realicé el mismo análisis ya con la base de datos rasurada a 7,523 jugadores. ¿El bateo de clutch puede ser una destreza replicable si excluimos a las superestrellas, las cuales hacen difícil con sus actuaciones sobresalientes superarse en el clutch? ¿Las inconsistencias anotadas anteriormente en nuestro análisis desaparecen? No.
En la investigación original, notamos dos cargos de bateo de clutch como destreza replicable. Primero, existieron pocas instancias de jugadores quienes, consistentemente, se superaron o fallaron en el clutch. Una destreza—bateo de poder, ponchar a bateadores, obtener bases por bolas—es algo que un jugador posee año tras año. Pocos jugadores mostraron habilidad para batear mejor (o peor) en situaciones de clutch, ninguno durante más de seis temporadas, y las identidades de estos jugadores fue en verdad rara. (Bert Campaneris, dios del clutch. Manny Ramírez, artista de ahogarse.) Y para rematar, como se indica arriba, varios jugadores aparecieron en ambas listas durante sus carreras.
Lo mismo ocurrió dentro del juego de data revisado. Dentro de los bateadores quienes produjeron o costaron a su equipo no más de tres victorias con sus bates, sólo encontramos a 27 bateadores dentro del 5% más alto tres o más veces en sus carreras:
- Tres ocaciones: Luis Aparicio, Dante Bichette, Hubie Brooks, Leo Cardenas, Ken Griffey Sr., Marquis Grissom, Granny Hamner, Whitey Lockman, Dick McAuliffe, Minnie Minoso, Jim Northrup, Vada Pinson, Pee Wee Reese, José Reyes, Pete Rose, Enos Slaughter, César Tovar, Maury Wills, Mookie Wilson, Tony Womack, Carl Yastrzemski
- Cuatro ocaciones: Glenn Beckert, José Cardenal, Nellie Fox, Steve Garvey, Dick Groat
- Seis ocaciones: Bert Campaneris
De hecho, terminar en el 5% más alto es un estándar elevado. Pero como ya fue mencionado en nuestro reporte original, es un estándar que los mejores pueden y deben eclipsar. Harmon Killebrew acabó en el 5% más alto de tasa de cuadrangulares ocho veces en su carrera. Ted Williams acabó cinco veces en el 5% más alto en tasa de bases por bolas. Rod Carew acabó 11 veces en el 5% más alto en promedio de bateo. Randy Johnson 12 veces en tasa de ponches. La falta de jugadores sobresalientes en el rubro de bateo de clutch es una sentencia al bateo de clutch como habilidad.
Igualmente, pocos jugadores rindieron por debajo de lo esperado de manera constante. Sólo nueve se encontraron en el 5% más bajo tres o más veces:
- Tres veces: Jermaine Dye, Damion Easley, Darrell Evans, Víctor Martínez, Iván Rodríguez, Benito Santiago, Robin Ventura
- Cuatro veces: Chet Lemon
- Cinco veces: Torii Hunter
¿Cuál sentencia más grave? ¿Que uno de estos bateadores no-clutch es miembro del Salón de la Fama y los otros ocho juntan 25 apariciones en el Juego de Estrellas, 21 apariciones en las boletas para Jugador Más Valioso y 10 trofeos Silver Slugger, o que haya tan pocos jugadores a quienes identificamos como no-clutch en esta lista?
Y de manera todavía más incongruente, después de quitar la vara alta de jugadores de tres triunfos y la vara baja de jugadores de tres derrotas, todavía habían 76 bateadores desde la Segunda Guerra Mundial dentro del 5% alto y el 5% bajo durante varios puntos de sus carreras. Nuevamente, si el bateo de clutch fuese una destreza replicable del mismo modo que, digamos, lo es el promedio de bateo, es como si Rod Carew batease .221 en una temporada. Y 13 jugadores aparecieron en múltiples ocaciones:
- Matty Alou: 5% alto en 1970 y 1971, y 5% bajo en 1973.
- Garret Anderson: Alto en 1997, bajo en 1999 y 2000, alto en 2005.
- Luis Aparicio: Alto en 1960, bajo en 1969, alto en 1970 y 1971.
- José Cardenal: Alto en 1965, bajo en 1966, alto en 1969, 1970 y 1971.
- Leo Cárdenas: Alto en 1966, bajo en 1969, alto en 1970 y 1972.
- Tony Gwynn: Alto en 1988, bajo en 1990, alto 1991.
- Lee May: Bajo en 1972, alto en 1973 y 1977.
- Denis Menke: Bajo en 1966, alto en 1968 y 1970.
- Joe Morgan: Alto en 1970, bajo en 1980, alto en 1982.
- Cookie Rojas: Alto en 1965 y 1973, bajo en 1974.
- Pete Rose: Bajo en 1963, alto en 1980, 1982 y 1983.
- Alfonso Soriano: Bajo en 2001, alto en 2009 y 2011.
- Miguel Tejada: Alto en 2002, bajo en 2005 y 2007, alto en 2009.
Mira la frecuencia con la cual los jugadores se columpiaron entre los mejores y los peores durante sus carreras, a veces en temporadas consecutivas. Las destrezas replicabas no funcionan así.
¿Nuestra metodología, la cual comparó bateo en situaciones de clutch a bateo en general, creó un estándar demasiado alto para grandes bateadores como Walker? Quizás. Pero excluyendo esas instancias no cambia la conclusión a la que Palmer y yo llegamos. Los datos no soportan el concepto del bateo de clutch como una destreza identificable y replicable.
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