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Image credit: USA Today Sports

Traducido por Carlos José Lugo

Recientemente he estado en una pequeña misión en contra del Shift. No se trata tampoco de hacer esto por las razones usuales por las que la gente se opone al uso de una Formación Defensiva. Las palabras “es la forma correcta de jugar el juego” no serán encontradas en mis labios. Si un equipo desea emplear una estrategia que está dentro de las reglas y que además funciona, entonces por supuesto cuenta con mi bendición (aunque no la necesita). En cambio, mi inquietud con el Shift es la preocupación de que no funciona, o al menos que tiene un fallo que necesita corregirse.

La data muestra que aunque el Shift hace un trabajo decente previniendo sencillos en pelotas en juego (cosa que está supuesta a hacer), también incrementa el número de bases por bolas que ocurren enfrente de la misma, y el número de bases por bolas adicionales sobrepasa el número de sencillos salvados. Esto representa un problema porque usted no puede hacerle out a alguien que va caminando a primera base producto de un boleto.

Pero el “porqué” era lo importante. Parecía que el Shift estaba cambiando la forma en la cual los lanzadores trabajaban. Vimos que había un menor número de bolas rápidas lanzadas enfrente de un shift de lo que de otra manera se pudiera esperar, y que los lanzadores tenían la tendencia a mantenerse fuera de la zona de strike un poco más. No por mucho. De hecho, podría no ser ni siquiera perceptible a simple vista. El porcentaje de lanzamientos que están fuera de la zona va de 51.0 a 53.3 desde una defensa estándar (dos defensores del lado izquierdo/dos del derecho) a una formación defensiva extrema (tres defensores de un lado). Dicha diferencia sobresale aun después de que apliquemos los controles para los tipos de bateadores en contra de los cuales se emplean las formaciones. Y es lo suficiente para impulsar la proporción de bases por bolas a un punto en que cancela los beneficios que los equipos pensaban estar obteniendo de el Shift… e incluso hasta más.

Pero había algo de esperanza. Encontré que cuando lanzadores individuales se mantenían más cerca de la combinación en-la-zona/fuera-de-la-zona que normalmente utilizaban sin el empleo de un Shift, ellos podían seguir obteniendo los beneficios de este sin los problemas de las bases por bolas. De modo que, en teoría, un equipo podría simplemente encontrar una manera de convencer a sus lanzadores a no ser presas de la trampa de las bases por bolas y el Shift podría ser nuevamente su gran aliado.

Es razonable pensar que algunos equipos podrían estar más abiertos a esta idea que otros. Quizá alguno habrá descifrado el problema un año antes que los demás. Quizá estos hicieron un mejor trabajo de distribuir el mensaje entre sus pitchers. O, quizá ninguno lo habrá descifrado todavía.

¡Advertencia! ¡Detalles matemáticos sangrientos a continuación!

Utilicé data de entre el 2015 al 2017, disponible a través del portal de datos de MLB, Baseball Savant. Ellos son tan gentiles como para hacer notar cuando los equipos están empleando una formación defensiva en el cuadro interior (tres defensores de un lado de la segunda base), a diferencia de una “formación estratégica” (esto es alguien jugando un poquito fuera de posición, pero no es igual de drástico) o una formación “estándar”.

Puesto que estamos haciendo esto por equipo, no podía solamente mirar las proporciones crudas de bases por bolas, porque sabemos que algunos equipos tienen buenos lanzadores y otros tienen lanzadores no tan buenos. Algunos tienen una mezcla de ambos. Utilicé el método de proporción logarítmica de probabilidades para tomar en cuenta las proclividades generales de los bateadores a recibir bases por bolas, e igualmente de los lanzadores, metiéndolas luego en una regresión logística binaria. Entonces, le pedí a la computadora que generara un coeficiente específico para cada uno de los lanzadores de cada equipo, cuando estos utilizaban el Shift y cómo eso afectaba su proporción de bases por bolas.

Usando esos coeficientes, estuve en capacidad de proyectar qué podría pasar si un lanzador promedio de la liga enfrentara un bateador promedio de la liga (el cual debemos esperar producirá una proporción de bases por bolas promedio de la liga; entre el 2015-2017, 7.7 por ciento de las apariciones al plato resultaron en una base por bolas) y entonces solo le cambié el sombrero. A continuación los cinco más altos y los cinco más bajos:

5 Mejores Equipos Base por Bolas Proyectado con Shift 5 Peores Equipos Base por Bolas Proyectado con Shift
Rockies 6.2% Rangers 11.2%
Pirates 6.7% Mets 10.4%
Indians 7.2% Dodgers 10.2%
Astros 7.3% Cardinals 9.9%
Braves 7.7% Tigers 9.7%

Existe probablemente gente allá afuera tratando en este momento de descifrar cual es el común denominador entre los equipos del tope y del fondo. Estoy seguro, porque esto es Baseball Prospectus, que la gente está desde ya tratando de construir un caso de que los “primeros en adoptar” la Sabermetría tienen algún tipo de ventaja aquí. Pienso que la pieza de información más importante es que para el momento en que usted llega al quinto lugar en el Shift, estamos en el promedio de la liga.

Como prueba de cordura, examiné el asunto en un nivel de lanzamiento-por-lanzamiento, observando la frecuencia en que los lanzadores tiraban sus pitcheos en la zona de strike de la aplicación GameDay, y una vez más utilizando la misma metodología básica y obteniendo coeficientes específicos por equipo. Los nombres en la lista se reordenaron ellos mismos, pero la idea era la misma, y las dos listas se correlacionaron con un R de .593.

Hay una razón por la que usualmente no hago este tipo de tabla de clasificación. Realmente no sé qué tienen en común los Rockies, Pirates, Indians, Astros y Braves, o que tienen ellos que los cinco del fondo no tienen. Podría insertar un emoji encogido de brazos aquí y decir, “¡Bueno, algo debe ser!” pero eso parecería como una escapatoria. En cambio, me gustaría presentarles otra tabla y sugerirles que la tabla anterior ya ni siquiera importa.

Año Porcentaje fuera de la Zona K (Shift completo) Porcentaje fuera de Zona K (Sin Shift)   Diferencia
2015 54.1% 51.1% 3.0%
2016 53.3% 50.9% 2.4%
2017 52.6% 50.9% 1.7%
2018 (through last Saturday 52.0% 50.7% 1.3%

El agujero en las Formaciones Defensivas se está autocorrigiendo, y lo está haciendo de una manera realmente rápida a lo largo de toda la liga. En mi trabajo anterior sobre el Shift, sugerí que hasta que los equipos pararan de tener esa gran diferencia entre su proporción de lanzamientos fuera de la zona de strike con y sin el Shift en uso, habría simplemente demasiadas bases por bolas para que el Shift tenga sentido. Pareciera que los 30 equipos han estado trabajando precisamente hacia esa meta. Una vez estimé que se toma alrededor de 10 años para que una idea se filtre a través del béisbol. A este ritmo, parecería que los equipos van a adoptar esta idea en particular mucho más rápido que eso. Y sí, ahora todos los equipos están bien educados en Sabermetría.

Es posible que cualquiera que fuera la magia que tenían los Rockies y los Pirates haya encontrado el camino a Texas y a Queens. O al menos está en rumbo. Y si los equipos se están comprometiendo a corregir el problema de las bases por bolas, entonces es probable que sigan usando Formaciones Defensivas Extremas y usándolas mucho.

Y eventualmente, tendrá en realidad sentido para ellos el hacerlo.

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