keyboard_arrow_uptop
Please vote for the 2025 SABR Analytics Conference Research Awards!
Image credit: USA Today Sports

Traducido por Carlos Pérez

Asumo que todos conocen el Espectro Defensivo. Es una creación de Bill James, que ilustra la dificultad de jugar en las posiciones del campo. De izquierda a derecha, de más fácil a más difícil, es: BD-1B-JI-JD-3B-JC-2B-SS-C.

Eso tiene sentido. Los BD no tienen que defender en absoluto. Son seguidos por los ‘esquineros’ – los jardineros de las esquinas y los interiores de las esquinas – y finalmente las posiciones ‘de habilidad’. Si las leemos de izquierda a derecha, las posiciones se centran más en el bate y luego más en el guante. Al mismo tiempo, la producción ofensiva decae.

En algunos años, esto funciona casi perfectamente. Voy a usar el Promedio Verdadero (TAv), nuestra manera de medir el rendimiento de bateo en este artículo. TAv está ajustado por parques y temporadas, y está escalado a un valor medio de .260[1]. En la Liga Americana en 2002, el TAv posicional fue, en orden descendente, 1B-BD-JD-JI-JC-3B-SS-2B-C. En 1983, fue JI-BD-1B-3B-JD-JC-2B-SS-C. En 1993, la Liga Nacional, sin BD, obtuvo el orden exacto: 1B-JI-JD-3B-JC-2B-SS-C. El orden fue ‘perfecto’ en la Liga Nacional en 2004, 2008 y también 2010.

Aquí está el TAv por posición en la Liga Americana desde 1973, el año en el que se implementó la regla del Bateador Designado.

Position TAv
1B .280
JD .274
JI .270
BD .269
JC .265
3B .263
2B .255
C .248
SS .247

Eso está muy cerca de lo que esperaríamos. Y aquí está la Liga Nacional durante el mismo periodo, sin el BD.

Position TAv
1B .284
JD .279
JI .278
3B .269
JC .268
2B .258
C .252
SS .246

Lo mismo que la LA: los primeras bases batean mejor, seguidos por los jardineros de las esquinas, después los terceras bases y los jardineros centrales, y luego hay una brecha hasta los interiores del medio y los receptores.

Como ya escribí previamente, el orden se ha roto recientemente. Los segundas bases, liberados de sus responsabilidades defensivas gracias a las formaciones especiales, se han convertido en bateadores poderosos. En 2016, tuvieron el quinto mejor TAv en la Liga Americana, un .261 por encima de la media, y fueron segundos en la Liga Nacional, solo por detrás de los primeras bases. Al mismo tiempo, los BDs han descendido dramáticamente. Los banquillos reducidos, producto de equipos de lanzadores más grandes, han convertido en un lujo al tipo de jugador estilo David Ortiz (solo de bate).

Muchos equipos rotan un número de jugadores en la posición de BD. En 2014 y 2015, solo primeros bases generaron un TAv superior en la Liga Americana que los BDs. Los BD de la LA bajaron al cuarto puesto en 2016 y el año pasado tuvieron un TAv de .252. Eso es peor que todas las posiciones salvo la del receptor.

Pero generalmente, la relación permanece igual. En la Liga Nacional, en lo que llevamos del año, las posiciones van 1B-3B-JC-JI-JD-2B-SS-C. Los jardineros centrales -como Odúbel Herrera, Charlie Blackmon, Tommy Pham, Lorenzo Cain, Starling Marté, y, hasta que se lesionó, A.J. Pollock— han bateado por encima de su peso. En general, no hay grandes sorpresas. Los jugadores de las esquinas han bateado mejor que los jugadores del medio por 14 puntos.

Pero eso es la Liga Nacional. Mientras investigaba otra cosa[2], me di cuenta de algo. La Liga Americana está al revés. Así estaban las cosas el lunes por la mañana:

Position TAv
3B .265
SS .263
JD .263
1B .257
JI .255
BD .248
JC .248
2B .238
C .233

Los campocortos batean mejor que los jardineros de las esquinas. Los primeras bases y los BDs, por debajo de la media. Los segundas bases, que solían mejorar, parecen mirar abajo. ¿Qué diantres está pasando?

Comencemos con los campocortos. Como puede imaginar, cómo rinde una posición es producto de sus integrantes, y hablamos de un tamaño muestral de 15. No le sorprenderá saber que las dos únicas temporadas en las que los campocortos de la LA tuvieron un TAv superior a la media fueron 2000 y 2002. Los cuatro mejores equipos en OPS en el campocorto en la Liga Americana fueron Seattle, Boston, Nueva York, y Oakland. Los mejores cuatro en 2002 fueron Texas, Boston, Oakland, y Nueva York. En otras palabras, hablamos de Álex Rodríguez (Seattle/Texas), Nomar Garciaparra (Boston), Derek Jeter (Nueva York), y Miguel Tejada (Oakland). La Trinidad más uno.

Este año, hay cuatro equipos con un OPS en el campocorto de .860 o mejor: Baltimore (Manny Machado, .319 TAv), Cleveland (Francisco Lindor, .304), Los Ángeles (Andrelton Simmons, .301), y Boston (Xander Bogaerts, .283). Bogaerts estuvo lesionado durante un tiempo, pero los otros tres han registrado de manera colectiva todas salvo 19 apariciones en el campocorto para sus equipos.

He hablado ya de los problemas con los BDs, pero, ¿por qué hay primeros bases mediocres? Una vez más, hay algunos casos aparte. Cuando Machado trata de eliminar a un bateador en primera, lanza a Chris Davis, que está bateando .156/.242/.249. Él es el único primera base que ha sido notablemente terrible, pero los primeras bases en Houston (sobre todo Yulieski Gurriel, .251 TAv), Minnesota (sobre todo Joe Mauer, .259, pero también Logan Morrison, .228) y Tampa Bay (dividido entre Brad Miller y C.J. Cron, .232/.302/.357 y .265/.326/.434, respectivamente, en primera) no han ayudado. Los Yankees sí lo hicieron con un rol dividido entre Neil Walker (.220) y Tyler Austin (.269) mientras esperaban la recuperación de Greg Bird.

¿Y qué hay del renacimiento en la segunda base? En 2016, cuando los primeros bases de la Liga Americana tuvieron un TAv de .261, estuvieron liderados por José Altuve (.321), Robinson Canó (.300), Brian Dozier (.291), e Ian Kinsler (.285). Este año, el TAv de Altuve es .280, el de Dozier es .248, el de Kinsler es .182, y mientras Canó estaba haciendo un buen año (.284), vaya, ustedes ya lo saben.

¿El orden en la Liga Americana significa que algo ha cambiado? No, lo dudo. El espectro defensivo ha probado ser muy duradero. Estaba muy entusiasmado con el cambio de segundas bases hace un par de años, y miren en lo que ha resultado. Y luego está el Circuito Viejo. Las cosas parecen muy normales por allí. Los primeras bases están bajando, los campocorto no, y los segundas bases están, si no genial, tampoco peor que los receptores.

La Liga Americana está loca, sin embargo. El lado izquierdo del infield está bateando como si fueran 1B/BD, y los 1B/BD no lo están haciendo así. Parece que depende del personal, no de la estrategia -una vez más, salvo por la evolución del bateador designado en el siglo XXI- pero es divertido, y una bonita distracción de todos los ponches y los lanzadores relevistas.


[1] Las otras métricas ajustadas para estadios y temporadas son OPS+ de Baseball-Reference y wRC+ de FanGraphs. Tendrán que confiar en mí para esto -diré más cosas pronto- pero las diferencias son muy pequeñas.

[2] Levante la mano si esperaba que el pelotón de segunda base en Tampa Bay de Joey Wendle y Daniel Robertson batearía más que Robinson Canó y, hasta su fin de semana de 11 de 19 con seis hits de extra base, José Altuve. Levante esas manos bien alto para que todos podamos verlas. ¿Las tiene bien alto? Ok, genial, quiero que mire alrededor. ¿Ve toda esa gente con manos levantadas? Todos son unos mentirosos.

Thank you for reading

This is a free article. If you enjoyed it, consider subscribing to Baseball Prospectus. Subscriptions support ongoing public baseball research and analysis in an increasingly proprietary environment.

Subscribe now
You need to be logged in to comment. Login or Subscribe