Traducido por BP Español Staff
No te preocupes, este no es otro artículo sobre lo frío fue abril, o sobre cómo hubo muchísimos ponches, una escasez de hits, y un desfile de relevistas. Ya lo sabías.
No, voy a hablar sobre la desigualdad.
Al comenzar la temporada, el consenso era que había siete súper equipos: cada uno de los ganadores de la división del año pasado (Red Sox, Indians, Astros, Nationals, Cubs, Dodgers), más los Yankees. Había un puñado de equipos mediocres: Marlins, Reds, Tigers, Royals, tal vez los Padres, ¿Suena acertado? Todos los demás estaban en medio.
No ha salido así. Los Nationals y Dodgers terminaron el primer mes debajo de .500. Los Cubs estaban a solo un juego y medio sobre el cuarto lugar. Cleveland aceptó más carreras de las que anotó. Y los Tigers, con 11-16 fueron, bueno, no buenos, pero tampoco lamentables. Entonces quizás las Ligas Mayores no estaban tan estratificadas como pensábamos, al menos en abril.
Hay una manera de verificar esto. He escrito algunos artículos que usan el Coeficiente de Gini, una medida creada por el experto en estadísticas italiano Corrado Gini que mide la desigualdad sobre una distribución. Va del 0 para la igualdad perfecta hasta el 1 para la desigualdad perfecta. Gini la creó para medir la desigualdad de ingresos o riqueza, pero puede usarse para todo tipo de cosas. Lo he usado para analizar muchos departamentos, desde jonrones hasta juegos salvados. Según el Coeficiente de Gini, el año pasado, la Liga Americana fue bastante pareja y la Liga Nacional fue notablemente desigual.
Desempolvé la metodología que usé para ver los récords generales de juegos ganados y perdidos, aplicándolos solo a los resultados de marzo/abril. Limité mi estudio a la era de 30 equipos (desde 1998 hasta la actualidad) por dos razones. Primero, los equipos jugaron calendarios bastante completos en cada mes de abril desde 1998. Estoy evaluando la desigualdad en la distribución de los registros de juegos ganados y perdidos medidos en porcentajes ganadores. Los calendarios recortados de abril conducen a una mayor disparidad en los resultados, no porque los equipos sean desiguales, sino simplemente porque los resultados de una o dos semanas de juego pueden ser bastante variables. Segundo, con 42 temporadas/liga desde 1998, tenemos una muestra bastante decente.
Aquí están los resultados:
Hasta finales de abril, la de 2018 es una de las temporadas más desiguales de la historia. Los Coeficientes Gini combinados de las Ligas Americana y Nacional fueron de 0.305, solo superados por los 0.312 de 2003. Sin embargo, como se puede ver en la gráfica, 2003 tuvo una distribución bastante promedio de récords en la Liga Nacional y una Liga Americana estratificada locamente.
Ese abril, los Yankees tenían récord de 21-6, los Royals de 17-7, los Red Sox de 18-9, y los A’s y los Mariners de 17-10. Esos son dos equipos jugando .700 y cinco .630 o más. Por otro lado, los Devil Rays tenían marca de 10-17, los Blue Jays de 10-18, los Indians de 7-20 y los Tigers de 3-21. Ese fue el abril más desigual en la era de 30 equipos.
Si analizamos las ligas por separado en lugar de combinarlas, 2018 es sólo la tercera temporada—1998 y 2000 son las otras dos—en las que ambas ligas tuvieron un Coeficiente de Gini superior al promedio. Ambas ligas tienen tendencias desiguales.
Estos son los 15 meses de marzo y abril más desiguales desde 1998. De nuevo, esto se obtiene de 42 temporadas de liga.
Año | Liga | Coeficiente de Gini |
2003 | AL | 0.194 |
2001 | AL | 0.176 |
2018 | AL | 0.170 |
2006 | NL | 0.1582 |
2016 | NL | 0.1577 |
2002 | AL | 0.160 |
1998 | NL | 0.149 |
2004 | AL | 0.146 |
1998 | AL | 0.145 |
2000 | NL | 0.144 |
2012 | AL | 0.142 |
2010 | AL | 0.140 |
2005 | AL | 0.137 |
2018 | NL | 0.135 |
2013 | AL | 0.133 |
Como pueden ver, ambas ligas se incluyen en la lista este año.
¿Qué podemos extrapolar? Bueno, posiblemente nada. Como señalé hace un mes, más de una cuarta parte de los equipos que finalizan abril con un récord de .600 o mejor obtienen un récord perdedor en el resto de la temporada. ¡Así que no se sientan superiores, fanáticos de los Red Sox, Diamondbacks, Astros, Mets, Yankees y Cubs! (Supongo que una de esas fanaticadas está preparada para lo peor, como lo están todos los años).
Y en el mismo plano, más de una cuarta parte de los equipos que terminan abril con un récord de .400 o peor obtienen un récord ganador en el resto de las temporadas. ¡Todavía hay esperanza, fanáticos de los Reds, Reales, Orioles, White Sox, Padres, Marlins, Rangers y Twins! Bueno, al menos para algunos de ustedes, tal vez.
El punto es que es razonable suponer que los que vuelan alto en abril sufrirán una regresión, y que los rezagados durante abril también vivirán un cambio, y que la regresión acercará a todos a .500 y suavizará las desigualdades.
Pero eso no es un hecho. Si 2018 sigue la forma de abril, estamos viendo una temporada en la que algunos equipos entrarán caminando a octubre y varios equipos no tienen ni la más mínima esperanza de competir. Y antes de decir “hundimiento”, ten en cuenta que el actual contrato colectivo de negociaciones eliminó los incentivos monetarios por posición por bajo rendimiento, y ninguno de los ocho equipos con marca inferior a .400 en abril se ajustan a la idea de vender a todos sus mejores jugadores a cambio de prospectos.
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