Traducido por José M. Hernández Lagunes
Alex Mauricio, LD, New York Yankees (temporada corta Staten Island)
Los Yankees seguramente serán compradores por segundo año consecutivo durante las próximas dos semanas, antes de la fecha límite para intercambios sin penalizaciones para los equipos. El año pasado obtuvieron a cuatro peloteros de la lista Top 101. En 2018, Gleyber Torres y Miguel Andújar ya se graduaron al primer equipo. Todavía no comienzo a vislumbrar el organigrama para 2019 pero estoy seguro que los Yankees estarán dentro de los 10 mejores equipos con comodidad. Han podido engrosar sus filas por medio del sistema de ligas menores y al mismo tiempo, mantener una organización sana y estable en dichas instancias. Alex Mauricios, su 27a selección en el draft del año pasado, proveniente de Norfolk State, no parece que alcanzará el Top 10 de prospectos para 2019 (y tal vez tampoco el Top 20), pero es un indicador de lo bueno que es su scouting y su desarrollo de lanzadores.
Aquí está su reporte Q+D: Mauricio es un diestro petiso y atlético. Jugaba ambos lados en la universidad y apenas se convirtió en inicialista en su penúltimo año. Cuenta con un brazo rápido y repite su movimiento al plato bien, aunque existe un poco de opresión y esfuerzo en su antebrazo para mantener sus lanzamientos en 93-94 mph (149-151 kph). La bola rápida no tiene mucho vuelo (sospecho que Mauricio es más bajito que el 1.80 metros que dice su reporte) pero el suficiente meneo y hundimiento. A veces puede cortar hacia el lado del guante. Su control puede ser frágil y pierde los lanzamientos de este a oeste, aunque generalmente dentro de la zona de strike. La bola rápida perdió velocidad para la quinta entrada.
Tomé nota de su bola curva, la cual es en realidad una mezcla entre la curva y el slider. Los mejores lanzamientos muestran buena acción con movimiento de 11 a 6 y caída tardía, pero Mauricio tiende a retrasarse un poco con ella, convirtiéndolo en un lanzamiento más perezoso y redondo. Esto fue más común al pasar las entradas, pero mantuvo buen control del lanzamiento en general. Lanzó con comodidad a los diestros de frente y a los zurdos por detrás. El cambio de velocidad es todavía una obra en construcción, aunque mantuvo la velocidad de su brazo. Este lanzamiento es firme y actuó más como una bola rápida de dos costuras; no contó con la separación de velocidad ideal en 87-89 mph (140-143 kph). En mis notas, especulé acerca de la sujeción de la pelota y si un ajuste podría desbloquear algo aquí. En este momento, Mauricio vende el lanzamiento con el movimiento de su brazo más que con el desvanecimiento o hundimiento de la pelota.
Pues tenemos a un diestro chaparrito con dos lanzamientos e historial limitado como tal. Cuenta con un brazo digno de Grandes Ligas—aunque uno muy verde para una selección colegial de 2017—pero el aparente resultado será un relevista de innings intermedios, y este no parece que sea un perfil muy seguro. Por tanto, no resulta digno de mencionar en los listados de prospectos tradicionales. ¿Entonces, por qué escribir tanto sobre él, si pudiéramos esperar hasta el 2020 y ver cómo va con Trenton Thunder?
Pues porque es un gran descubrimiento para el tercer día del draft colegial, y porque no quiero que quede nada más como un “genial” tuit aplaudiendo a un buen scout, ya que no fue ninguna casualidad encontrarlo. Los Yankees simplemente son muy buenos para encontrar a este tipo de talento. Observan al equipo nacional de Nicaragua antes del Clásico Mundial de Béisbol y encuentran a Jonathan Loaisiga. Eligen a Erik Swanson como la “segunda pieza” en el cambio por Carlos Beltrán, quien podría lanzar innings importantes en una carrera por el título. Identifican a un lanzador colegial sin muchas oportunidades como un prospecto serio y lo eligen en la 12a ronda. El scouting amateur no sólo es identificar al pelotero, es contar con una relación con los entrenadores colegiales y los visores locales para saber en dónde mirar con detenimiento, y los Yankees hacen esto mejor que cualquier otra organización en el béisbol. Son tan buenos encontrando lanzadores que no pueden quedárselos todos. En gran medida, el éxito de los Mariners este año se debe a que su bullpen está poblado por brazos sobrantes provenientes de los Yankees.
No existen ventajas estructurales inherentes en este éxito. Los Yankees eligen constantemente al final de la primera ronda—eso es, cuando cuentan con una selección de primera ronda—y sólo muestran su poderío económico en el mercado internacional al elegir a alguien de ahí—de la misma manera que los Padres—y siguen siendo uno de los cinco mejores sistemas al mismo tiempo que usan ese talento para construir un primer equipo capaz de ganar 100 partidos. Ponen en jaque a todos los equipos que reconstruyen: puedes tenerlo todo si eres inteligente. Y todos pudieron contar con Alex Mauricio.
Carlos Guzmán, LD, Detroit Tigers (temporada corta Connecticut)
Hace unos años, conversé con un scout acerca de un jardinero que ambos identificamos como un prospecto interesante. Le pregunté cómo iba a reportarlo. “Creo que es un 55, pero si escribo eso, mi patrón me hará quedarme aquí una semana más para confirmarlo”.
Observo mucho béisbol de temporada corta, y es un tema recurrente en mis columnas. No se ven muchos 55. Los scouts con quienes platico sobre estas ligas son muy renuentes a siquiera darle un 5 a un pelotero, y eso es algo que se me quedó. Así que después de ver a Carlos Guzmán por primera vez, cuando bajó del montículo al terminar lo que claramente iba a ser su último inning, pensé, “creo que es un 55, pero creo que debo regresar la semana que entra para confirmarlo”.
Guzmán fue firmado como infielder y comenzó a lanzar de tiempo completo en 2017. Contamos con una buena imagen de ese tipo en nuestra mente. El tipo que, en teoría, no tiene un cambio de velocidad ni siquiera cercano al de Guzmán. Pero primero hablemos sobre su bola rápida, la cual estuvo entre 90-95 mph (144-152 kph) en ambas salidas, manteniéndose entre 92-94 (147-150 kph) al principio para luego caer un poco. Esa es velocidad promedio estos días, quizá un poquito arriba, pero le sale de manera fácil y con un movimiento del lado derecho que es imposible enseñar (algo que Guzmán ha aprovechado). Todavía existe proyección en su complexión de 20 años y se puede esperar que su velocidad se incremente con el paso de los innings sobre el montículo.
Hablemos de cambio de velocidad.
Los encargados de trazar los lanzamientos suelen estar hastiados, al ellos mismos ser lanzadores profesionales y suelen aburrirse para el tercer inning. Pero estos personajes no dejaban de maravillarse con el cambio de velocidad de Guzmán. Cuenta con movimiento circular con separación de velocidad de alrededor de 16 kph. No reduce la velocidad de su brazo. Lo lanza en cualquier momento a cualquier lado del plato. Sólo ha lanzado durante dos años. La bola con rompimiento es lenta y curva—los scouts le llamaron slider nada más para el récord—pero es muy buena y mejoró con el paso de los outs. Cuenta con tres lanzamientos superiores al promedio, deportividad premium y control avanzado.
Querrías ver a Guzmán otra vez incluso sin obligación profesional.
Pero la segunda vez que lo vi, la velocidad decreció más rápidamente y no obtuvo buenas sensaciones con sus bolas curvas. A este nivel no importa, pero te recuerda lo verdes que están a este nivel y el riesgo de perfilarlos.
Comienzas a negociar con el reporte anterior, a cuestionar tus instintos y a dirigir para la prensa. ¿Quieres llenarte de preguntas imberbes de por qué tienes a un lanzador de temporada corta en tu lista de mejores prospectos cuando apenas están conociendo a Matt Manning? Ponlo como un 5 por el momento y espera un año. No debes hacer un espectáculo con un simple número.
Aunque lo acabes de hacer.
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