Traducido por Carlos Pérez
Abril ya era desagradable para los Dodgers cuando, en el último día del mes, se dio a conocer que el campocorto Corey Seager se perderá el resto del año después de una cirugía Tommy John. A comienzos de temporada, PECOTA proyectaba 97 victorias para los Dodgers, las probabilidades de playoffs de BP les daban un 85% de probabilidad de jugar en postemporada, y Bovada ubicaba su apuesta ‘over/under’ en 96.5 victorias -las cifras más altas de la Liga Nacional. ¿Y ahora? Su total de victorias proyectadas es de 86, sus probabilidades para playoff son del 47%, y cualquiera que apostó al ‘under’ puede empezar a contar el dinero.
Por supuesto, todo es relativo. Tener un 47% de opciones de alcanzar los playoffs un mes del inicio de temporada aún sitúa a Los Ángeles por delante de todos salvo tres equipos en la Liga Nacional, pero eso no hará mucho para calmar a los aficionados de los Dodgers que tenían expectativas mucho más altas ya que uno de esos tres equipos son los Diamondbacks, rivales divisionales. Que Seager se una a Justin Turner, Yasiel Puig, Logan Forsythe, y Rich Hill en la lista de lesionados después de un mes de apertura con un balance de 12-16 ha convertido la pregunta “¿Están los Dodgers en peligro?” en una pregunta legítima (o al menos, semi-legítima).
Seager ha sido uno de los mejores jugadores del béisbol desde el momento en el que apareció en un diamante de grandes ligas en septiembre del 2015, bateando .302/.372/.494 en 355 partidos junto con su defensa por encima de la media. Ha bateado segundo o tercero en la alineación de los Dodgers casi desde entonces, le ha ido bien ante diestros y zurdos, y ha aparecido en situaciones de máxima presión. WARP tenía a Seager como el mejor campocorto en 2016 y 2017, y aunque había tenido algún problema este año antes de lesionarse, todavía era el quinto mejor en esa posición. Entre todos los campocortos desde 2016, solo Carlos Correo tenía una mayor Probabilidad de Victoria Añadida.
O, como el propio Seager dijo: “Esto claramente apesta”.
Es una gran pérdida, una que puede costarle a un equipo normal 4-6 victorias durante los último cinco meses de competición. Esos son partidos que los Dodgers no pueden permitirse perder dada su posible posición en playoffs, pero afortunadamente no son un equipo normal. Andrew Friedman y compañía han puesto un énfasis increíble en añadir profundidad de calidad MLB, usando considerables recursos para acumular jugadores “extra” que de otra manera tendrían roles más grandes en otros equipos. También se han centrado en adquirir y desarrollar jugadores de posición con versatilidad defensiva, que magnifica esa profundidad impresionante permitiéndoles mezclar y combinar para crear sus alineaciones.
Muchos equipos tendrían dificultades para reemplazar con éxito a su campocorto titular, particularmente uno tan crucial como Seager, teniendo en cuenta su lista de lesionados tan abultada, pero los Dodgers tienen muchas opciones que están por encima del nivel de reemplazo. Por ahora han rotado a la revelación de 2017 Chris Taylor al campocorto -que era su posición original y donde ha rendido bien cuando ha tenido la oportunidad- y han mirado al prospecto Alex Verdugo para ocupar el puesto en los jardines, con Joc Pederson, Enrique Hernández, y (una vez que se recupere) Andrew Toles para desempeñar trabajos más pesados en el jardín. Puig podría unirse a esta lista al final del mes.
Si los Dodgers se arrepienten de poner a Taylor como campocorto, podrían moverlo al jardín y en su lugar poner a Hernández en el puesto de Seager después de tres años de usarlo como un súper-multiusos y especialista frente a lanzadores zurdos. Incluso el sustituto inmediato de Seager en la plantilla, el trotamundos de 26 años Breyvic Valera, es un bateador de .327/.391/.447 en su carrera con más bases por bolas que strikeouts en Triple-A. Y una vez que Turner y Forsythe regresen de la lista de lesionados, probablemente al final de mayo, las opciones en el interior aumentan.
En cualquier caso, la brecha de Seager frente a sus reemplazos no es tan masiva como WARP podría indicar debido a la profundidad y versatilidad de los Dodgers. Nada de eso niega el inmenso valor de Seager, ni sugiere que su ausencia no tendrá un gran impacto negativo, pero la pérdida sobre el papel podría ser de 2-4 partidos en lugar de 4-6 y cualquier ayuda del exterior tendría que ser un jugador demasiado bueno que ofrezca una mejora significativa. “Vamos a tener la barra muy alta si vamos fuera de la organización”, dijo el manager general Farhan Zaidi a Andy McCullough de Los Angeles Times. “Todavía nos sentimos bien sobre la alineación que podemos poner en el campo cada día”.
Esas opciones internas podrían hacer sentir a los Dodgers que no tienen que ir tras Manny Machado a toda costa, aunque la estrella de los Orioles añadiría una dimensión tan sólida que jugadores como Taylor y Hernández no pueden alcanzar. Baltimore está 8-20 y Machado es un futuro agente libre que batea .366/.450/.688, así que los Orioles parecen dispuestos a escuchar si los Dodgers llaman a la puerta. O, si los Orioles sienten que tienen una opción legítima de fichar de nuevo a Machado en el mercado abierto -o renovarle antes de que sea un agente libre, aunque eso parece no ser el caso- entonces podrían recelar de enviarlo a un gran equipo con el que podría enamorarse durante los próximos cinco meses (y una posible carrera en postemporada). O quizá eso es pensar demasiado, con Seager listo de nuevo para el Día Inaugural y Turner con contrato hasta 2020.
Si los Orioles buscan cambiar a Machado, necesitarían al menos más a cambio de él que el valor de una primera ronda del draft, que es lo que recibirán el próximo junio si él declina la oferta igualatoria y ficha en otra parte. Cualquier oferta que los Dodgers -o cualquier otro equipo- hagan por Machado, ahora o en julio, debería pasar de manera rotunda el test “¿Es claramente mejor que una selección de primera ronda del draft?”. (Cualquier equipo que adquiera a Machado no sería elegible para recibir una compensación si ficha en otra parte). De acuerdo al equipo de prospectos de BP, los Dodgers tienen un sistema de granjas entre los 10 mejores que incluye siete prospectos entre el top 101, liderados por Walker Buehler, el ya mencionado Verdugo, y el diestro Yadier Alvarez.
También hay que apuntar que los Dodgers evitaron gastar libremente esta pretemporada con un ojo puesto bajo el impuesto de lujo para resetear su estatus (y tasa de impuestos) y limpiar su historial. Su factura de impuestos de lujo actualmente es de $182 millones, y el límite que no quieren superar es de $197 millones por toda la temporada, y del contrato de Machado restan todavía $14 millones. Las matemáticas cuadran, pero por poco, y añadir piezas adicionales después de Machado sería muy complicado. También es posible que los Dodgers convenzan a los Orioles de llevarse uno o dos contratos no deseados como parte del trato, reduciendo el coste del impuesto de lujo a cambio de lo que sería un paquete sustancial de prospectos camino a Baltimore.
La gerencia de los Dodgers es libre de ignorar el impuesto de lujo y gastar simplemente lo que sea necesario para mejorar al equipo, por supuesto, pero han sido libres de hacerlo todo este tiempo y han hecho claramente un esfuerzo para no hacerlo durante la pretemporada. Quizás la lesión de Seager, combinada con un pobre abril, podrían cambiar la visión de qué es importante a corto y a largo plazo. No cuente con eso, no obstante. Cualesquiera que sean los planes de los Dodgers para la próxima agencia libre, cargada de estrellas, depende mucho de que su gasto no esté tasado demasiado, y la única manera de evitar eso en 2019 y más allá es evitar el impuesto de lujo en 2018.
Si los Dodgers hubieran terminado 16-12 en abril, en lugar de 12-16, y si todavía estuvieran proyectados para volar a los playoffs, entonces hacer esperar a los Orioles antes de hacer una movida por Machado (y el dinero de su contrato) en julio en lugar de mayo parecería obvio. Eso les habría dado tiempo para tener al resto del infield sano, y para evaluar cómo las cosas siguen con Taylor y Hernández controlando el campocorto. Sin embargo, ya no tienen el lujo de volar a los playoffs, o de asumir que una o dos victorias no importarán demasiado en una carrera con los Diamondbacks por evitar el cara o cruz del Juego de Comodines. Usted puede permitirse tomar decisiones que no estén basadas en maximizar cada posible victoria en 2018 cuando le proyectan 97 victorias, pero eso no funciona tan bien cuando le proyectan para 86 victorias y acaba de perder al mejor campocorto de la liga.aa
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