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Image credit: USA Today Sports

Traducido por Marco Gámez

Registro y Antecedentes:

Edad: 43

Organizaciones anteriores:

Laredo Broncos, 2008: Jugador activo – Coach de pitcheo

Lake County Captains (Organización de Cleveland), 2010: Coach de pitcheo

Kinston Indians (Organización de Cleveland), 2011-2012: Coach de pitcheo

Cleveland Indians , 2013-2017: Coach de pitcheo

Ocupación actual: Mánager,  New York Mets

Registro acumulado: 28-34 (hasta el domingo)

Actividad como jugador: Lanzador en diversos roles, trabajó en partes de cinco temporadas de Grandes Ligas y un puñado más en las menores y también actuó en la Organización Coreana de Béisbol. Tuvo 40 apariciones en total en MLB, la mitad de ellas como abridor, pero su efectividad fue más de 6.00.

Personal y Filosofía 

¿Por qué fue contratado? 

Los Mets son una franquicia que tiene éxito cuando sus jóvenes lanzadores están sanos y efectivos, y falla cuando los lanzadores se derrumban o están en aprietos. Puede que no sea el caso que el gerente general Sandy Alderson estuviera buscando un coach de pitcheo que pudiera ser ascendido al máximo cargo dentro del dugout, pero si necesitaba a alguien con una trayectoria exitosa en el desarrollo del talento de lanzadores. La permanencia de Callaway en la Tribu lo convirtió en la elección natural. Callaway también tiene  la mezcla exacta de la sagacidad con los medios de “la nueva escuela” y la jocosidad de “la vieja escuela” que los Mets requerían para un cargo que puede ser devastador.

¿Cuál es su estilo dirigencial? ¿Es un manager que consiente a los jugadores o uno de mucha disciplina? ¿Cómo se comunica? 

En su conferencia de prensa introductoria, Callaway se apoyó en el encanto de su Tennessee natal. Su primer nombre es en honor a Mickey Mantle, y se mostró como el chico del campo que llega a la gran ciudad. Sin embargo, casi desde que los lanzadores y los receptores se reportaron, él ha sido más como un sargento de instrucción. Disciplinó a  Dominic Smith por una llegada tardía durante un partido de la Liga de la Toronja, y tuvo palabras duras para Zack Wheeler cuando el equipo lo trajo desde Las Vegas. Ha pautado reuniones con todo el equipo, y ha sido franco con los medios. Cinco años bajo el ala de  Terry Francona parecen haber dejado en Callaway la afición de Francona por una franqueza agradable, pero no (aún) la paciencia de Francona cuando su equipo vive momentos difíciles.

¿Cómo es su relación con la oficina? ¿Busca ignorar o cambiar lo establecido o adopta un enfoque más tradicional? Hoy en día, no se contrata a ningún mánager sin proporcionarle a la oficina un montón de razones para creer que él se va a insertar dentro de su programa y que tomará decisiones dentro del plan organizacional más amplio. Dicho esto, Callaway parece inclinarse también hacia el estilo de Francona en este aspecto: acepta las opiniones de arriba y delega en sus coaches, pero mantiene el vocabulario de la técnica sabermétrica fuera de su vocabulario habitual.

Mientras los Mets han luchado con grandes problemas de lesiones, Callaway no solo ha respaldado a sus superiores, sino que ha adoptado una postura defensiva. No está dispuesto a reconocer cuando el equipo (aparentemente) maneja mal a un jugador lesionado o presiona a la oficina para darle un plantel más saludable, joven o más profundo. Mientras afirma su dominio en ciertas situaciones individuales, Callaway ha elegido no aplicar ninguna presión visible en términos de la estructura del roster que Alderson y compañía le proporcionan.

Táctica y estrategia

¿Cómo maneja un equipo de pitcheo? ¿Necesita un cuerpo de relevistas de ocho hombres? ¿Qué factores influyen en sus decisiones dentro del juego sobre los lanzadores?

Terry Collins sabía que tenía un equipo de lanzadores potencialmente brillante, pero le costó mucho resolver el problema de las incoherencias de salud y rendimiento de ese personal. A pesar de que se le dio un grupo de relevistas cada vez más profundo, con una oficina que quería ver que éste se usara más, Collins siguió presionando a sus abridores hasta el límite.

Callaway es, al menos, más creativo. Fue el coach de pitcheo que supervisó la transformación de Andrew Miller en un verdadero as del relevo de varias entradas, y ha creado roles similares para los abridores fallidos (o al menos degradados) Robert Gsellman y Seth Lugo. (El regreso exitoso de Lugo a la rotación solo subraya el valor de pedirle a un hombre que no se limite cuando es usado como relevista). Bajo la administración de Callaway, los abridores de los Mets que no se llaman Jacob deGrom casi nunca llegan a los 100 lanzamientos. Su gancho para removerlos del juego es particularmente rápido cuando un lanzador se ve mal al comienzo del mismo.

¿Cómo construye las alineaciones? ¿Usa sustituciones de bateadores o de corredores inusualmente a menudo (o inusualmente rara vez)? ¿Hace uso de estrategias de la pelota tradicional? 

Esta temporada, ningún equipo ha usado más emergentes que los Mets. Con un roster fragmentado de jugadores de posición, Callaway ha adoptado la construcción de la alineación por piezas. No tiene miedo de colocar a las grandes amenazas de poder (como Brandon Nimmo y Yoenis Cespedes) en la parte superior del orden, y tampoco tiene miedo de mover a los jugadores en la alineación de acuerdo con si siente que tienen la mano caliente. Michael Conforto tiene al menos cinco aperturas en cada una de los primeros seis turnos en el orden al bate.

Desafortunadamente, Conforto representa un ejemplo de la aparente curva de aprendizaje de Callaway en el arte de manejar bateadores. No es bueno para distinguir a un bateador de rachas de uno que realmente es consistente, y por eso ha hecho algunas cosas raras que solo servían para poner en marcha la ofensiva si se tenía la visión más generosa posible del proceso de pensamiento de Callaway.

Al igual que prácticamente cualquier otro manager moderno, Callaway evita los toques de sacrificio (excepto por los lanzadores, y está inusualmente dispuesto a dejar que incluso los lanzadores bateen libremente). También pone a los corredores en movimiento con poca frecuencia, aunque gran parte de eso se puede atribuir al personal: Amed Rosario es el único Met con el que al manager le provocaría tirar del gatillo, pero no pasa mucho tiempo en base con situaciones favorables para robar.  

¿Cuál es su punto más fuerte como manager? 

Callaway tiene la piel gruesa que todo manager novato necesita, y el sentido del humor que todo manager de los Mets necesita. Es lo suficientemente duro como para enfrentarse contra los medios de comunicación de Nueva York, pero parece saber cómo manipularlos también. Estando, al menos, a un año y medio de acumular la experiencia y el sentir suficiente para poder realmente hacer bien el trabajo, Callaway tiene la personalidad para mantenerse sano y salvo hasta que madure como un buen manager de Grandes Ligas. No parecía que los Mets buscaban reconstrucción el invierno pasado, pero contrataron al mánager perfecto para dirigir ese tipo de equipo. Si la oficina central puede darle un giro a este equipo, será competitivo justo cuando Callaway se convierta en un manager a la altura de tal club.

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