Traducido por Marco Gámez
New York Yankees fichó J-Z Quintin Berry a un contrato de ligas menores. [8/27]
Chicago Cubs adquirieron al J-D Terrance Gore de los Kansas City Royals a cambio de un jugador a ser nombrado más tarde o por una cantidad de dinero a determinar. [8/15]
Quintin Berry ha pasado toda la temporada en las menores, registrando apenas .214/.290/.321 en 42 juegos en Triple-A para el equipo filial de los Brewers antes de ser dejado en libertad la semana pasada, y el jardinero de 33 años no ha logrado sumar dos dígitos en la casilla de turnos al bate en las Grandes Ligas desde su temporada de novato con los Tigers en 2012. Entonces, ¿por qué los Yankees se molestaron en ficharlo a un contrato de ligas menores una semana antes del final de la temporada de ligas menores, y por qué me molesté en escribir sobre él aquí? Porque él es muy rápido y durante los juegos de postemporada el uso de la velocidad es realmente divertido.
No estoy seguro cual es el potencial valor que proporcionará tener en la banca durante octubre a un jugador veloz, pero que no es buen bateador, coincida con el entusiasmo con que los equipos añaden jugadores a sus rósters de postemporada. Después de todo, para lograr un gran impacto con el uso de un jugador como Berry se requiere que haya una situación en la parte final del juego que involucre a un corredor lento que esté en base con la posibilidad de anotar una carrera clave, también se requiere que un manager esté dispuesto a retirar del juego a ese corredor lento y, posteriormente, se requiere que el movimiento realmente produzca beneficio, porque el jugador veloz sustituto finalmente anotó la carrera que no habría sido anotada por el corredor lento. Son muchos puntos que necesitan conectarse.
Sin embargo, cuando esos puntos se conectan — como, digamos, un corredor emergente que roba la segunda base y luego anota la carrera de la ventaja en una jugada cerrada en el plato — probablemente, no haya una mejor sensación para un manager que la generada por esta jugada. Nueva York contrató específicamente a Berry por la remota posibilidad de que Aaron Boone pueda tirar de esas cuerdas aunque sea una vez en octubre, ya que a principios de este mes Chicago adquirió al extraordinario corredor emergente en sus días de postemporada con Kansas City Terrance Gore para que Joe Maddon pueda intentar lo mismo.
Berry bateó apenas .241/.337/.309 en fracciones de ocho temporadas en Triple-A, mientras que Gore exhibe un slugging de .273 con un gran total de un jonrón en 2.260 aapariciones al plato como jugador de ligas menores. Sin embargo, ambos tienen anillos de Serie Mundial. Gore ha robado cuatro bases y ha anotado dos carreras en ocho apariciones en postemporada como corredor emergente. Berry fue exitoso en sus intentos de robo de base en cada una de sus tres apariciones como corredor emergente en postemporada con los Red Sox en 2013, y no tuvo ni un turno al bate.
Berry tiene 33 años, que es un nivel de geriátrico en el mundo de abrirse camino hacia los rosters de los playoffs, pero se robó 10 bases en 11 intentos durante esta temporada en Triple-A a pesar de que raramente lograba llegar a base. Gore tiene 20 robos en 25 intentos esta temporada, lo que es impresionante considerando su bajo porcentaje de alcanzar base de .285 y el hecho de que cada equipo contrario sabe que va a despegar. Para su carrera en ligas menores, Gore ha robado 78 bases por cada 600 apariciones al plato, y lo hizo con una tasa de éxito del 90.1%. Gore es el estándar de oro para los corredores de postemporada, mientras que Berry es la selección de nostalgia que busca escuchar por última vez… bueno, ve a correr.
Independientemente de que el potencial valor sea proporcionado, me gusta la idea de los corredores emergentes durante la postemporada, tal vez solo porque es algo diferente. Los rosters de MLB cada vez tienen menos espacio para los corredores emergentes o los bateadores emergentes o los reemplazos defensivos o jugadores que puedan ser alternados según el brazo del lanzador, zurdo o derecho, o para casi cualquier cosa que no sea un montón de lanzadores de relevo. A estas alturas, la mayoría de los equipos no llevan más de tres o cuatro jugadores de banco, al menos uno de los cuales es un receptor de reserva. No hay espacio para incluir a alguien que pueda aportar algo interesante como correr muy rápido una vez por semana, y una parte de mí piensa que es una pena.
Sin embargo, octubre es diferente. Gracias a los días libres entre juegos y series, los equipos rara vez necesitan cinco o incluso cuatro lanzadores abridores, y la mayor parte del trabajo en el bullpen va para un cerrador y sus dos o tres mejores preparadores. Esto, a su vez, permite que una parte del roster sea para jugadores de posición, excepto que la mayoría de los managers usan la misma alineación en casi todos los juegos de playoffs, y la mayoría de los equipos no tienen grandes bateadores emergentes en la banca porque no tuvieron espacio para ellos durante la temporada regular, el jugador rápido que no puede aportar nada más se asoma como una opción atractiva para el puesto 25 del róster.
Así que sí, es poco probable que Berry y Gore tengan impacto en octubre, pero lo mismo puede decirse de un octavo relevista o un segundo utilty o un tercer receptor. Y si Berry o Gore tienen impacto en octubre, seguramente será en una jugada que el público recordará, y sin duda será seguida por una toma panorámica de las cámaras hacia la suite del Gerente General chocando jubiloso sus cinco dedos en alto con sus acompañantes.
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